Unas 35.000 cajeras y tenderas de Asda exigen cobrar como los almacenistas y distribuidores. Otras cuatro cadenas de tiendas van detrás de la mayor demanda laboral en el sector privado de Reino Unido.
Trabajadoras de otras cuatro importantes cadenas de supermercados (Sainsbury, Tesco, Co-op y Morrison) han abierto demandas por la igualdad salarial. / REUTERS
Cinco jueces del Tribunal Supremo de Londres, adonde llegan muy pocos casos y menos aún de carácter laboral, abrieron el lunes la demanda por igualdad salarial de unas 35.000 empleadas de Asda, una cadena de supermercados esparcidos por todo Reino Unido, propiedad de la norteamericana Walmart, un gigante del comercio internacional. La demanda por cerrar la brecha salarial lleva cinco años por los tribunales que, hasta ahora, han fallado a favor de las empleadas. Las demandantes son mujeres -la mayoría trabajan de cajeras o en las tiendas– que exigen igualdad salarial con los empleados -la mayoría hombres- en la cadena de distribución y almacenes. Para simplificarlo: las tenderas se comparan a los distribuidores en la importancia de su trabajo.
La diferencia salarial entre las cajeras o tenderas y los almacenistas o distribuidores va de una a tres libras (1,2 a 3,6 euros) por hora de trabajo. Los abogados de Asda, encabezados por David Pannick, aducen que los empleos «no son comparables, ni iguales y, por lo tanto, tienen condiciones retributivas diferentes; el lugar de trabajo es distinto y lo que hacen también». La comparación de unos trabajos con los otros está en el centro de las argumentaciones judiciales, aunque unas funciones laborales las hacen mayoritariamente mujeres, que cobran menos, y las otras tareas las llevan a cabo, en gran parte, hombres con mayores retribuciones
La abogada de las demandantes, Lauren Lougheed, de la firma Leigh Day, en cambio, argumenta que el trabajo de las tenderas y de los almacenistas «son igual de importantes y pueden compararse». Hace unos cuatro años, un tribunal laboral sentenció a favor de las cajeras. La sentencia fue apelada y en diciembre del 2019 el Alto Tribunal de Londres reafirmó la causa a favor de las empleadas. A tenor de los jueces, el trabajo de unos y otros es comparable y, por consiguiente, el salario debe ser igual. Los abogados de Asda apelaron la segunda sentencia llegando esta semana al Tribunal Supremo, máxima instancia de la judicatura británica.
Otras de las razones para justificar la diferencia de salarios son la ubicación del trabajo, las exigencias de la labor y su importancia
Por el camino que ha llevado a Asda hasta el Tribunal Supremo, trabajadoras de otras cuatro importantes cadenas de supermercados han abierto demandas por la igualdad salarial. Unas 8.000 empleadas (400 de Sainsbury’s) de Tesco, Co-op y Morrison esperan la resolución de Asda y el precedente judicial que establecerá para incorporarse al mismo proceso judicial que ha seguido Asda. La abogada Lauren Lougheed explica que entre las alegaciones que Asda ha presentado para justificar que los trabajos no son comparables figura que «las trabajadoras de las tiendas no necesitan tener conocimientos ni información de los productos en venta; ese argumento ha sido rechazado por los tribunales previos». Otra de las razones aducidas por los abogados de Asda para justificar la diferencia de salarios radica en la ubicación del lugar de trabajo, las exigencias de la labor y la importancia del trabajo; tres condicionamientos que las mujeres -y hasta ahora los tribunales- consideran iguales mientras que los abogados de Asda las diferencian.
Aunque los jueces del Tribunal Supremo no tienen previsto pronunciarse hasta final de año, Lauren Lougheed escribe en su página web que «hemos conseguido victorias, pero todavía no hemos ganado». Uno de los aspectos de este largo litigio laboral es la retroactividad que ellas reclaman, al menos, desde octubre de 2016 cuando se pronunció el primer tribunal laboral a favor de las tenderas y cajeras. Otra opción que podrían considerar los jueces alcanzaría a 2002 con los primeros casos de discriminación salarial en razón de género. La retroactividad en la brecha salarial que diferencia el jornal de hombres y mujeres en la misma empresa y en la misma cadena de distribución y venta, está en manos de los cinco jueces, sin precedentes puesto que las sentencias anteriores no se pronunciaron sobre hasta dónde, o cuándo, habrá que compensarlas económicamente, si hay que hacerlo.
La salida de Reino Unido de la Unión Europea cierra la puerta a los tribunales europeos por lo que la sentencia del Tribunal Supremo será, seguramente, la definitiva. La compensación retroactiva a las empleadas de las cinco cadenas de supermercados de Reino Unido podría alcanzar los 8.000 millones de libras (9.600 millones de euros), según cálculos de los abogados de la mayor demanda laboral del sector privado en Reino Unido.