Informado telefónicamente de la obtención del premio, el autor de obras como Enunciaciones y Bajo la lluvia ajena agradeció sorprendido el reconocimiento y dio a conocer su admiración por la obra Nerudiana. El escritor argentino manifestó su admiración por el trabajo creativo del vate chileno, destacando que la obra de Neruda ha sido un premio […]
Informado telefónicamente de la obtención del premio, el autor de obras como Enunciaciones y Bajo la lluvia ajena agradeció sorprendido el reconocimiento y dio a conocer su admiración por la obra Nerudiana. El escritor argentino manifestó su admiración por el trabajo creativo del vate chileno, destacando que la obra de Neruda ha sido un premio para latinoamerica y el mundo.
«Es un gran honor, además del nombre que lleva ese premio, Pablo es un autor que he leído mucho»,el escritor argentino fue reconocido por «la creación de un lenguaje original y por su trabajo en el exilio».
El sábado pasado, en la Casa-Museo «La Chascona»,que fuera propiedad de Pablo Neruda y que ahora es administrada por la fundación que lleva su nombre, se dio a conocer el ganador del Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda 2005.
El jurado integrado por José Weinstein, ministro de Cultura; José Miguel Oviedo, crítico peruano; Hernán Loyola, crítico y experto nerudiano chileno, y el escritor argentino Mempo Giardinelli favoreció con esta importante distinción al poeta trasandino Juan Gelman (1930).
Hernán Loyola leyó el acta oficial, destacando al galardonado «por la creación de un lenguaje poético personal de gran originalidad, rigor y concisión. Su vínculo con la cultura popular, especialmente el tango y la revaloración de la oralidad y una dimensión trágica que recoge ecos de la tradición judía y la enlaza con la perspectiva latinoamericana, con su exilio y drama».
Considerado por muchos como uno de los más grandes poetas contemporáneos, su creación delata una ambiciosa búsqueda de un lenguaje trascendente, ya sea a través del «realismo Crítico y el intimismo, primeramente, y luego con la apertura hacia otras modalidades, la singularidad de un estilo, de una manera de ver el mundo, la conjugación de una aventura verbal que no descarta el compromiso políticos y social, como una manera de templar la poesía con los grandes temas que asolan a la humanidad.
Nacido en Buenos Aires -en el histórico barrio de Villa Crespo-, la obra de Juan Gelman ha sido traducida a siete idiomas, en 1997 recibió el Premio Nacional de Poesía y cuenta con importantes reconocimientos como el Premio Juan Rulfo 2000.
La actividad poética del vate trasandino no puede entenderse sin su posición de compromiso social, vinculada, en su juventud, al sector de los Montoneros del peronismo. El escritor Eduardo Galeano andaba en lo mismo y por eso Gelman formó parte de la redacción de la revista Crisis (1968-1975) que el uruguayo había fundado en Buenos Aires. El rápido deterioro de la situación política argentina hizo cada vez más difícil para el poeta bonaerense trabajar en su país.
Amenazado de muerte, huyó en 1975. El ambiente se hizo insostenible, especialmente cuando su hijo y la esposa embarazada de éste fueron secuestrados por un grupo paramilitar: los restos del primero fueron hallados e inhumados en 1990; la nieta apareció en 2000 en Montevideo, y su nuera sigue desaparecida.
Después de vivir un tiempo en Roma y París, Gelman pasó a Nueva York y luego a México, donde vive desde 1989. Entre sus libros publicados en su destierro destacan «Hechos y relaciones» y «Si dulcemente»,páginas que reflejan el doloroso clima de derrota y pérdida sufrido por el autor.
En marzo del 2001, en el marco del primer encuentro de ChilePoesía, el creador visitó Chile y leyó sus poemas en un emotivo encuentro que tuvo lugar en Villa Grimaldi, uno de los centros de tortura y muerte creado por la dictadura militar de Pinochet.
Desde el DF mexicano, manifiesta sentirse «súper contento con el Premio Iberoamericano Pablo Neruda. Más que para mi creación, ha sido fundamental para mi voz su libro ‘Residencia en la Tierra’, pero también ‘Estravagario’, a mi juicio una obra tan intensa e inmensa».
En su trabajo poético destacan «Violín y otras cuestiones» (1956), «El juego en que andamos» (1959), «Cólera buey» (1965), «Relaciones» (1973), «Bajo la lluvia ajena» (1980), «Hacia el Sur» (1982), «Dibaxu» (1983) e «Interrupciones» (1988).
El premio Iberoamericano de poesía Pablo Neruda, fue creado el año pasado en el marco de las celebraciones oficiales del Centenario del Natalicio del Premio Nobel de Literatura 1971 y en el 2004 lo obtuvo el escritor mexicano, José Emilio Pacheco el premio distingue anualmente la trayectoria de un autor cuya obra se considera un aporte notable al diálogo de las culturas y la creación artística de la región.
El Premio Iberoamericano Pablo Neruda está dotado de 30 mil dólares. El próximo 12 de julio, en el marco de la celebración de los 101 años de vida del Premio Nobel, Juan Gelman recibirá el galardón en Chile.