Con un llamado a fortalecer el trabajo de apoyo a la Revolución cubana ante las nuevas amenazas del Gobierno de Estados Unidos, comenzó hoy el IV Encuentro Andaluz de Solidaridad con Cuba. Un total de 142 representantes de 12 asociaciones de la coordinadora regional y cinco invitadas de 18 localidades de siete provincias andaluzas, participan […]
Con un llamado a fortalecer el trabajo de apoyo a la Revolución cubana ante las nuevas amenazas del Gobierno de Estados Unidos, comenzó hoy el IV Encuentro Andaluz de Solidaridad con Cuba.
Un total de 142 representantes de 12 asociaciones de la coordinadora regional y cinco invitadas de 18 localidades de siete provincias andaluzas, participan en el evento que será clausurado el domingo después de dos días de debates en comisiones.
En la ceremonia inaugural realizada en el salón de conferencias del Centro Obrero del Coronil, un municipio de Sevilla, ocuparon la presidencia su alcalde, José Antonio Núñez Montegordo, y sus colegas de Puerto Real, José Antonio Barroso, y de El Borge, José Antonio Ponce.
También el responsable de Relaciones Internacionales del Partido Comunista de España, José Luis Centella.
Basi Domínguez, coordinadora del movimiento en Andalucía, hizo la presentación de la presidencia, integrada además por la cónsul general de Cuba en Andalucía, Magali Gozá, miembros de la embajada y del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos.
El alcalde de Puerto Real, gran conocedor de la realidad cubana, hizo una amplia exposición para introducir uno de los temas que serán debatidos en las comisiones, con la interrogante de por qué hay que ser solidarios con Cuba.
Respondió que es una solidaridad de bases políticas, ideológicas, de convencimiento y de alta conciencia de que creemos en un modelo de sociedad que es una referencia para todos y no sólo para América Latina, por eso es que está bloqueada por Estados Unidos.
Dijo que la historia no está terminada, sino que empieza ahora en medio de una gran lucha por alcanzar un mundo mejor que es posible y que, sin lugar a dudas, el único país que está más cerca de él, es Cuba.
En un sentido similar se refirió Diego Cañamero, líder del Sindicato de Obreros del Campo y del Medio Rural, quien definió la solidaridad entre los pueblos como una expresión de ternura del máximo valor.
Tras calificar la democracia burguesa como un gran teatro, dijo que «con la solidaridad de las instituciones presentes en el Encuentro no se defiende a Cuba, sino que es ella la que nos defiende a todos nosotros con su ejemplo de dignidad, la cual, como la justicia y la libertad, no tiene precio».
La cónsul general cubana cerró la ceremonia inaugural con una amplia información sobre la situación política y económica en su país como una contribución al debate.