Aznar cerró anoche el Ciclo ‘Relecturas con los ex presidentes del Gobierno’ en el Mira Teatro, organizado por el Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón (Madrid), con una charla sobre el libro ‘El camino a la democracia en España’, de Manuel Alvarez Tardío, tras las introducciones del director del diario El Mundo, Pedro J.Ramírez y el […]
Aznar cerró anoche el Ciclo ‘Relecturas con los ex presidentes del Gobierno’ en el Mira Teatro, organizado por el Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón (Madrid), con una charla sobre el libro ‘El camino a la democracia en España’, de Manuel Alvarez Tardío, tras las introducciones del director del diario El Mundo, Pedro J.Ramírez y el alcalde de Pozuelo, Jesús Sepúlveda.
Durante un coloquio con los asistentes a la charla, el ex mandatario expresó sus opiniones sobre la política antiterrorista del Gobierno, la Guerra de Irak y la educación en España, entre otros asuntos. Sobre ETA, el dirigente ‘popular’ de FAES, que fue recibido entre aclamaciones de «¡presidente! ¡presidente!», advirtió que los terroristas quieren «imponer en el País Vasco y en Navarra, después de desgajarlas de España, su proyecto totalitario de marxismo y nacionalismo».
«Ahora sé que no había armas»
Su opinión con respecto a las armas de destrucción masiva es que, «todo el mundo creía que las había», lo cual es «un problema porque las decisiones hay que tomarlas no a toro pasado, sino cuando está el toro sobre el terreno, y es ahí cuando hay que torearlo», declaró.
Aznar manifestó que «todo el mundo pensaba que en Irak había armas de destrucción masiva, y no había armas de destrucción masiva», algo que, señaló, «ahora» sabe.
Durante su exposición quiso recordar también que ni España ni el gobierno que él presidía «enviaron una sola persona a combatir en la guerra de Irak», y en caso de haberlo hecho, «hubieran sido soldados profesionales, lo que marca una diferencia con la anterior guerra del Golfo».
El ex presidente afirmó que su gobierno «tomó la decisión que tomó porque creía que era lo más conveniente para los intereses nacionales» y aseguró estar convencido de que «a pesar de las dificultades», el tiempo le «dará la razón».
Sobre el «terror», Aznar apuntó que «a la infamia de cuarenta años de extorsión y muerte, quieren que ahora sumemos un proceso de negociación con los terroristas sin que éstos hayan cedido un ápice en sus objetivos». Destacó que «no debemos olvidar que todos estos años de amenazas y asesinatos pretendían sólo una cosa: que nuestra democracia se rindiera. Lo pretenden con muertos o, en eso que ahora llaman proceso de paz, a cambio de dejar de matar». A su juicio, los terroristas «quieren las mesas, que llaman de partidos, para cambiar el marco constitucional y que España deje de ser España» y «quieren las sillas en los ayuntamientos vascos para que ETA-Batasuna reciba dinero y respaldo institucional de nuestra democracia y tenga así más fácil su trabajo de destruir España».
El ex presidente del Gobierno subrayó también en su alocución que «en España, sólo hay una nación, la nación española, en la que están reconocidas las comunidades autónomas como nacionalidades y regiones».