La Asociación Pro Derechos Humanos (APDH) de Andalucía denunció el miércoles la existencia de malos tratos y torturas en el centro penitenciario de Córdoba. Agresiones que los órganos judiciales no investigan, aunque la directora de la prisión, Ana Martín, negó tales acusaciones. El vocal de cárceles de la asociación, Valentín Aguilar, calculó que desde septiembre […]
La Asociación Pro Derechos Humanos (APDH) de Andalucía denunció el miércoles la existencia de malos tratos y torturas en el centro penitenciario de Córdoba. Agresiones que los órganos judiciales no investigan, aunque la directora de la prisión, Ana Martín, negó tales acusaciones.
El vocal de cárceles de la asociación, Valentín Aguilar, calculó que desde septiembre «al menos ocho personas han denunciado» agresiones, y criticó que ni Instituciones Penitenciarias ni la Fiscalía están investigando. Esta impunidad se debe a que tanto «la Administración como el Ministerio Fiscal, consideran que el funcionario siempre dice la verdad».
Igualmente indicó que, cuando se producen estos casos, «los internos no cuentan con herramientas legales con las que probar los hechos», puesto que no tienen testigos («ya que los otros presos suelen ser amenazados y no quieren declarar»), viéndose desamparados ante un procedimiento judicial demasiado lento que permite que desde que ocurre la supuesta agresión hasta que el forense acude a hacer un reconocimiento del preso hayan pasado varias semanas.
La mayoría de estas denuncias, indicó, «son archivadas sin escuchar al denunciante o practicar prueba», por lo que insistió en que «se investiguen a fondo todos los casos».
Aguilar también explicó que los centros de detención alargan los arrestos hasta «dos noches», una práctica que calificó de «irregular».
El padre de un recluso del centro cordobés, el mismo que en el 2003 fue trasladado desde Ecuador a España, enfermo de VIH y con más de tres años de condena pendientes, Manuel Centella, asistió a la rueda de prensa como denunciante de malos tratos a su hijo, que ha sido víctima de trato vejatorio en repetidas ocasiones, tanto físico como psicológico. Centella afirmó que «los funcionarios que han maltratado a mi hijo se colocan guantes especiales para evitar que queden marcas» y que la «tortura es continua». Subrayó que «hay miedo» y contó que intentar esclarecer los hechos es como la lucha entre «David y Goliat».
En Andalucía, 14 funcionarios han sido condenados en el 2006 por malos tratos, 9 de ellos policías locales.
Cinismo oficial
Pese a todo ello la directora del centro penitenciario de Córdoba, Ana Martín, aseguró a la prensa: «No tengo constancia de malos tratos a internos», en respuesta al informe de la APDH.
Martín indicó que «los internos deben seguir los mecanismos legales para denunciar estos casos, si se dan», y añadió que «no hay ni una sola sentencia condenatoria al respecto en la prisión de Córdoba» y que si se diera el caso, «yo sería la primera en tomar medidas al respecto».