Izquierda Unida de la Comunidad de Madrid (IUCM) está inmersa en un proceso de descomposición interna. Este proceso se está produciendo al mismo tiempo que en la izquierda política se está generando toda una dinámica de confluencias, debates y encuentros. El caso de Madrid es el más agudo, pero otras federaciones de la coalición sufren […]
Izquierda Unida de la Comunidad de Madrid (IUCM) está inmersa en un proceso de descomposición interna. Este proceso se está produciendo al mismo tiempo que en la izquierda política se está generando toda una dinámica de confluencias, debates y encuentros. El caso de Madrid es el más agudo, pero otras federaciones de la coalición sufren igualmente esas tensiones y otras como la vasca, ya las vivieron recientemente.
Para entender el proceso que vive la federación madrileña de IU, y por extensión la propia coalición, hay que remontarse al principio de la crisis económica del 2008. Ese año finalizó para IU, con la celebración de su IX Asamblea Federal, una asamblea caracterizada por una fuerte división interna y de la que ni siquiera se pudo nombrar una persona como coordinador o coordinadora federal.
Estas divisiones, que en esa asamblea fueron notorias y no fueron resueltas más que con acuerdos hechos en base a equilibrios de poder, tuvo un papel determinante la federación madrileña y sus dirigentes, Ángel Pérez y Miguel Reneses (hasta hace poco número dos federal), que hoy están siendo defenestrados. Con estos pactos, en última instancia, se facilitó el nombramiento de Cayo Lara y el inicio de la estrategia política que se denominó Refundación de la Izquierda.
El proceso de Refundación de la Izquierda generó una oleada de esperanza entre la militancia, pues suponía la posibilidad de abrir la organización, hablar con los movimientos sociales, sindicatos, etc., para que aportasen políticamente y se llegase finalmente a constituir una nueva organización con, incluso, siglas distintas.
Pues bien, en IU cada cual, y cada federación, entendieron la Refundación a su manera. Los sectores más ligados al activismo y la movilización trabajaron por que se diera, poniendo en cuestión todo, para transformar IU en una nueva organización. Pero lo que sucedió es que esos sectores chocaban constantemente con las divisiones, los aparatos, el inmovilismo y los equilibrios de poder. Esto hizo que desde las diversas direcciones, dos años después, se autoproclamase que ya se había refundado IU, por la incorporación de algún pequeño sector de los movimientos sociales y algunos partidos pequeños de izquierda y verdes. No obstante entre la militancia quedaba la sensación y certeza que nada realmente había cambiado. El proceso de refundación había concluido sin éxito.
Así se llega al 2011 y a la irrupción del 15M, que coge a IU descolocada y que en la Comunidad de Madrid, su dirección, genera un discurso anti-15M, no participa en la acampada, ni en las asambleas populares. Esa dirección es la que a nivel federal sostiene a Cayo Lara y que a nivel autonómico zancadillea cualquier intento de la militancia por juntarse con los nuevos movimientos. También en 2011, se vive en Euskadi, un proceso de división y enfrentamiento similar al que hoy se está desarrollando en la Comunidad de Madrid. La federación vasca de IU tenía desde el 2004 un estatus diferente a otras federaciones, se constituyó como federación autónoma reconociendo así las diferencias existentes entre Euskadi y el resto del estado. Esto sucedió de la mano de los sectores «llamazaristas» y soberanistas frente al PCE-EPK que siempre había propugnado una política centralista. Este cambio fue positivo pues presionaba al resto de IU a tener un mejor debate sobre el derecho a decir y los procesos soberanistas, más allá de la típica línea pidiendo el derecho de autodeterminación que figuraba en los documentos internos. Pero el descalabro electoral, fruto entre otras cuestiones del gobierno PNV-EBB, y posteriormente algún caso de corrupción, propiciará que el PCE-EPK se haga con la dirección de Ezker Batua-Berdeak (EBB) y elimine parte de esa autonomía. Esto favoreció una gran crisis en la que finalmente intervino la dirección federal apoyando la pérdida de autonomía y reconociendo al sector encabezado por el PCE-EPK como el referente de IU en Euskadi, creando así Ezker Anitza y propiciando la escisión definitiva del otro sector, una parte del cual acabó en Bildu y otra en Podemos.
Con todo esto se llega al 2013, a la X Asamblea Federal de IU en la que Cayo Lara es elegido sin oposición y con todas las federaciones unidas, como Coordinador General de IU. Pero esa unión en lo federal no disimula los desacuerdos en las federaciones autonómicas. Estando la madrileña, desde su última asamblea regional, dividida en dos partes el 51% frente al 49%.
Con una situación de división casi al 50%, la dirección que sale, la encabezada por Eddy Sánchez que representa al sector conocido como «los pérez» (en referencia a Ángel Pérez), se queda con el 100% de los puestos en la dirección ejecutiva, lo que supone que casi la mitad de la organización entienda que no tiene representantes. Esta situación se mantiene y agrava en los municipios, con toda suerte de expedientes disciplinarios, bloqueo de afiliaciones, intentos de expulsiones, etc., que son promovidos por la corriente del 51%. La situación es crítica y hace que las personas del 49% refuercen su unidad y trabajen en la línea de acumular fuerzas para vencer a la dirección y luchan por una asamblea extraordinaria. Los distintos sectores críticos siguen confluyendo, siendo las cabezas visibles Tania Sánchez, Mauricio Valiente y Jorge García, entre otras.
Con la irrupción de Podemos a principios de 2014, todo se precipita, pues tras su éxito en las elecciones de mayo, se ve claramente que se está configurando una alternativa a la izquierda de IU. Además, en Podemos se van viendo personas conocidas ex-militantes de IUCM. El método que utiliza Podemos, la elección en primarias, sirve para que el 49% fuerce a la dirección de IUCM a realizar unas primarias, que por supuesto no le interesan, y a abrir la discusión sobre el encaje en las nuevas candidaturas.
Las primarias en la Comunidad de Madrid, son un éxito para la oposición en IUCM, agrupada en las candidaturas «Recuperar Madrid», tanto en los municipios como en la propia comunidad, siendo Tania Sánchez y Mauricio Valiente, ambos del sector 49% elegidas para encabezar las listas de la Comunidad y del Ayuntamiento, respectivamente.
Estas primarias pronto son cuestionadas por la dirección de IUCM y en muchos municipios no se reconocen los resultados. Esto, sumado al escándalo de las tarjetas black de Bankia, de la que la dirección actual es heredera, pues el mismo sector lleva al mando de IU cerca de 20 años, provoca una serie de interpelaciones a la dirección federal para que tome medidas en la federación madrileña y se posicione claramente, como hizo en el caso vasco.
En el Consejo Político Federal (CPF) de enero no se adopta ninguna medida concreta y esto hace que anuncie Tania Sánchez su salida de IU, junto con un pequeño sector del 49%. Este gesto de Tania fuerza que por fin en el CPF de febrero se tomen medidas disciplinarias y se expulse a Ángel Pérez (portavoz en el Ayuntamiento de Madrid y máximo responsable de IUCM durante años) y a Gregorio Gordo (portavoz en la Comunidad de Madrid), pero sin tocar la ejecutiva o forzar una asamblea extraordinaria. Además, esta medida no ha pasado de ser simbólica, pues ni Pérez, ni Gordo han sido expulsados de IUCM ni apartados de sus cargos.
En estos momentos, los sectores críticos de IUCM agrupados en «Cambiar Madrid», menos la parte que ha dejado IUCM con Tania, están luchando porque la dirección federal les reconozca como el referente de IU en la Comunidad de Madrid, lo que recuerda al caso de EBB, y valide su entrada en Ahora Madrid, candidatura amplia que agrupa a Podemos, Ganemos y Equo. Ese sector no reconoce el referéndum que se realizó hace pocos días por parte de la dirección regional y en el que salió la opción de concurrir con las siglas de IU a las municipales y no integrarse en Ahora Madrid.
Hay que señalar que a nivel político ambos sectores tienen dentro personas que se dedican profesionalmente a la política desde hace décadas. La dirección madrileña de IU está más conectada a la burocracia sindical y tiene lazos con las asociaciones vecinales en los municipios. Por su parte el sector crítico agrupa a personas y colectivos más a la izquierda, que van desde el Partido Comunista de Madrid (que con otras direcciones apoyó durante años al sector de «los pérez»), a colectivos como Ahora o Nunca, ligado a la corriente marxista Nuevo Claridad. Referentes de estos sectores críticos son, entre otras personas, la eurodiputada Marina Albiol y el eurodiputado Javier Couso, o el diputado regional Mauricio Valiente. También tienen lazos con movimientos sociales y un perfil más renovador y abierto.
La constitución de espacios unitarios está suponiendo un terremoto para IUCM. Pero existen peligros reales que pueden afectar a esos nuevos espacios y terminar generando los mismos problemas que detectamos en IU tras casi tres décadas de existencia, si no somos capaces de detectarlos y construir una política para que no se den:
- Que al subir en votos, representación y tocar poder se opte por la profesionalización en la política, volviendo a generar una élite de dirigentes. En IU por ejemplo el límite son 8 años para cada cargo, es decir, puedes estar 8 en el ayuntamiento, después 8 más en el parlamento autonómico, etc. Lo que permite, al no limitar los mandatos correctamente, que alguien pueda estar sin echar un currículum más de 20 años.
- Que no se limiten los salarios y pueda haber duplicidad de cargos, con dobles o triples retribuciones. Lo que supone un alejamiento claro de la forma en la que viven las clases populares.
- Que los grupos municipales en los ayuntamientos, los aparatos regionales, etc. coman el terreno y frenen la actuación cotidiana de las bases, así como sus debates. Quedando las asambleas locales, la búsqueda de militancia y los debates políticos en un segundo plano.
- Que no se reconozcan o permitan corrientes políticas organizadas en base a unas ideas concretas, pero sí se vayan filtrando poco a poco grupos de poder «desideologizados» que se conviertan en «familias». Las cuales acaban funcionando como corrientes pero solamente para cuestiones burocráticas. En IUCM tenemos a «los pérez» y «los vicaínos», entre otras.
- Que prime lo electoral sobre la movilización. Muchas veces con la excusa de que si se está en gobiernos municipales se tiene más dinero y se puede hacer gestión, se hacen políticas contra las reivindicaciones y luchas de los movimientos sociales de ese lugar.
- Que las reivindicaciones y propuestas rupturistas y anticapitalistas queden como imposibles o desaparezcan en pos de la «realpolitik». Dando pie a políticas socialdemócratas y reformistas de gestión del capitalismo, que al final no cambian la vida de la gente y generen desánimo y decepción entre las bases.
El repaso a la experiencia de IU en los últimos años y el señalar los riesgos a los que nos enfrentamos debe servir para ayudar a construir una nueva forma de hacer política y una alternativa rupturista, no para repetir los errores del pasado. Dentro de IU, la dirección de IU federal se está viendo cada vez más entre la espada y la pared y debe optar por una de las dos posiciones que se reclaman de IU en la Comunidad de Madrid. Decisión que sigue posponiendo. Parece que al final la «Refundación de la izquierda» que dejaron sin hacer, la va a imponer los acontecimientos.
Aitor Bayón (@saludalegria) es militante de En lucha / En lluita.