Libros, ropa o juguetes; artículos que renovamos con frecuencia y que en muchas ocasiones terminan en la basura. Estando en buen estado y con un simple lavado de cara podrán ser útiles a otras personas. La red social Koopera acaba de inaugurar una nueva planta de tratamiento de estos artículos en Mungia, única en el […]
Libros, ropa o juguetes; artículos que renovamos con frecuencia y que en muchas ocasiones terminan en la basura. Estando en buen estado y con un simple lavado de cara podrán ser útiles a otras personas. La red social Koopera acaba de inaugurar una nueva planta de tratamiento de estos artículos en Mungia, única en el Estado, que dará empleo a 264 personas y permitirá duplicar los artículos que se reutilizan en Bizkaia. Se trata de un centro pionero en el Estado, que utiliza un novedoso sistema de reconocimiento de voz para clasificar los artículos.
Al nuevo Koopera Reusing Center irá a parar todo tipo de objetos, desde ropa a pequeños electrodomésticos (como batidoras y DVD), pasando por calzado, libros, artículos de bazar o juguetes, susceptibles de poder ser utilizados de nuevo. Para su recogida, se han empezado a instalar unos nuevos contenedores blancos que sustituirán a los verdes en los que hasta ahora solo se podía depositar ropa. Se trata de un contenedor que optimiza el espacio, al poder depositar en el distintos artículos, y más eficaz para el reciclaje, ya que el ciudadano no tiene que ir al garbigune para separar residuos.
Actualmente, en Bizkaia se reutilizan unas 1.778 toneladas de residuos, como muebles, electrodomésticos o juguetes. Gracias a este nuevo centro, esta cifra prácticamente se duplicará en los próximos años, incrementándose hasta las más de 3.300.
Y es que en este nuevo centro se espera resucitar la mitad de las 3.500 toneladas de artículos que llegarán cada año. Del resto, una parte se reciclará para darle otro uso (por ejemplo, trapos de limpieza para industrias de las telas que no se puedan recuperar) y únicamente una cuarta parte tiene como destino gestores como Zabalgarbi, al no tener más utilidad. «En una época en la que cada vez tiene más presencia el usar y tirar, queremos que Euskadi se convierta en la sociedad de la reutilización», destacó el responsable de Servicios Ambientales de Koopera, Javier Mariño. La mayoría será ropa pero también están preparados para gestionar zapatos y complementos, juguetes, libros, pequeños aparatos eléctricos y electrónicos, y productos de bazar.
Prolongar su vida útil
El diputado general, José Luis Bilbao -que inauguró el centro con un curioso corte de cinta realizada con telas reutilizadas-, destacó que Koopera Reusing Center es un ejemplo de «eficacia, un proyecto basado en una mejor gestión de los residuos, con beneficio social e innovación tecnológica». La Diputación ha colaborado con la puesta en marcha del centro aportando un millón de euros para su acondicionamiento, aunque, según Bilbao, su actividad retornará el doble de ingresos a las administraciones, gracias a los ahorros en la gestión de residuos y en las rentas de garantía de ingresos. «La prolongación de la vía útil de los residuos es la primera vía para evitar su generación. Y el residuos no generado es el mejor gestionado», destacó el diputado general. En la inauguración también participaron el diputado de Medio Ambiente, Iosu Madariaga; de Acción Social, Pilar Ardanza; el viceconsejero de Planificación y Empleo, Javier Ruiz, y la alcaldesa de Mungia, Izaskun Uriagereka.
La principal novedad que incorpora este centro es un sistema de reconocimiento de voz para separar los diferentes artículos. Después de que los camiones viertan los residuos recogidos en grandes contenedores, varias cintas los trasladan hasta el puesto del operario. Este coge el producto, dice qué es y el sistema sabrá por qué cinta lo tiene que enviar. «Nos incrementar la eficacia del trabajo de cada operario, reducir costes y poder emplear a más personas», explicó Javier Mariño. El reciclaje y la reutilización se aplican incluso con las bolsas en las que vienen los artículos; como están limpias, este plástico se recicla al 100%.
Después, cada artículo llegará a su zona de tratamiento. Dos operarias, por ejemplo, limpian y comprueban si los juguetes se encuentran en buen estado; otro más chequea si un DVD funciona correctamente y lo vuelve a poner en el mercado solo con instalar un euroconector; los libros son revisados y catalogados. Pero si algún artículo destaca, tanto por cantidad como por clasificación, es la ropa: chaquetas, vaqueros, sujetadores de mujer, ropa de verano de niña, complementos de invierno unisex… Enormes carros con sacas de 45 kilos, listos para ser enviados a limpiar, son el reflejo de un meticuloso sistema de selección y clasificación. «Primero, miramos el estado en el que se encuentra, pero también utilizamos criterios de tendencia», explica Mariño. Tras ser etiquetados, se envían a otros centros para someterlos a una profunda limpieza, «para que esté en perfectas condiciones». Su destino son las tiendas de segunda mano de Rezikleta, así como varios proyectos humanitarios de Koopera en Chile y Rumania.
Pero, ¿y la ropa que no puede ser utilizada? ¿Un vaquero roto, una chaqueta a la que le falta una manga? Tampoco se tiran. «Clasificamos los artículos en función de su material y así podemos darles un nuevo uso. Por ejemplo, con ellos se pueden hacer paneles para construcción o, con los algodones, trapos de limpieza industriales que vendemos a las empresas», explica el responsable de Servicios Ambientales de Koopera.
Más información:
«Se inaugura KOOPERA REUSING CENTER» (Red Social Koopera)
«La primera planta nacional de reciclaje automático abre sus puertas en Mungia» (El Correo)
Fuente: Deia-Noticias de Bizkaia