El presidente portavoz del Grupo Parlamentario de Izquierda Verde IU-ICV, Gaspar Llamazares, ha aportado datos que demuestran que al menos tres aviones fletados por la CIA norteamericana que hicieron escala en aeropuertos españoles fueron utilizados para trasladar a presos secuestrados a lugares de tortura desconocidos. Llamazares hizo públicos estos datos durante la comparecencia del ministro […]
El presidente portavoz del Grupo Parlamentario de Izquierda Verde IU-ICV, Gaspar Llamazares, ha aportado datos que demuestran que al menos tres aviones fletados por la CIA norteamericana que hicieron escala en aeropuertos españoles fueron utilizados para trasladar a presos secuestrados a lugares de tortura desconocidos.
Llamazares hizo públicos estos datos durante la comparecencia del ministro de Asuntos Exteriores ante la Comisión parlamentaria de este Departamento celebrada durante toda la tarde en el Congreso, después de que el Ejecutivo se viera obligado a atender las demandas de comparecencia de miembros del Gobierno registradas por IU-ICV.
Así, el portavoz de IU-ICV denunció en primer lugar, los datos sobre el avión Gulfstream IV, de matrículas N85VM, después modificada para tratar de ocultarse por la N227SV, de la empresa Richmor Aviation, que fue utilizado para el secuestro en Milán, su traslado a Ramstein (Alemania) y entrega en El Cairo del clérigo egipcio Hassan Mustafá Osama Naser. El fiscal antiterrorista italiano Armando Spataro ha abierto una investigación y ha solicitado la extradición de 22 presuntos agentes estadounidenses.
El segundo avión que Llamazares denunció es la aeronave Gulfstream V, con matrículas N379P y también variada posteriormente a N8068V, de la empresa Premier Executive Transport Services que supuestamente sirve como «tapadera» de la CIA y cuya sede es una «simple dirección postal». Este avión habría sido utilizado para la entrega de Ahmed Agiza y Mohamed al-Zery desde Suecia hasta Egipto en diciembre de 2001, donde fueron torturados.
El primero de ellos fue liberado sin cargos en octubre de 2003 y presentó denuncia ante el Comité de la ONU contra la tortura. El otro, Mohamed al-Zari, sigue preso en El Cairo y presentó denuncia ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, recordó el coordinador general de IU.
El tercer caso es un Boeing 737 de matrícula N313P, posteriormente doblada para que se le perdiera la pista por la N4476S, que también pertenece a Premier Executive Transport Services. Este avión sirvió al traslado del ciudadano alemán Jaled el Masri, despegó del aeropuerto de Son San Joan rumbo a Skopje el 23 de enero y esa misma noche salió hacia Bagdad.
«Tras la entrega del prisionero en Kabul, el avión regresó a Mallorca el 26 de enero y pasó dos noches en la isla. Esto coincide con el testimonio de El-Masri, que además quedó reflejado en el visado macedonio de salida que figura en su pasaporte», indicó Llamazares.
Este dato del Boeing coincide parcialmente con la información facilitada por el Ministerio de Asuntos Exteriores, que indica la llegada el 22 de enero de este avión procedente de Argel y con destino a Skopje.
En Son San Joan, según Moratinos, pasó un día, donde se identificó al miembro de la tripulación James Richard Faring, con pasaporte 402678113. El resto de la tripulación o pasajeros son «desconocidos» para el Gobierno español, que especificó que esta escala permitió el «avituallamiento, repostaje y mantenimiento» del aparato.
Por otra parte, se ha hecho público que precisamente el avión estadounidense con matrícula N85VM, cuya existencia ha denunciado Izquierda Unida y del que su grupo parlamentario pidió información explícita al Gobierno por escrito el pasado mes de julio, sin que hasta ahora haya habido respuesta alguna, hizo una escala de entre 60 y 90 minutos el 12 de abril de 2004 en el aeropuerto tinerfeño de Los Rodeos en su trayecto de la base de Guantánamo (Cuba) a la capital rumana, Bucarest. Estos datos se obtienen de la lista completa de aeronaves estadounidenses que han realizado escalas en aeropuertos de Baleares y Canarias durante este año.
Este caso es el único en el que aparece Guantánamo como origen o destino de un vuelo civil estadounidense desde enero de este año. En otros seis casos aparecen los aeropuertos libios de Trípoli o Mitiga, así como capitales o países africanos y de la región de Oriente Próximo como Rabat, Argel, Nairobi, El Cairo, Jordania, Líbano y Yibuti.
Asimismo, aparecen los aeropuertos europeos de Skopje (Macedonia), Orebro (Suecia), Shannon (Irlanda) como destino de aeronaves civiles que pasaron por el aeropuerto balear de Son Sant Joan.
Por otro lado, hay tres vuelos que hicieron escala en aeropuertos españoles y que se desconoce su destino final. El primero salió de Washington y pasó un día en Son Sant Joan el 20 de abril. El segundo, de Bakú (Azerbaiyán) el 22 de julio y que pasó por el mismo aeropuerto balear, y el último, procedente del Líbano el 15 de febrero y que repostó en Ibiza durante 70 minutos.
Tras comprobar los vuelos denunciados por Gaspar Llamazares y la información facilitada durante la comparecencia por el ministro Moratinos se ha podido comprobar la circunstancia de que todos ellos figuran en la relación de la que dispone el Ministerio de Exteriores, si bien algunas de las rutas no concuerdan con la relatada por el coordinador general de Izquierda Unida.
Llamazares, que se mostró como el portavoz más beligerante frente a las explicaciones del Gobierno, acusó al Ejecutivo de «pasividad» y se declaró «indignado por el silencio oficial desde principios de año. Al menos en estos tres casos concretos, alguien miente, y miente a sabiendas», manifestó.
El presidente de Izquierda Verde emplazó al Gobierno a implicar a la Fiscalía General del Estado y a la Audiencia Nacional en la investigación de estos casos, porque «el Gobierno no puede mirar hacia otro lado ante indicios evidentes».
Insistió en que debían haber comparecido ante el Congreso los ministros de Interior y de Defensa y el director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y espetó a Moratinos: «El Gobierno le ha enviado a usted a que se coma el marrón». Del ministro de Defensa, José Bono, que ha rechazado la «sospecha preventiva» contra Estados Unidos, dijo que «sospecha de quienes sospechamos».
«Hemos trabajado juntos contra la guerra y por la retirada de las tropas. No desperdicien ustedes el crédito obtenido, no debiliten la nueva política exterior buscando equilibrios inestables. Lo que está en juego ahora no es sólo la relación con Estados Unidos, son los Derechos Humanos, el Derecho Internacional y la soberanía de nuestro país», manifestó Llamazares.
Además, presentó al ministro una batería de preguntas, empezando por si está dispuesto a revisar el Convenio Bilateral de Defensa con Estados Unidos, para que los aviones militares requieran autorización caso por caso y, en el caso de los aviones civiles, exigir «reciprocidad» y, por lo tanto, reclamar datos del pasaje, la tripulación y el equipaje, para «acabar con el derecho de pernada».
Posteriormente, Llamazares recomendó al ministro que «no se columpie» y no descarte la comisión de delitos antes de que haya finalizado algunas de las investigaciones que aún están en curso.
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