Según Ghandi, la lucha no violenta contra el sistema establecido pasa por cuatro diferentes fases, «primero te ignoran, después se burlan de ti, luego te combaten, y al final, tú ganas«. No se sabe si el nuevo movimiento político y social que salga de la refundación que está impulsando Izquierda Unida (IU) ganará las elecciones, […]
Según Ghandi, la lucha no violenta contra el sistema establecido pasa por cuatro diferentes fases, «primero te ignoran, después se burlan de ti, luego te combaten, y al final, tú ganas«. No se sabe si el nuevo movimiento político y social que salga de la refundación que está impulsando Izquierda Unida (IU) ganará las elecciones, pero lo que es un hecho es que tanto la refundación de la izquierda como su primera impulsora han pasado de ser ignoradas a ser vilipendiadas en los medios de comunicación de masas.
Curiosamente esto ha sucedido cuando la refundación de la izquierda ha demostrado que las expectativas de los dirigentes de IU se han cumplido, logrando que de 800 delegados asistentes a la I Asamblea de la refundación, el 40% -unos 320 delegados- no fueran militantes de la coalición de izquierdas, lo que significa que cientos de personas de diferentes partidos políticos y movimientos sociales apoyan el llamado de IU para construir una organización socialista que represente una alternativa al capitalismo. Además Izquierda Unida llamó a los ciudadanos a marchar por las calles madrileñas contra el neoliberalismo, las medidas anti-crisis del gobierno y en apoyo a la Huelga General convocada para el próximo 29 de septiembre. El resultado: la Plaza Mayor de Madrid colapsada por las casi 20.000 personas que acudieron a la convocatoria.
La izquierda española está presentando síntomas de unión y ha demostrado en la calle que sigue muy viva, por lo que estos ataques gratuitos desde los grandes medios de comunicación puede deberse a que se han asustado con los hechos protagonizados por Izquierda Unida y la refundación de la izquierda que esta impulsa.
Público ya tildó a Cayo Lara de «populista» por decir que «los que crean riqueza en España son los camareros, los pescadores, los campesinos, los ganaderos, los médicos y enfermeros, los profesores, los ingenieros, los investigadores, los fontaneros, los albañiles, los tenderos…, y no la banca o el Fondo Monetario Internacional». Ahora ya se sabe que populismo es el término con el que el neoliberalismo insulta a quienes dicen las verdades que tanto se empeñan en ocultar.
El Mundo publicó una opinión al respecto mediante el autor Salvador Sostres, quién comienza su escrito de la siguiente forma, «Izquierda Unida buscaba este fin de semana su refundación. Guiño es de la historia que lo haga a puerta cerrada, y que la prensa sólo tuviera acceso durante dos horas. Se refundarán, sí, en lo que convenga, pero la libertad de expresión y la transparencia nunca ha sido el fuerte de esta gente. Cosas de la izquierda».
Sostres practica un periodismo virtual de baja categoría, el articulista no debió ni pasarse por la asamblea ya que ni se buscaba la refundación -tan sólo iniciarla- ni la prensa sólo tuvo dos horas de acceso a ella. Sólo hay que leer el artículo que Público difundió el 27 de junio sobre la asamblea, para observar que el plumilla del periódico progre tuvo acceso a las discusiones de las diferentes comisiones todo el tiempo. Hecho que nos han confirmado varios militantes de Izquierda Unida contactados por Tercera Información.
No se sabe a ciencia cierta si la libertad de expresión y la transparencia es el fuerte de la izquierda o de la derecha, lo que si es seguro es que la mentira es el fuerte de esta publicación de El Mundo. Precisamente el titulo con el que Salvador Sostres encabeza su texto es «Que se disuelvan y que se callen», la aplicación perfecta de la libertad de expresión para los de pensamiento diferente al de uno mismo.
El autor del blog continúa «Ahora buscan refundarse como «respuesta a los ataques que sufre la mayoría social y la clase trabajadora, desde las instituciones internacionales, la derecha y desde el Gobierno», lo cual es falso. Es falso que la derecha ataque a la clase trabajadora y lo único cierto es que ningún otro sistema como el capitalismo y la economía de mercado han contribuido a erradicar tanto la pobreza. Aunque porque estamos hablando todo el día de la crisis y de sus dramáticas circunstancias pueda parecer lo contrario, hoy hay menos pobres que nunca, y también más gente que nunca incorporada al tren del bienestar».
Si la derecha no ataca a los trabajadores, ¿qué fue el «decretazo del ex-presidente José María Aznar? ¿cómo se explica que Rajoy no sólo no vote en contra de las medidas del gobierno si no que se posiciones con el FMI exigiendo que sean aún más profundas?
Según el autor del artículo es el capitalismo el camino para erradicar la pobreza. No será en España, que ya en el año 2007 el 20% de la población había traspasado el umbral de la pobreza. Hoy después de casi 3 años de crisis no se sabe cuál es la tasa de pobreza, ya que el Instituto Nacional de Estadística lleva 3 años seguidos sin sacar gráficas a este respecto. Los datos sobre pobreza en España más novedosos corresponden a la ONU y su Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el cual elabora regularmente el Índice de Desarrollo Humano, teniendo en cuenta la desnutrición, sanidad y educación entre otros aspectos que determinan el nivel de vida de la población de un país. La última publicación data del 2008 y en ella se observa como España cayó 3 posiciones.
En otros países donde se gobierna con políticas económicas de derechas, como en Colombia, Perú, Estados Unidos de América, Honduras y Guatemala entre otros ha crecido sustancialmente la pobreza. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la misma que certifica que en Cuba ningún niño muere de hambre y que en Venezuela, Bolivia y Ecuador entre otros la pobreza está bajando radicalmente.
Para el bloguero de El Mundo, «Izquierda Unida no representa a la clase trabajadora ni le ha hecho ningún favor. Es más, la ha perjudicado siempre que ha logrado influir en el Gobierno con sus ideas delirantes, su igualitarismo atroz y ese revanchismo social contra los empresarios, que son los que crean la riqueza y los que, al final, pagan los derechos de los trabajadores. Si este partido y sus dirigentes fueran un poco honestos, y no sólo quisieran vivir del populismo más casposo y de la retórica pancartista, deberían admitir que no han estado a la altura, que no han servido con ningún honor a los ideales y a las personas de las que dicen preocuparse, que no han resuelto ningún problema y que todos sus razonamientos han partido siempre de presupuestos falsos».
IU recoge en su programa rebajar las horas de la jornada laboral, aumentar el salario mínimo, regularizar a todos los inmigrantes, acabar con los contratos temporales y el despido injustificado, mejorar el sistema de pensiones, crear una banca pública, establecer que nadie pague más del 30% de su salario por su vivienda… Muchas propuestas que benefician a los trabajadores, por lo que no se entiende la afirmación de Sostres. Quién tampoco explica como ha perjudicado a los trabajores cuando influye en el gobierno, ¿perjudicaría IU a los trabajadores cuando logró que los manteros no tuvieran que ir a la cárcel? ¿o cuándo avanzó un paso más en la dignificación de las víctimas del franquismo? ¿o cuando logró impedir por algún tiempo que el PSOE no privatizase el agua en Extremadura? ¿o cuándo le para los pies a los especuladores inmobiliarios?
Lo cierto es que la igualdad nunca es atroz y sí necesaria, pero cuando a la aplicación de la igualdad se le llama revanchismo sólo por intentar redistribuir la riqueza democratizando los medios de producción, para que todos los ciudadanos tengan el mismo acceso a él, sólo porque se pretenda reformar progresivamente la fiscalidad del estado para que cada cual pague en base a lo que tiene y para que los empresarios que dicen ganar menos dinero que sus empleados llevando un nivel de vida muy superior limpien sus cuentas… es el momento de pensar qué injusticia se está defendiendo y para qué.
Para finalizar Salvador Sostres escribe que «hasta que los trabajadores no entiendan que el empresario no es su enemigo sino su aliado, y que la creación de riqueza es el único camino para prosperar personal y colectivamente, siempre habrá sindicatos y comunistas haciendo negocio con sus problemas, agravándolos y eternizándolos para poder seguir viviendo de ellos».
Observando las propuestas de la patronal en el diálogo social, donde ésta tiene una muy buena sintonía con el gobierno de Zapatero, que van todas contra los intereses de los trabajadores, es difícil que ellos vean a los empresarios como sus aliados. La creación de riqueza lo sería más nacionalizando los sectores estratégicos para que no fuera una sola empresa privada quién se llevase los beneficios, sino toda la ciudadanía, la riqueza aumentaría si se promovieran las cooperativas y Empresas de Caracter Social para que el dinero que creasen los trabajadores revirtiera en ellos y fuera declarado entre otras iniciativas.
Me pregunto que le dirían las decenas de miles de familias desahuciadas de sus casas en España a Sostres sobre si «sindicatos y comunistas» que defiendan sus condiciones de trabajo y luchen por un sistema más justos para ellos son necesarios o quizá serán los empresarios los que les solucionen la papeleta: los mismos que han sido salvados con el dinero producido por los trabajadores pero luego no los salvan de la bancarrota.
Sería interesante saber también la opinión de los inmigrantes, los funcionarios, los trabajadores temporales y los mileuristas entre otros. Viendo las encuestas donde IU ha doblado en apenas unos meses su opinión de voto, se podría adivinar la respuesta.