Se rumorea que el PP tenía intención de presentar a Isabel Pantoja, antes de producirse este luctuoso suceso, a las próximas elecciones municipales. Eso explicaría la reacción fulminante de Zapatero, su visita a Marbella y el posterior encarcelamiento de nuestra celebérrima artista. El ejemplo del país vecino, Francia, quizás explique la decisión, inesperada, de […]
Se rumorea que el PP tenía intención de presentar a Isabel Pantoja, antes de producirse este luctuoso suceso, a las próximas elecciones municipales. Eso explicaría la reacción fulminante de Zapatero, su visita a Marbella y el posterior encarcelamiento de nuestra celebérrima artista.
El ejemplo del país vecino, Francia, quizás explique la decisión, inesperada, de presentar su candidatura a la alcaldía de Marbella y porqué no, más tarde, a la Presidencia de la Junta de Andalucía. Y de ahí, etc., etc. Hasta el punto de que los expertos en comunicación instan al PP para que la denomine cuanto antes «la Ségolène Royal española».
Las consecuencias de su detención – falta aún por probar que se puede detener sin más a la Pantoja por el simple hecho de llevar 5000 euros en el bolso, cantidad destinada según la artista a la compra de ese día – pueden ser incalculables. Porque, ¿desde cuando y en función de qué regla una ton adillera no podría invertir sus ahorros en donde mejor le convenga? Queda así claramente demostrado que el Partido Socialista y Zapatero no retroceden ante ninguna infamia, con tal de ir destruyendo uno por uno los mitos más sentidos y más queridos por nuestro pueblo (el español, por supuesto).
La prensa del mundo entero, desde la Tierra de Fuego hasta el Estrecho de Behring, ha dado a la noticia el rango y la proyección que se merece… Y ha saltado hace poco la noticia de que Bush y sus expertos se han reunido urgentemente para analizar las consecuencias de esta crisis. No vaya a ser, afirman él y sus aliados, con Blair a la cabeza, que Al-Qaeda – que reclama un papel estelar para Isabel Pantoja cuando Al-Andalus renazca de sus cenizas – aproveche la coyuntura para organizar una serie de atentados, sin descartar que asalte la Comisaría en la que nuestra tonadillera nacional ha pasado la noche.
Loa americanos no se toman a la ligera esta situación y se habla, sin confirmación definitiva, de que la Sexta Flota ha aparejado y se dirige en este momento hacia la costa marbellí. Por su lado Francia, deseosa como siempre de protagonismo, quiere intervenir para darle un tratamiento «comme il faut», o sea civilizado, a esta crisis. Y no excluye, dada la gravedad de la situación (presiona a Zapatero para que se le quite hierro a este asunto ), que se suspenda por un tiempo la celebración de la segunda vuelta de las elecciones a la Presidencia de la República. Hasta que se inocente y se blanquee definitivamente a la Pantoja.
Si no, advierten sus servicios secretos, ojo con Al-Qaeda. Conclusión: Mal-Haya… y en qué mal momento.