Según ha podido saber Ecologistas en Acción Campo Arañuelo, los trabajadores de Almaraz que se encontraban en el interior de la contención mientras se realiza la recarga de combustible tuvieron que ser evacuados por temor a que la avería no pudiera ser controlada a tiempo. La fuga de agua del circuito de refrigeración de la […]
Según ha podido saber Ecologistas en Acción Campo Arañuelo, los trabajadores de Almaraz que se encontraban en el interior de la contención mientras se realiza la recarga de combustible tuvieron que ser evacuados por temor a que la avería no pudiera ser controlada a tiempo.
La fuga de agua del circuito de refrigeración de la piscina de combustible de Almaraz II (Cáceres) se produjo justo en el tiempo en que se están produciendo las actividades para recarga. Por este hecho, la contención se encontraba repleta de trabajadores, muchos de ellos de contrata. De hecho, las recargas de las centrales nucleares se realizan empleando a un numeroso personal de contrata. Las dos unidades de Almaraz tenían en 2006 un total de 414 trabajadores en plantilla y 1633 trabajadores de contrata. La avería fue tan grave hubo que proceder a la evacuación de todos los trabajadores que se encontraban en el recinto de la contención, lo que supone la movilización de cientos de personas.
La fuga de refrigerante motivó que la temperatura de la piscina de combustible gastado aumentara de forma descontrolada, puesto que el combustible nuclear desprende calor, especialmente cuando acaba de ser extraído del núcleo del reactor, como es el caso. La única forma de controlar esa situación en tanto se reparaba la fuga era la puesta en marcha de la bomba auxiliar para aumentar el flujo de refrigerante en la piscina. Sin embargo, como se ha sabido, esta bomba se encontraba inoperante por estar en proceso de mantenimiento. Resulta una gran imprevisión no tener disponible una bomba de repuesto para actuar en un caso como éste. Los responsables de la central han incurrido en una grave falta contra la seguridad de la central.
El hecho fue tan grave que, ante la falta de garantías de que se resolviera el problema, los responsables de la central decidieron evacuar la contención. De no haberse controlado la temperatura del reactor, se podría haber producido una fuga radiactiva de la piscina. Además, el agua que fugaba del circuito es radiactiva, por lo que la situación dentro de la contención fue extremadamente peligrosa. Por lo tanto, no se puede afirmar, ni mucho menos, que el accidente no tuviera repercusión sobre los trabajadores, puesto que estos tuvieron que ser evacuados en previsión de males mayores.