Ha muerto. El fue durante mucho tiempo, me imagino que con su muerte dejara de serlo, una de las obsesiones del candidato a premio Nóbel de la paz, el juez Garzón, un juez «que se inventa casi todo» según palabras del también juez Joaquín Navarro. Jon Idígoras ha muerto y esto obligara al mencionado juez, […]
Ha muerto. El fue durante mucho tiempo, me imagino que con su muerte dejara de serlo, una de las obsesiones del candidato a premio Nóbel de la paz, el juez Garzón, un juez «que se inventa casi todo» según palabras del también juez Joaquín Navarro.
Jon Idígoras ha muerto y esto obligara al mencionado juez, o a cualquier otro juez que se preste a continuar con sus descacharrados autos en ausencia del mismo, a retirar su nombre del sumario de las Herriko Tabernas. Tal vez no.
A Jon le llevaron a la cárcel convaleciente «por si reventaba» como integrante de la Mesa Nacional de Herri Batasuna en 1997 bajo la acusación, de Garzón claro, de la distribución en televisión de un video elaborado por la organización armada ETA como parte de la cuñas publicitarias en campaña electoral.
El hijo de Juanita Gerrikabeita, titulo de su autografía publicada por Txalaparta en 1.999, fue militante confeso y convicto, carne de cañón de la guardia civil, de la policía armada y de la ertzantza. Todos ellos le han detenido, todos ellos le han retenido y muchos, muchos de ellos, le han dado mas ostias que las que contar se puedan.
El le pone sorna al pasado y esperanzas al futuro cuando habla de redadas en su Zornotza natal, nació un 3 de mayo de 1.936, guiños de complicidad entre detenidos que se veían y saludaban en las escaleras de los cuartelillos y que incluso se retiraban a casa a esperar su detención ante cualquier atentado.
¿Cuántas ostias…? Cuántas detenciones?, ¿Cuántas cárceles…? Cuántos hospitales…? te han dado y obligado a visitar. De todos ellos has salido y hoy tendríamos que añadir que «ha muerto en paz» pero no es posible porque quienes te detuvieron y hostiaron te la han negado y nos la niegan a nosotros, a todos nosotros. Has muerto Jon como viviste libre, la dignidad, la esperanza y los sueños siempre han sido libre y de todos ellos tenias para repartir.
Te recuerdo de apenas hace unos días, la de cosas que pasan en solo unos días, junto a Itziar en el Velódromo de Anoeta. Recuerdo, y te juro Jon que así es, entre los Goras y los aplausos, a ti y a Itziar, con tu verbo ya roto y entrecortado y 15000 gargantas mudas.
No eras político, siempre te has empeñado en decirnos que lo tuyo no era la política, solo un trabajador con identidad y un luchador social, un antifascista eterno y un gudari de los pies a la cabeza. Sabían, Batasuna lo sabia, que podían contar contigo y te llamaron, antes lo hizo Herri Batasuna y Euskal Herritarrok pero tu siempre has estado orgulloso de haber participado en la creación del sindicato abertzale LAB (langile abertzaleen batzordeak).
Seguro que nunca imaginaste mundos mejores lejos de tu Euskal Herria, seguro también que la muerte no te los va a mostrar y si existe, yo no lo creo, vida después de esta estoy seguro que te vuelves a reenganchar en el barrio de Gane de Zornotza.
Jon seguro que si te da tiempo antes de abandonarnos ¡quien sabe donde! este sábado 4 de junio nos volvemos a ver en Bilbo gritando Orain herria, orain bakea. ¡Seguro que si!
Hasta siempre Jon.
Eskerrik asko eta beti arte. Muxu handi bat gudari.