Reivindicaba, en el verano de 1976, la construcción de una alternativa comunista. La organización marxista revolucionaria Germania Socialista, fundada en 1970, exponía en el número 7 de la revista Bloc Roig su análisis marxista del “problema nacional” en el País Valenciano.
¿Qué tarea correspondía a la clase trabajadora ante la “opresión” del País Valenciano como pueblo? El texto mecanografiado de 60 páginas avanzaba, en la introducción, una respuesta a grandes rasgos: “(Que) la construcción de un País Valenciano libre, socialista y solidario con el resto de los pueblos sea un hecho real”.
Germania Socialista tuvo entre sus promotores al profesor de Sociología de la Universitat de València, escritor y activista, Josep Vicent Marqués; con motivo de su fallecimiento, en mayo de 2008, Ecologistas en Acción recordaba algunos puntos de su trayectoria; feminista y militante de la izquierda antiautoritaria, fue uno de los impulsores, en 1976, del colectivo Margarida, primera organización ecologista y antinuclear del País Valenciano; años después Marqués afirmaba: “Continúo teniendo la misma mala opinión del capitalismo, el previsible desastre ecológico y el machismo”. Militó además en el Partit Socialista Valencià (PSV).
De este ideario surgieron ensayos como País perplex, Premio de Ensayo Joan Fuster en 1973; Ecología y lucha de clases (1978); ¿Qué hace el poder en tu cama? Apuntes sobre la sexualidad bajo el patriarcado (1981) o Curso elemental para varones sensibles y machistas recuperables (1991).
El profesor de Secundaria, graduado en Filosofía por la Universitat de València y colaborador del periódico La Directa, Llorenç Saval Devesa, impartió una conferencia titulada Germania Socialista i la figura de Josep Vicent Marqués, inserta en el curso Història política de les esquerres valencianes organizado por La Fènix. Universitat Popular y La Directa.
Ecología y lucha de clases es un “honesto panfleto” que el autor dedica a la clase obrera; en uno de los capítulos –Para incordiar al capital-, introduce algunas propuestas de acción, como una realizada por el colectivo Margarida; en la Semana del Barrio de Natzaret (Valencia), integrantes de la asociación vecinal y del grupo ecologista pintaron flores, plantas de color y textos reivindicativos en las paredes.
Con la referencia a “un fantasma pequeñito” (el ecologismo) y una nota de ironía, el sociólogo empieza del siguiente modo el ensayo: “Sería exagerado comenzar con aquello de ‘un fantasma recorre Europa’, digamos que ‘un fantasmita pequeño recorre Europa en bicicleta’. Es hijo de ‘hippies’, ‘provos’, ácratas y campesinos, pero tiene un aire a obrero cabreado por la contaminación del barrio y a ama de casa preguntándole al alcalde que qué hace con los críos si no hay un parque a menos de tres kilómetros”.
En País Perplex (Ed. 3 i 4) Marqués apuntó -como rasgos de la perplejidad en el País Valenciano de los años 70- la crisis en el sector de la naranja; y el proceso de transformación que se manifestaba en el proyecto de IV Planta Siderúrgica Integral en Sagunto; la inauguración en 1976 de la factoría de Ford España en el municipio de Almussafes; o la Autopista del Mediterráneo.
Y al desconocimiento de sí mismos, como pueblo, que tenían los valencianos (pese a que la situación estaba cambiando desde hacía una década en la juventud más consciente), se agregaba “el desplazamiento de las decisiones que nos afectan hacia instancias absolutamente extrañas, incluso a la propia clase dominante valenciana”, explicaba el autor de País Perplex.
De izquierdas, nacionalista/internacionalista, antipatriarcal y ecologista continuaba reclamándose Josep Vicent Marqués en Tots els colors del roig, autorreportaje o libro casi de memorias ideológicas publicado por 3 i 4 en 1997. Pasado un cuarto de siglo de militancia, se sentía –como rojo– más unido a Robespierre, Rosa Luxemburgo, Durruti (siempre respetó el anarquismo), Andreu Nin, Malcolm X, Martin Luther King, Rudi Dutschke y Cohn Bendit, que a Willy Brandt o el “amable” Togliatti; y menos todavía “al señor González y el señor Carrillo”.
Llorenç Saval Devesa destaca, en el curso de La Fènix y un artículo en La Directa, las aportaciones del sociólogo sobre la construcción de masculinidades alternativas; así, “el feminismo representa también una liberación para el género masculino de las conductas impuestas por la masculinidad patriarcal; los hombres son víctimas del patriarcado, en el sentido de que están atravesados por una masculinidad que condiciona negativamente su comportamiento”.
En la misma jornada de La Fènix y La Directa, el investigador Pau López conferenció sobre La lluita per l’alliberament LGTBIQ+ durant la Transició al País Valencià, entre 1976 y 1984. El Front d’Alliberament Homosexual del País Valencià (FAHPV) fue la primera organización “sexualmente revolucionaria” en constituirse –en 1976- en el territorio valenciano y la segunda del estado español. Además, “es la primera en la que hay registros de un grupo autónomo de lucha lésbica”, subraya Pau López.
Los discursos del FAHPV asumían la idea de “emancipación social” y el principio feminista de “autonomía corporal”, desde donde podría conseguirse la liberación sexual plena. Los activistas compartían, además, el valencianismo que en la época atravesaba la oposición antifranquista, aunque no con la misma intensidad que en el País Vasco y Cataluña. Meses después que cesara la actividad del Front, en 1978, surgió el Moviment per l’Alliberament Sexual del País Valencià (MAS-PV).
Pau López resalta, entre los principios defendidos por el MAS-PV (aunque no por todos sus integrantes), “la utopía de la sexualidad libre teniendo como sujeto político a toda la sociedad, la sextopía universal”. Constituyó uno de sus hitos la convocatoria -en Valencia, en junio de 1979- de una manifestación en la que participaron 4.000 personas.
Ya en 1980 (durante cuatro años), el Moviment per l’Alliberament Gai del País Valencià (MAG-PV) “dará prioridad a los sujetos más visiblemente afectados por el heterosexismo”; entre sus acciones reivindicativas, la convocatoria de concentraciones el 28 de junio (Día del Orgullo), presentaciones de libros o fiestas por el auto-reconocimiento; los integrantes del MAG-PV también tramitaron denuncias contra la represión policial y los despidos del trabajo por razones de homofobia.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.