El silencio más espeso cubre en las últimas semanas a los trabajadores del grupo Izar. Después de meses de ocupar la primera plana de todos los periódicos podría parecer que Izar ya ni existe. Que se ha acabado el problema de los astilleros. O que los trabajadores han aceptado el Plan de la Unión europea […]
El silencio más espeso cubre en las últimas semanas a los trabajadores del grupo Izar. Después de meses de ocupar la primera plana de todos los periódicos podría parecer que Izar ya ni existe. Que se ha acabado el problema de los astilleros. O que los trabajadores han aceptado el Plan de la Unión europea SEPI que les condena al desmantelamiento, a miles de despidos, al cierre anunciado de la mayoría de ellos. No faltan intereses en esto.
Nada que ver con la realidad. En Izar las espadas continúan en alto. Es cierto que los dirigentes de las Federaciones Estatales de los sindicatos mayoritarios en el sector han llegado un acuerdo con la SEPI. Que han introducido la confusión. Que han desmovilizado a los trabajadores meciéndoles en un compás de espera.
Pero nada está acabado. Todo el Plan hace aguas. De la primera reunión convocada tras el anuncio del pacto, los sindicatos salieron echando pestes. La SEPI no había presentado ninguna propuesta concreta en relación con los supuestos compromisos adoptados. La segunda reunión anunciada para el 10 de noviembre ha sido aplazada a petición de la SEPI para el próximo día 17. La SEPJ solo quiere ganar tiempo, acercarse a diciembre sin nada resuelto. Chantajea.
Por el camino, las Cajas de Ahorro, supuestas salvadoras del sector, «garantía» según los sindicatos del mantenimiento de los astilleros civiles privatizados bajo control publico, han vuelto a manifestar que no tienen el más mínimo interés en entrar en el capital de la nueva sociedad, aunque, eso sí, como negocio privado que son no tendrían ningún problema en conceder «prestamos» a la nueva compañía.
¿Qué queda de los supuestos acuerdos conseguidos por los dirigentes sindicales? La segregación, la privatización, los despidos de miles de trabajadores. Ninguna garantía, ningún futuro.
Astander, espejo de Izar.
El destino del antiguo astillero público de Santander. privatizado en 1999 por el gobierno del PP marca el futuro de Izar si no se le pone remedio. Un astillero que llegó a tener una plantilla de 800 trabajadores, después de ser «saneado» por el Estado, fue vendido a la multinacional norteamericana Italmar por 300 miserables millones de pesetas. Recibió cientos de millones de ayudas de las administraciones estatales y regionales, redujo la plantilla hasta 250 trabajadores. Y ahora, al cabo de cuatro años de privatización y después de haber incumplido hasta sus compromisos con los prejubilados, plantea un Expediente de Regulación de Empleo que pone en la calle a 155 trabajadores, el 75% de la plantilla. Y todo ello sin que la SEPI, garante ultimo de todo este asunto, haya levantado la voz.
Con razón los sindicatos del astillero y el Comité de Empresa declaran que es el cierre del astillero.
Por eso los trabajadores y las organizaciones de La Naval de Sestao, el primero en caer caso de ser privatizado, se niegan a aceptar el Plan de la SEPI y exigen su mantenimiento en el sector público.
En el marco de la aceptación de las exigencias de Bruselas no hay salida. Ningún truco, ninguna estratagema de despacho, puede resolver el problema de fondo: la supresión de las ayudas publicas a la construcción naval ordenadas por la Comisión Europea los condena a la destrucción de empleo, a la sangría permanente, a una muerte anunciada. En ese marco solo es posible el enfrentamiento entre trabajadores y comunidades por ver quien desaparece el ultimo.
Solo la unidad de los trabajadores y sus organizaciones en el rechazo a las exigencias de Bruselas, la movilización unida dirigida al gobierno Zapatero para que cumpla sus compromisos y salve todos los astilleros, todos los empleos, puede ofrecer una salida a todo el sector naval y su industria auxiliar.
Los trabajadores, los ciudadanos que los apoyan, los de la industria auxiliar han demostrado que tienen capacidad para luchar. Los dirigentes sindicales deben ponerse a la cabeza, no hay nada más urgente que romper los acuerdos imposibles con la SEPI y volverse hacia el Gobierno: Ni un cierre, ni un despido! No a la privatización. Carga de Trabajo y las ayudas necesarias.
Animamos a todos los lectores de Io a multiplicar la campaña en defensa de Izar, haciendo firmar masivamente la Carta Abierta a Zapatero (http://www.informacionobrera.org/cadis/zapizar.html)
Compañeros y colaboradores de Información Obrera nos comunican que han sido solicitadas entrevistas con los Delegados de Gobierno en Madrid, Valencia, Cataluña y el País Vasco, con el fin de entregarle las firmas de la Carta Abierta a Zapatero y las resoluciones de las instancias sindicales recibidas en nuestra redacción y de las que este periódico viene dando cuenta.
Web de Información Obrera: http://www.informacionobrera.org