Recomiendo:
0

Escándalo en la prensa asturiana por declaraciones de la presidenta de la patronal de empresas informáticas

Informáticos, precariedad y vergüenza

Fuentes: Rebelión

La patronal de las empresas del sector de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), que ahora se auto denomina «cluster» que puede traducirse como: grupo, agrupación, colectivo. etc, aunque no por cambiar el término haya modificado el contenido, sólo que además de servir para defender sus intereses, parece tener como fin el […]

La patronal de las empresas del sector de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), que ahora se auto denomina «cluster» que puede traducirse como: grupo, agrupación, colectivo. etc, aunque no por cambiar el término haya modificado el contenido, sólo que además de servir para defender sus intereses, parece tener como fin el de empapar con lágrimas a sus víctimas o ¿deberíamos llamar afortunados a los parados, a los que disfrutan de empleo precario o han tenido que emigrar a causa de esta precariedad?. La patronal de este sector agrupa a 67 empresas de las 502 registradas en Asturias en 2007.

Últimamente están saliendo demasiadas declaraciones de las patronales de diversos sectores quejándose de la falta de profesionales y de las dificultades para contratar personal preparado aunque nadie se pregunta el porqué, de sobra saben la respuesta y también la solución, importar trabajadores más precarios aún para pagarles menos si es posible. Como segunda intención obtener más ayudas y subvenciones, directas o indirectas del Gobierno socialista asturiano

Pero volvamos a la informática y a la esencia de la noticia que provocó el aluvión de 375 mensajes al periódico. Dice Isabel Lombardía presidenta de esta patronal, cluster, que en el plazo de dos años se necesitarán en Asturias al menos 1.500 informáticos y que dada su escasez quedarán sin cubrir 900 puestos de trabajo. No se entiende bien la preocupación de la presidenta pues ella da la solución recurriendo al «reciclaje» de parados de otros sectores que con un curso estarán listos para dar el salto a la informática y con ello solucionar el problema, así de fácil.

Resulta que las empresas del cluster, según dice su presidenta, facturaron más de 200 millones de euros y dan empleo a más de 2.500 trabajadores, es decir una cifra de negocio de 80.000 euros al año por trabajador, precisamente en un sector que en absoluto es intensivo en capital razón por la que cabría preguntarse en dónde está el problema con semejantes ingresos.

Es más, cabría preguntar cómo se distribuyen las subvenciones del Gobierno del Principado que simulando ser para los trabajadores acaban de un modo o de otro en las empresas, lo mismo que cabría preguntar qué pasa con los cursos de todo tipo que imparten los sindicatos, CCOO y UGT, más preocupados por el provecho de los fondos recibidos que de la actividad sindical y menos o nada de las reivindicaciones contra la precariedad de salarios y empleo de la que se deriva la desertización informática de Asturias como la de tantas otras actividades. Y, todavía hay más porque cabría preguntar: qué pasa con la subcontratación de los servicios públicos informáticos de la administración asturiana a empresas privadas, multinacionales para más señas, que se adornan con cuatro empresas regionales dejando al margen a los propios informáticos de la administración y aventando información tan sensible y confidencial a empresas privadas, como puede ser todo lo relacionado con la administración, concursos, contrataciones, datos de la Seguridad Social, etc.

Que la presidenta de la patronal hable de todo esto como víctima sin mencionar ni de pasada qué nivel salarial tienen los trabajadores informáticos, qué titulación acreditan y cual le reconoce la empresa y en qué puesto y funciones están trabajando es, cuando menos, una falta de seriedad y un ironía, por no hablar de los becarios, de contratos en prácticas y demás fórmulas de explotación.

Mucho tendría que decir y explicar precisamente el Gobierno socialista y obrero asturiano de la política seguida acerca de todo esto. Son muchos los millones que mueven en las privatizaciones, subcontratas, en las asignaciones y en los cursos y demás subvenciones que sirven para que después la propia patronal y su presidenta, para más inri, todavía se lamente y vaya de víctima mientras la juventud preparada huye de la precariedad laboral generada por esta patronal y, sin duda, de la precariedad de la política de su Gobierno.