Por Internet circula una convocatoria para realizar una huelga de consumo intensa contra la subida del IVA del Gobierno. La Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) calcula que la subida del IVA supondrá pérdidas de 1.100€ anuales por autónomo. Las convocatorias anónimas por Internet merecen cada vez una mayor atención por parte de […]
Por Internet circula una convocatoria para realizar una huelga de consumo intensa contra la subida del IVA del Gobierno. La Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) calcula que la subida del IVA supondrá pérdidas de 1.100€ anuales por autónomo.
Las convocatorias anónimas por Internet merecen cada vez una mayor atención por parte de la ciudadanía, ya que, pese a lo espontáneo de los eventos y el sospechoso anonimato, aspiran a convertirse en verdaderos eventos nacionales en apenas horas o días.
La postura mediática también es polémica. ¿Cuándo una convocatoria de estas características es susceptible de ser noticia? En Tercera Información, adelantamos la información existente sobre la propuesta de Ocupa el Congreso del 25S antes que ningún medio de comunicación. Al hacer una noticia de algo emergente, la polémica estaba servida. Pero solo a través del apoyo mediático pudo inmediatamente presionarse para que el evento no fuera una simple combinación entre carácter populista e intereses anónimos. Creo que los medios tienen una gran responsabilidad con los fenómenos emergentes de cobertura y conocimiento, de disolver el humo, para que posteriormente sean verdaderos temas de debate y toma de decisión sociales.
Ahora estamos ante otra propuesta. Ignoramos su repercusión, pero intuimos que se trata de otra línea de acción social que debe tenerse en cuenta públicamente, para que no quede ahogada en las redes sociales, y, algo muy importante: para generar compromiso a quienes la han ideado. Porque si los responsables de estas iniciativas tienen interés de verdad (y por mí experiencia he visto que así sucede en la mayoría de los casos), tendrán que esforzarse mucho más.
Se trata de realizar una huelga de consumo de una semana contra la subida del IVA que propuso el gobierno a mediados de junio, y que se hará real a partir del 1 de septiembre.
Según el comunicado del evento en Facebook, la Huelga de Consumo se plantea del siguiente modo:
1) Acumulación de productos durante el mes de agosto: Se trata de acaparar productos con un IVA anterior a la subida de septiembre durante todo el mes de agosto, aprovechando si se puede las «rebajas». Actuaremos del siguiente modo:
Producto no-perecederos:
Productos de limpieza: Detergentes, lejías, fregaplatos, estropajos, gamuzas, mochos, escobas, servilletas….
Productos de higiene: champús, jabones, dentífrico, productos cosméticos, preservativos, papel higiénico….
Productos de alimentación: Agua, cerveza, pasta, legumbres, conservas, salazones, jamones, alimentos enlatados varios, frutos secos, ultracongelados….
Ropa y calzado.
Material escolar e informatico: CDs, DVDs, bolis, lapices, libros,…
Combustibles: Llenar el depósito de gasolina, comprar lecha, gasoleó o carbón, bombonas de butano…
Transporte: Recargar bono-metros, bono-buses, …
Recargas en telefonia movil.
Servicios: Cortarse el pelo, dentista, reparaciones en el coche o de electrodomésticos.
2) Consumo mínimo voluntario durante la 1º Semana de septiembre: Como ya tenemos productos acumulados podremos aguantar una semana sin bajar a la tienda de la esquina y al supermercado. Y ahora toca reducir al máximo el consumo de productos y servicios no acumulables, veamos como:
Como con anteriores eventos que al principio fueron organizados por grupos pequeños de personas o por un solo movimiento, se percibe que no todos los puntos de reivindicación van en la misma línea; se deduce que no ha habido una puesta en común, sino que se centran en delimitar algunas líneas de debate.
La primera publicación que se realizó en Internet sobre este evento, señalaba que: «Ya se han hecho antes varias huelgas de consumo coincidiendo con manifestaciones o huelgas generales, pero solo duraban el día de la protesta haciendo casi invisibles sus resultados. Esta vez se pretende alargar la huelga una semana entera bloqueando sin remedio las recaudaciones tanto empresariales como gubernamentales al no aportar nadie dinero a hacienda mediante el IVA.»
La propuesta de la huelga semanal ha venido acompañada también de las últimas noticias que han sorprendido a la sociedad española, como la estrategia de la cadena valenciana de supermercados Mercadona, que ha comentado públicamente que no aplicará la subida del IVA del Gobierno; sin embargo, la empresa realizará una paulatina subida de sus precios, con lo que a efectos prácticos será lo mismo.
LA HUELGA DE CONSUMO Y LOS PEQUEÑOS TRABAJADORES
Un error frecuente consiste en pensar que las Huelgas de Consumo van contra el perjuicio de los pequeños empresarios. Pero la subida del IVA supondrá pérdidas de 1.100€ anuales por cada autónomo, según calculó recientemente la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos-ATA.
OTRAS LÍNEAS DE HUELGA DE CONSUMO:
Algunos usuarios en Facebook han aportado líneas distintas de debate:
Utilizar los pequeños comercios exclusivamente.
Focalizar la huelga de consumo a grandes medios de comunicación.
Huelga de consumo de Internet.
También ha habido críticas contra la idea de «acumular productos necesarios durante agosto», apuntando que sería más correcto una reducción del consumo en líneas generales.
Sacar el dinero de los bancos durante una semana.
El periodista Pepe López Marín ha comentado en el propio evento: «Me sumo y apoyo la iniciativa. pues me parece que este -el camino del consumo responsables, y el de «nosotros consumimos, nosotros decidimos», es un camino a explorar en la lucha y en la exigencia ciudadana para que la revuelta del capital contra las mujeres y los hombres de este país no acabe arrasando todo lo que hemos construido con tanto esfuerzo durante los últimos treinta años».
En resumen, el evento acaba de aparecer, pero desde ya debería apuntarse la experiencia del pasado, especialmente las líneas de acción de las últimas Huelgas de Consumo, como la del 29M. Esto último constituye una mera opinión, pero pienso que la sociedad todavía no ha terminado de comprender la naturaleza, importancia y lógica de una huelga de consumo. No debemos olvidar que tenemos ante nosotros un problema de primer orden: la inminente subida de precios que la industria alimentaria prepara hacer y que sin duda será histórica.