Comunicado del Área de Migraciones de IU
Acabamos de vivir una nueva tragedia en nuestras fronteras. Todavía no conocemos su alcance exacto, pero su magnitud constituye un hito en la dramática historia de la gestión de las fronteras en nuestro país.
El Área de Migraciones de IU reclama una investigación inmediata de lo acaecido que esclarezca todas las responsabilidades criminales y políticas.
Es inconcebible un balance de muertos en el control de una zona fronteriza, frente a migrantes desarmados y con uno de los dispositivos tecnológicos más sofisticados del planeta.
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Pero más allá de las actuaciones penales y sancionadoras necesarias, la magnitud de lo sucedido reclama la intervención de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) y del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), para que de forma independiente evalúen la intensidad de la violación a los derechos humanos que se está produciendo y emprendan acciones concretas para la protección de los migrantes.
Estos hechos deben contextualizarse en una política represiva y criminalizadora de las migraciones exacerbada por el Gobierno del PP, aunque compartida en gran medida por el PSOE. Las concertinas o cuchillas instaladas en las vallas fronterizas han sido la última medida en este sentido y han demostrado ser un instrumento de muerte.
Las expulsiones ilegales, que ha reconocido recientemente el Ministro del Interior aunque se vienen produciendo desde hace años, la violación del acceso al procedimiento de asilo conforme a lo establecido a la Convención de Ginebra de 1951 y las declaraciones criminalizando a los migrantes, son el colmo de una escalada represiva que pretende contener los desplazamientos provocados por el capitalismo depredador con violencia e intimidación.
No es casual que estos hechos coincidan con nuevas llegadas masivas de migrantes a Lampedusa y otras fronteras europeas. África está siendo devastada por el saqueo de sus recursos naturales, la inequidad de las relaciones comerciales y por guerras e intervenciones militares amparadas en algún caso por la Unión Europea.
Frente a esta realidad, la UE está demostrando su carácter egoísta e hipócrita, ya que mientras mantiene un discurso de respeto a los derechos humanos, construye una Europa fortaleza que sólo responde con represión a las migraciones que se dirigen a sus fronteras.
La gravedad de lo sucedido debe conllevar la dimisión inmediata del Ministro del Interior, Jorge Fernandez Díaz, por un imperativo moral y democrático.
El Área Federal de Migraciones de Izquierda Unida hace un llamamiento a la movilización para reclamar un giro ético a las políticas de migración, mostrar la solidaridad con los migrantes y exigir el respeto a los derechos de los mismos.