El juez central de lo penal de la Audiencia Nacional, José María Vázquez Honrubia condenó al pago de 2.730 euros a Jaume Roura Caparellas y Enric Stern, los dos jóvenes acusados de quemar una foto del rey español y de su mujer durante una visita del monarca a Girona el 13 de septiembre para que […]
El juez central de lo penal de la Audiencia Nacional, José María Vázquez Honrubia condenó al pago de 2.730 euros a Jaume Roura Caparellas y Enric Stern, los dos jóvenes acusados de quemar una foto del rey español y de su mujer durante una visita del monarca a Girona el 13 de septiembre para que aprendan «que no pueden atacar a las instituciones básicas del Estado».
La actitud del tribunal ha sido bastante arbitraria durante la vista. Desde el inicio los acusados exigieron pronunciarse en catalán, lo que hizo que el juez suspendiera el juicio durante más de 10 minutos para buscar un traductor, pese a que en un principio consideró que «un ciudadano español de 30 años conoce y entiende perfectamente el español con lo que no ha lugar a un traductor».
Los dos jóvenes se negaron a declarar en castellano y el magistrado consideró su intervención «como si hubieran permanecido en silencio». En este sentido, el abogado defensor Benet Salellas protestó por esta situación alegando que la Audiencia Nacional es «una institución con competencia en todo el Estado» en la que «muchos ciudadanos vascos declaran en euskera con intérprete».
Esto motivó la reacción del fiscal Ignacio Gordillo, quien pidió buscar una solución para esta situación dado que la secretaria de la sala, al no entender catalán, no podía tomar nota. Incluso, una chica del público presente en la sala interrumpió la vista para decir que ella es traductora y ofreció sus servicios, pero el juez denegó la oferta.
La vista continuó sin traductor ya que Honrubia dijo entender el catalán y sobre la secretaria alegó que el juicio, al estar siendo grabado, podía ser traducido más adelante.
En cuanto a la sentencia, el grupo de Esquerra Republicana de Cataluny (ERC) en el Congreso español lamentó la multa impuesta y apeló a la libertad de expresión.
La Fiscalía, que pedía para los dos jóvenes 15 meses de prisión, ha propuesto durante la vista la posibilidad de sustituir la pena de cárcel por una multa de 5.460 euros.
Ambos acusados reconocieron ante el titular del Juzgado Central de Instrucción número 1, Santiago Pedraz, la autoría de los hechos pero lo justificaron como «un acto comprendido en la libertad de expresión y con el que pretendían mostrar su rechazo a la monarquía», según explicó su abogado, Benet Salellas.
Los jóvenes, que fueron identificados por los Mossos d’Esquadra a través de varias imágenes de televisión, rociaron con gasolina varias fotografías del rey español, y de su consorte, algunas de las cuales estaban boca abajo, y las prendieron fuego con unas antorchas durante una concentración antimonárquica que se celebró en la plaza del Vino de la capital gerundense
La quema de las fotografías fue arropada por los cientos de personas que participaron en la concentración, que se desarrolló a unos centenares de metros de la Universidad de Gerona, donde a esa misma hora el monarca hispano y su cónyuge estaban protagonizando una visita oficial.
Por otro lado, ese mismo día casi un centenar de personas se dieron cita en la plaza España de Barcelona donde volvieron a quemar una pancarta con las fotografías confrontadas del Rey y de Franco.
Los Mossos d’Esquadra informaron de que se trataba de una manifestación no convocada. El recorrido empezó sobre las 19.50 en la plaza España y discurrió por varias calles del distrito de Sants, sin incidentes.
Después, sobre las 21.24 horas, los jóvenes hicieron la quema de la pancarta y de las banderas de España y de Francia, después de exponer en el suelo una bandera republicana. Según la Guardia Urbana, los manifestantes cortaron durante cinco minutos la avenida María Cristina.