La Juventud Comunista quiere mostrar su apoyo al E.O «El Dragón», proyecto que okupa un edificio abandonado y desocupado, propiedad de la empresa funeraria municipal que privatizó el ex alcalde Álvarez del Manzano por 100 pesetas. Dicha empresa fue vendida por el susodicho a sus «amiguetes» de la empresa Funespaña, José Ignacio Rodrigo y los […]
La Juventud Comunista quiere mostrar su apoyo al E.O «El Dragón», proyecto que okupa un edificio abandonado y desocupado, propiedad de la empresa funeraria municipal que privatizó el ex alcalde Álvarez del Manzano por 100 pesetas.
Dicha empresa fue vendida por el susodicho a sus «amiguetes» de la empresa Funespaña, José Ignacio Rodrigo y los hermanos Juan y Ángel Valdivia, propietarios de la misma. Las 100 pesetas que invirtieron en 1993 para hacerse con el 49% del capital social de la Funeraria Municipal de Madrid se han transformado en un volumen de negocio de unos 41,869 millones de euros en el primer semestre del 2008 (fuente: http://www.eleconomista.es/empresa/FUNESPANA). Muy curioso para una compañía fundada 3 años antes y que facturaba 1,2 millones de antiguas pesetas y que tenia una plantilla de 4 empleados. Esto ultimo no fue óbice para que el ayuntamiento les vendiera no solo el 49% de la empresa municipal, sino que también les cediera el 100% de la gestión de dicha empresa, además de condonar a la empresa una deuda de 13,6 millones de pesetas que había contraído con el ayuntamiento.
Debido a esto, los hermanos Valdivia se han convertido en una de las mayores fortunas de España, compartiendo ranking con otros pájaros de la talla de Emilio Botín, Entrecanales, Del Pino, etc.
Gracias a la denuncia de IU, este hecho de corrupción descarada no quedo del todo impune y tras 15 años de juicios, hace unos meses por fin se dictaba sentencia contra el 1er teniente de alcalde de por aquella época (Luis María Huete, que por cierto, tambien fue regidor madrileño durante la dictadura) condenandolo a 2 años y un dia de inhabilitacion para asumir cargos públicos.
Pero lo que de verdad es sangrante de este caso es que los hermanos Valdivia, han sido condenados por delitos contra la hacienda publica, pero que por el paso de los 15 años de litigio (durante los que se han echo multimillonarios) han prescrito, quedando el caso en la mas absoluta impunidad, siendo Luis Maria Huete el único con condena firme de un sumario de 9 personas.
Estos hechos, que vienen a demostrar que no existe justicia imparcial en este país, decantándose esta según la capacidad económica y/o influencia política, echando por los suelos el supuesto estado de derecho que dicen defender PP y PSOE.
Que evidencian de nuevo los estrechos vínculos entre política y empresa, que se generan bajo el modelo capitalista neoliberal, legislando y gestionando únicamente en favor de las empresas, mientras miles y miles de trabajadores se quedan en paro o ven seriamente recortados sus derechos laborales.
Que cada vez dejan menos alternativas a la sociedad en su conjunto y en especial a la juventud, para poder llevar una vida digna y plena en derechos, pues los ataques contra la clase obrera son hoy en día, en todos los frentes, insertos además, en un marco de crisis del modelo económico: privatizaciones, aumento de jornada laboral hasta las 65 horas, falta de vivienda digna a un precio asequible debido a la especulación, represión, etc.
Por todo ello, en estos tiempos, en los que las empresas y los gobiernos neoliberales pretenden cargar de nuevo, sobre los hombros de la clase obrera, todo el peso de la crisis económica que ellos mismos han creado, es altamente positivo y necesario, iniciativas directas de empoderamiento y apoderamiento de espacios por parte de los jóvenes y no tan jóvenes, por parte de individuales y de movimientos sociales, de movimiento vecinal, para después socializarlos en beneficio de los vecinos del barrio.
Es pues necesario, okupar y liberar espacios.
Es necesario devolverle a la clase trabajadora aquello que le ha sido arrebatado y mas en un caso como este en el cual un servicio y unas instalaciones publicas han sido arrebatadas de la manera mas impune y corrupta.
Es por ello que «El Dragón» es una nueva esperanza y una nueva trinchera de la juventud madrileña contra el capital y el fascismo. Esta nueva okupación pretende recuperar ese espacio para abrirlo a la gente, a las y los vecinos, a la juventud, a las y los inmigrantes, pretende llenar de vida un espacio muerto que albergue proyectos y luchas.
Saludamos efusivamente este proyecto que frente la especulación que secuestra los espacios y las privatizaciones que benefician a unos pocos, libera un espacio para ponerlo al servicio de los movimientos sociales y de los sectores más atacados por el paro y la precariedad.