Llevan casi cuatro meses viviendo acampados en los jardines como protesta por la especulación urbanística, el alto precio de la vivienda y la injusta situación que viven los sin techo , más de 14.000 sólo en Madrid. Todo empezó a mediados de mayo cuando la plataforma Por una vivienda Digna plantó sus tiendas durante quince días para llamar la atención sobre un problema que afecta a toda la sociedad española. Fueron muchos los que se unieron a la iniciativa promovida por la plataforma de activistas llegando hasta las 150 personas y 87 tiendas instaladas en los momentos de mayor auge y cuando finalizó ese período no todos quisieron marcharse. De aquí surgió la agrupación Acampada de Ciudad Universitaria, un grupo heterogéneo de personas formado por jóvenes con dificultades para acceder a una vivienda, desalojados por no poder hacer frente a una hipoteca, sin techo, activistas sociales, inmigrantes y gente venida de varios puntos de la geografía española.
Acuerdo roto
Los miembros de la acampada llegaron a un acuerdo con Carlos Berzosa, rector de la Universidad Complutense, por el cual permitiría que se quedaran en el campamento para desarrollar sus actividades culturales, pero sólo hasta septiembre. El nuevo curso académico se echa encima y el campus pronto se llenará de estudiantes que verán a sus nuevos vecinos justo al salir del metro. De momento, los acampados están pendientes de tener la oportunidad de volver a negociar con el rector la situación en los próximos días. Por ahora, le han enviado un comunicado para explicar su posición ya que Berzosa se encuentra en Chile en viaje de negocios.
Entre los motivos que esgrimen para justificar el mantenimiento de sus viviendas de tela está el no dejar otra vez a los sin techo que han encontrado aquí un lugar mejor, mantener una reivindicación contra la continuación de la precariedad y hacer «una labor que no hace la administración, que es ofrecer a todas las personas precarias sin techo un techo, aunque sea de tela, comida, apoyo afectivo y psicosocial».
«Si las instancias políticas incumplen sus funciones y no ponen solución a la problemática de la precariedad y el acceso a una vivienda para todas/os y
hacen oídos sordos a la reivindicación que estamos haciendo cientos de miles de jóvenes , precarios y sin techo en España (en Madrid ya
hay más de 14.000 personas sin techo y en España de 50.000 a 70.000 personas), tenemos que poner solución al problema los mismos ciudadanos mediante acciones como esta», proclaman.
Lugar de debate y reflexión
«Hemos intentado convertir la acampada como lugar de debate, crítica y reflexión , promoviendo actividades culturales como charlas y proyecciones, para; escuchando las voces de todos, pintar el camino que debemos tomar, un camino sin excluidos, un camino sin mejores ni peores, un camino de iguales», informan.
Paralelamente intentaron ofrecer servicios como alojamiento en tiendas de campaña para aquellos que lo necesitaran, preparando comidas donadas al campamento «por toda esa gente que nos ayuda», ofreciendo talleres de yoga, quiromasaje, fotografía, costura, teatro… «con el objetivo de facilitar su acceso, promoviendo la vía de la autogestión».
«No toleramos la carestía de la vivienda ni las malas condiciones laborales, dos factores que se retroalimentan, la obligación mensual de hacer frente a un pago desmesurado por alojamiento obliga a las personas a aceptar las precarias condiciones laborales y a no protestar o reivindicar mejoras ante la amenaza del despido. Este chantaje obliga a aceptar recortes y condiciones laborales a la baja y la necesidad de dos salarios para poder sobrevivir, impidiendo conciliar la vida familiar y personal con la laboral», expresan los acampantes.
«De hecho -agregan-, mientras que la mayoría de los trabajadores y de la población en general ha visto como se estancaba o empeoraba su poder adquisitivo y sus condiciones de vida, una minoría de empresarios, banqueros y especuladores ha visto multiplicarse sus beneficios a costa del esfuerzo de la mayoría; estamos hastiados de desigualdades sociales, y no podemos entender como no hay un acceso generalizado a esa riqueza generada entre todos y de la cual es beneficiaria una pequeña parte de la población».
En ese sentido, se proponen los siguientes objetivos:
– Sensibilización y concienciación del problema de la especulación inmobiliaria y de la insostenible situación que provoca el capitalismo en las clases bajas, alienándolos de sus derechos.
– Informar al ciudadano y ofrecerle un punto de encuentro, de opinión y reivindicación de los problemas reales de la sociedad.
– Ahondar en el sentimiento de los afectados por todos estos problemas, buscando con su colaboración las verdaderas causas y culpables de la situación actual, que consideramos una extorsión de los que menos tienen; buscando nuevas conquistas sociales necesarias para todos.
– Ofrecer alternativas de vivienda, autogestión e integración en un sistema en el que se deja de lado a minorías con situaciones de precariedad extrema.
Además propondrán a la ministra de vivienda Carme Chacón que se lleven a cabo medidas para acabar con la corrupción y que se pueda llevar a la práctica el artículo 47 de la Constitución por el que todos tenemos derecho a una vivienda digna.
De momento no esperan un desalojo inmediato, de hecho tienen organizadas para este fin de semana toda una serie de actividades lúdicas que van desde jornadas de reflexión a sesiones de yoga y pases de cine independiente, conferencias y conciertos, entre otras muchas.
Programa completo de actividades