Oídos sordos y ojos ciegos. Esa es la actitud de la Comunidad de Madrid ante la demanda de la asociación vecinal Valle-Inclán de Prosperidad de prorrogar la cesión de su actual local. A pesar del profundo arraigo de la entidad en este barrio de Chamartín y de los innumerables apoyos recabados, el Gobierno regional dio […]
Oídos sordos y ojos ciegos. Esa es la actitud de la Comunidad de Madrid ante la demanda de la asociación vecinal Valle-Inclán de Prosperidad de prorrogar la cesión de su actual local. A pesar del profundo arraigo de la entidad en este barrio de Chamartín y de los innumerables apoyos recabados, el Gobierno regional dio el jueves un ultimátum para que abandone el inmueble: el 31 de julio.
De poco han servido para la Comunidad de Madrid las reuniones mantenidas con los responsables de las consejerías de Educación y de Hacienda, las concentraciones de protesta o las adhesiones de personalidades con la entidad vecinal. Ignorando todo esto pero, sobretodo, el hecho de que la asociación lleva más de 35 años trabajando en el barrio de forma complemante altruista, el Gobierno de Esperanza Aguirre le comunicó ayer que el próximo sábado 31 de julio iniciará «el procedimiento de recuperación posesoria» de su local. A tal fin, vuelve a demandar a la organización ciudadana la entrega de las llaves de su sede, algo que ésta no tiene ninguna intención de hacer. Gloria Cavanna, presidenta de asociación de 2000 a 2009, recuerda que «en un acto público, el 5 de julio entregamos las llaves del local a los vecinos de Prosperidad, que son los que lo usan a diario, y éstos optaron por no consignarlas a la Comunidad de Madrid, así que no lo vamos a hacer ahora. Resistiremos ante el desalojo pues consideramos que es necesario un local público para seguir con las actividades en el barrio», remacha.
En una auténtica carrera contra el reloj, Valle-Inclán acaba de interponer un recurso contencioso-administrativo contra la decisión de la Consejería de Educación, actual propietaria del inmueble, que tras ceder a la asociación el local situado en el número 51 de la calle Luis Cabrera durante cinco años, se apremia ahora en recuperarlo con objeto de obtener liquidez. Por ende, el colectivo ciudadano ha lanzado una campaña de recogida de firmas on-line (http://noaldesalojoavvalleinclan.org) y convoca a los vecinos y vecinas a protestar todos los sábados de este mes de agosto a las 12h en la plaza de Prosperidad.
La amenaza de desalojo de la sede vecinal se remonta al pasado 15 de junio. A pesar de que funcionarios del Gobierno regional habían garantizado la renovación de la citada cesión, Valle-Inclán recibió ese día una carta en la que la Comunidad de Madrid le instaba a la entregar las llaves del local antes del pasado 5 de julio. El colectivo no sólo no lo hizo sino que, en ese periodo, recabó centenares de adhesiones ante una medida medida que «constituye un nuevo ataque al movimiento vecinal y un recorte más de los derechos sociales de la ciudadanía con el pretexto de la coyuntura económica», según Cavanna. Además del PSOE e IU y de organizaciones como la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos (FRAVM) (de la que forma parte), la FAPA Giner de los Ríos, ATTAC Madrid o la Asamblea de Movimientos Sociales de Madrid, personalidades como Carlos París, presidente del Ateneo de Madrid o Federico Mayor Zaragoza, presidente de la fundación Cultura de Paz y ex director general de la Unesco han mostrado su apoyo cerrado a la entidad ciudadana frente a una «decisión incomprensible e injustificable» de la Comunidad de Madrid, en palabras de este último. Entre las innumerables solidaridades recogidas en estos días, hay que destacar el sostén contínuo de la Escuela Popular de Prosperidad, que se encuentra en el número 19 de la misma calle en la se ubica la sede de Valle-Inclán. Precisamente «La Prospe», después de varios años de batalla, consiguió sortear de manera existosa la amenaza de desalojo que pendía sobre su local.
Según Gloria Cavanna, la orden del Gobierno regional «es un ataque más al movimiento vecinal y requiere una respuesta. El desalojo es un nuevo recorte a los derechos sociales que afecta a toda la ciudadanía. No sirven los criterios puramente monetaristas ni el pretexto de la crisis, el local es imprescindible, por lo que seguiremos movilizando a los vecinos, denunciando lo que consideramos es obstaculizar la labor de esta asociación en su justa lucha por tener un barrio cada día mejor».
La amenaza que pende sobre Valle-Inclán no es un hecho aislado. Tal y como informó el pasado 30 de junio Nacho Murgui, presidente de la FRAVM, «Hacienda ha dado orden de poner a su disposición todos los locales de las asociaciones de vecinos propiedad de las consejerías, pero ha cometido el error estratégico de comenzar el ataque por la parte más difícil, una asociación que tiene fuerza, presencia en el barrio, capacidad de movilización, y que va a poner muy difícil este primer asalto». «Aquí nos jugamos mucho. No podemos permitir que con la excusa de la crisis hagan lo que les da la gana», concluyó el representante ciudadano.
Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/La-asociacion-vecinal-de.html