En el año 2011, seis ex presos políticos, se reunieron en las instalaciones de la antigua cárcel de Segovia, una cárcel en la que habían coincidido en los años 70 y donde participaron en una famosa fuga. Seis militantes antifranquistas y revolucionarios. Sabin Arana, Jose Maria “Chato” Galante, Miguel Ángel Álvarez “Gus”, Enrique Gesalaga “Kinki”, Josu Ibargutxi, Xavier Armendáriz “Jula” con orígenes sociales y trayectorias diversas, coincidieron durante un tiempo en la cárcel de Segovia y confluyeron en un mismo proyecto político, la LCR (Liga Comunista Revolucionaria)
Por iniciativa de Miguel Romero “Moro”, dirigente de la LCR y primer editor de la revista Viento Sur, estos seis militantes compartieron durante unos días memorias y experiencias de militancia, en un dialogo abierto en el que se entremezclan recuerdos personales de vida y de maduración política, de lucha en las cárceles y de confrontación con las torturas y la represión de la dictadura franquista.
Cuatro de ellos son vascos y iniciaron su camino de lucha en un entorno nacionalista ya sea en EGI, las juventudes del PNV (Partido Nacionalista Vasco) o en la primera ETA en los años 60. Su periplo político hasta el marxismo revolucionario, trotskismo, forma parte de la historia de lucha de una generación militante. Los otros dos comenzaron su militancia a partir del proceso de radicalización estudiantil de la segunda mitad de los años 60.
No existen muchos relatos sobre la vida, por llamarla de alguna manera, en las cárceles durante la dictadura franquista. En los relatos de estos seis militantes aparece como fueron los métodos de lucha y de organización en comunas, de vocación unitaria, planteados como una continuidad del combate en el exterior.
En las páginas del libro aparen aspectos como la sexualidad en las cárceles, las relaciones entre las diversas fuerzas políticas, los intentos de fuga: “intentar fugarse es la primera obligación de un preso” afirma uno de los participantes, las huelgas de hambre en defensa de los mínimos derechos de las personas presas o en protesta contra las excarcelaciones o, más aún, las penas de muerte de los últimos años del franquismo. También se relata la situación dentro de la prisión en el momento de la muerte de Franco o, años antes, la preparación de juicios famosos como el proceso de Burgos, que provoco una de las movilizaciones más importes contra la represión franquista.
Los relatos del libro se centran en la vida carcelaria como parte de las luchas sociales y políticas en el exterior. En los primeros años de la Dictadura la situación en las cárceles era de hacinamiento. Juana Doña, una militante comunista lo explica en su novela-testimonio “Desde la noche y la niebla”[1]. En los años 50 y los primeros 60 en las cárceles hubo un debate sobre la actitud que deben tomar los presos político, si había de considerar el tiempo de prisión como un periodo de estudio o si la cárcel debía ser considerada un lugar de lucha. Enric Juliana, en el libro “Aquí no hemos venido a estudiar”[2] relata un duro debate entre militantes del PCE el año 1962 en el penal de Burgos entre estudiar o pasar a la acción.
Hay pocos relatos sobre las condiciones de lucha en las cárceles. Pero aún existe menos materiales sobre la situación y las experiencias en las cárceles de mujeres durante los largos años de la Dictadura. Realmente el número de mujeres encarceladas por motivos políticos era muy inferior al de los hombres y el peso de la represión de un régimen carcelario dirigido en muchos casos por ordenes religiosas o militantes de la sección femenina de la Falange era aún mas dura. Explicar esta situación es, desgraciadamente aún, una tarea pendiente. Algunas pistas pueden encontrarse, por lo que se refiere a la represión contra las mujeres, puede encontrarse en la obra de Gemma Pasqual “Torturadas”[3] en las que se recogen relatos de 23 mujeres torturadas en Barcelona, incluso en los años posteriores a la Dictadura.
El libro “Palabras contra el Olvido” contiene una introducción y un prólogo de David Beorlegui y de Carmen Ochoa en los que se pone en contexto los relatos que se publican y se valoriza la metodología utilizada para facilitar el recurso a la memoria y al relato oral. Se destaca también el papel de Miguel Romero “Moro”, que murió antes de ver terminada lo que fue su iniciativa en la concepción de la metodología de las entrevistas colectivas que se recogen en el libro.
Dos de los participantes, Sabin Arana y Jose Maria “Chato” Galante, fallecieron también antes de terminar la edición del libro. Las notas biográficas que se publican al final de la obra, en estos dos casos fueron revisadas por Marimar Bueno y por Justa Montero. Justa Montero colaboro también en la edición de esta obra.
Más allá de las vivencias carcelarias, uno de los aspectos más interesantes de este libro está en las descripciones de las respectivas evoluciones ideológicas y políticas de los seis protagonistas de las “Palabras contra el olvido”. Todos ellos han seguido en la lucha en diversos movimientos sociales, así como en “La Comuna” o en “Goldatu”, instituciones que trabajan por la verdad, la justicia y la reparación para todas las personas represaliadas por la Dictadura, y participando activamente en la “Querella Argentina” que busca el reconocimiento a las víctimas de la represión franquista y el castigo a los culpables más activos de esta represión. El combate por la memoria es también continuación de los años de militancia revolucionaria.
Palabras contra el olvido. Lucha y militancia en las cárceles franquistas (1968-1977), David Beorlegui Zarrarranz y Carmen Ochoa Bravo (Coords. y Eds.), La Oveja Roja. 2023. 384 p.
Notas:
[1] “Desde la noche y la niebla”, Juana Doña. Ediciones de La Torre, 1978
[2] “Aqui no hemos venido a estudiar”, Enric Juliana. Arpa, 2020
[3] “Torturadas”, Gemma Pasqual Escrivà. Comanegra, 2023Joan Font periodista, ex dirigente de la LCR, activista social, miembro de Alternativa d’Esquerres de l’Hospitalet