Los ciudadanos no sólo hemos contribuido a través de nuestros impuestos al salvamento de los bancos de la crisis financiera creada por ellos mismos. Ahora, estamos contribuyendo de nuevo a incrementar el negocio bancario a través de las transferencias solidarias que realizamos para ayudar a los damnificados por la tremenda catástrofe ocurrida en Haití. Ya […]
Los ciudadanos no sólo hemos contribuido a través de nuestros impuestos al salvamento de los bancos de la crisis financiera creada por ellos mismos. Ahora, estamos contribuyendo de nuevo a incrementar el negocio bancario a través de las transferencias solidarias que realizamos para ayudar a los damnificados por la tremenda catástrofe ocurrida en Haití. Ya se sabe que, como norma de la casa, la banca siempre gana, pero estas circunstancias demuestran que los banqueros no tienen vergüenza.
Los gobiernos de diversos países han enviado a Haití amplios efectivos de bomberos y militares en un intento desesperado de rescatar a las víctimas atrapadas entre los escombros, así como llevar agua, alimentos y primeros auxilios a los supervivientes. Asimismo, se ha generado una corriente de solidaridad internacional para recaudar fondos de ayuda entre los particulares.
El método habitual de efectuar estas aportaciones es mediante transferencia a las cuentas bancarias abiertas con esta finalidad por Organizaciones No Gubernamentales. Sin embargo, los bancos son absolutamente refractarios a esta corriente humanitaria y no contentos con las abusivas comisiones que cobran habitualmente a sus clientes, también cobran por cada operación solidaria, de manera que se están embolsando grandes cantidades
Un ingreso de 20 euros con destino a Haití en una cuenta de Cruz Roja o Médicos Sin Fronteras desde una entidad bancaria distinta a la receptora puede costar hasta cinco euros. El donante tiene dos opciones, abonar la comisión o descontarla del donativo. En el primer caso se ve obligado a pagar un plus por su solidaridad, de entre un 11% y un 25% si se hace por internet o del 0,25% al 0,4% en las oficinas; en el segundo, el banco se embolsa, directamente, parte del dinero que debería llegar a los afectados por la catástrofe.
En este sentido, FACUA-Consumidores en Acción ha reclamado a bancos y cajas de ahorros que dejen de lucrarse con las donaciones a Haití y eliminen las comisiones que están cobrando por las transferencias a cuentas destinadas a la ayuda humanitaria.
De no eliminarse estas comisiones, FACUA considera que el Gobierno debería intervenir para evitar que la cooperación internacional ante castástrofes como la sufrida por el pueblo haitiano suponga un negocio para el sector financiero. Mientras tanto, FACUA demanda a las entidades financieras que devuelvan a los usuarios las comisiones que han cobrado en los últimos días por estas transferencias.
En este sentido, la asociación advierte que estas comisiones representan un porcentaje muy importante del valor de las transferencias realizadas por numerosos ciudadanos. Así, una donación de 20 euros puede suponer que la entidad financiera se embolse entre el 11 y el 25% de esta cantidad.
Estos datos se desprenden del análisis realizado por FACUA sobre las comisiones por transferencias notificadas al Banco de España por quince bancos y cajas de ahorro: Banco Pastor, Banco Popular, Bankinter, Barclays, BBVA, Caixa Galicia, Caja Duero, Caja Madrid, Caja Murcia, Cajasol, CAM, Citibank, La Caixa, Santander y Unicaja.
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