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Kukutza marca el camino

Fuentes: Rebelión

La agresión perpetrada contra el proyecto cultural alternativo, que representa Kukutza, ha situado en el orden del día un nuevo elemento para la reflexión sobre el momento político que vivimos. Llama la atención, en primer lugar, el grado de violencia con el que se han empleado las llamadas fuerzas del orden.. La brutalidad desplegada por […]

La agresión perpetrada contra el proyecto cultural alternativo, que representa Kukutza, ha situado en el orden del día un nuevo elemento para la reflexión sobre el momento político que vivimos.

Llama la atención, en primer lugar, el grado de violencia con el que se han empleado las llamadas fuerzas del orden.. La brutalidad desplegada por la denominada policía autónoma nos retrotrae a épocas franquistas cuando se disparaba a las ventanas de los vecinos y se apaleaba indiscriminadamente a todo bicho viviente que se encontraran en el camino, igual que en esta ocasión, con un comportamiento fascista de manual.

Es significativa también la arrogancia demostrada ,tanto por el consejero de interior del fraudulento gobierno de Lakua como sobre todo por el egocéntrico alcalde de Bilbao.

La utilización de la mentira y la intoxicación informativa es algo a lo qu e ambos nos tienen acostumbrados, pero en esta ocasión han ido más lejos, dándole la vuelta a la realidad de los hechos, presentando a los agresores como agredidos y viceversa,con el agravante de que no les ha importado absolutamente nada la circunstancia de que se están refieriendo a los habitantes de un barrio que previamente fue tomado ¨manu militari¨.

La primera conclusión es que los poderes del Estado, a través de dos de sus delegados de confianzan, declaran la guerra a cualquier alternativa, sea esta cultural, social, económica, política o de cualquier otro tipo que no sea la que dejó «atada y bien atada» el siniestro «caudillo». Caretas fuéra, la verborrea seudodemocrática cede el paso al uso de la fuerza.

Que esto ocurra en medio de una situación de crisis galopante en el terreno económico , político y social en el Estado, acompañada por una ofensiva política de la izquierda abertzale y de los sectores populares, nos hace llegar a una segunda conclusión: que hay que perseverar en la política de acumulación de fuerzas políticas y sociales, yendo más allá de la mayoría social con conciencia nacional, porque siendo imprescindible es insuficiente para avanzar en el proceso democrático.

Cientos de miles de trabajador@ s, hasta ahora cautivos en el discurso del nacionalismo español más reaccionario, o de un falso internacionalismo de manual, se empiezan a preguntar qué clase de país, qué clase de democracia, qué futuro pueden esperar para ellos y para sus hijos en esa España que transfiere los recursos económicos del Estado (obtenidos básicamente de los impuestos a los trabajadores) a los bancos, a las transnacionales, a los poderosos en general.

El derecho a decidir, la autodeterminación , no es sólo una reivindicación democrática general, es el primer paso necesario para que el ejercicio de ese derecho sea también la escuela en la que se pueda comprender de manera práctica, que la construcción de una Euskalerria independiente socialmente avanzada, en la perspectiva del socialismo, es el único camino, justo y necesario para ese futuro que tenemos que construir entre todos y todas.

Ot ra conclusión que nos parece debiéramos tener en consideración es que, la acumulación de fuerzas, no solamente no está reñida con la desobediencia civil ,tal como nos ha demostrado la rebelión del barrio de Rekalde contra la agresión que ha sufrido, sino que es una condición necesaria para que esa acumulación de fuerzas se configure y pueda ser vista como un poder político y social alternativo.

Quizá haya quien piense que la destrucción física de kukutza representa la derrota o al menos el debilitamiento del movimiento popular, pero, muy al contrario, lo que han conseguido es, no sólo hacer de kukutza un símbolo, sino hacernos ver por dónde se debe y se puede ir.

Hoy, ha sido un barrio , mañana una fábrica o cualquier otro centro de trabajo o de estudio. La organización del movimiento popular debería estar a la orden del día como un elemento esencial de la acumulación de fuerzas, más allá también de su necesaria aplicación electoral.

Es más que probable que los cancerberos del Régimen, del Estado y del Sistema, clamen y amenacen contra el «terrorismo», tratando de caracterizar como tal la acción la defensa de las colectividades contra las agresiones que de manera creciente, venimos sufriendo. Pero bajo el punto de vista de la búsqueda de complicidad social de la ciudadanía, esa intoxicación al menos en Euskalerria, es una batalla que van a perder, que ya están perdiendo.

La última de las coclusiones a las que de momento debemos referirnos, tiene que ver con las concesiones políticas de carácter no esencial que, en un momento dado, sea necesario hacer en beneficio de un fortalecimiento de la unidad política imprescindible para seguir avanzando en el proceso.

Que sea necesario hacer concesiones entre diferentes es el abc de cualquier política de alianzas, siempre y cuando no afecten, en el sentido de la renuncia, a las señas de identidad del proyecto revolucionario.

En nuestro caso l a independencia y el socialismo, o dicho de otra manera, la consecución de un Estado vasco socialista.

En ello estamos. Kukutza marca el camino.

Emakume Gorriak de Euskal Herriko Komunistak (EHK)

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de las autoras mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.