Como estaba previsto, el juicio en el que se decide la solicitud de extradición del reputado cocinero vasco Josu Lariz Iriondo a los dominios del peticionario Baltasar Torquemada, comenzó el pasado día 8 de junio en Buenos Aires. Sin embargo, la entereza del encausado, los testimonios de los testigos y la calurosa solidaridad de muchos […]
Como estaba previsto, el juicio en el que se decide la solicitud de extradición del reputado cocinero vasco Josu Lariz Iriondo a los dominios del peticionario Baltasar Torquemada, comenzó el pasado día 8 de junio en Buenos Aires. Sin embargo, la entereza del encausado, los testimonios de los testigos y la calurosa solidaridad de muchos argentinos y argentinas consiguieron transformar la vista en un foro de enjuiciamiento al propio Garzón y a la estrategia represiva que se aplica sistemáticamente contra los prisioneros políticos en las cárceles de exterminio del Estado español y en los juzgados, sus amenazantes antesalas.
Este hombre de 47 años, que ha demostrado suficientemente su inocencia de todos y cada uno de los cargos que le imputa el tribunal especial español, está siendo víctima propiciatoria del terrorismo de Estado. De izquierdas y abertzale, es perseguido, únicamente, por sus ideas políticas. El acoso al que se le somete desde hace cuatro lustros le obligó a abandonar su país, Euskal Herria, y refugiarse en el Uruguay, donde contrajo matrimonio y, con mucho esfuerzo, rehizo su vida junto a su compañera. La justicia uruguaya le dio la razón, negando una y otra vez su extradición. Sin embargo, el presidente de aquella república, asiduo cliente del restaurante de Josu, firmó un inconfesable acuerdo económico con el Gobierno español y pagó su parte del trato ordenando el secuestro de Lariz Iriondo en la misma puerta del juzgado que le había puesto en libertad. Como remate de la operación, y utilizando un pasaporte falso confeccionado en la Embajada española, la Policía lo trasladó a la Argentina.
La sentencia se conocerá después de la sesión que tendrá lugar el día 17 de junio. Esperemos que se haga justicia y que el magistrado Bonadío conceda a Josu el amparo que ya le ha brindado el pueblo argentino.