La calle es nuestra es tuya y de aquel, de Juan y María, de Pedro y José… El sábado 15 a la calle. Nos sobran motivos para salir y para emitir un rotundo y clamoroso voto contra el neoliberalismo que está haciendo cargar las negatividades y consecuencias de la crisis financiera del capitalismo sobre las […]
La calle es nuestra es tuya y de aquel, de Juan y María, de Pedro y José…
El sábado 15 a la calle. Nos sobran motivos para salir y para emitir un rotundo y clamoroso voto contra el neoliberalismo que está haciendo cargar las negatividades y consecuencias de la crisis financiera del capitalismo sobre las clases populares y los pobres del mundo.
En el Estado español, el caso es claro y doloroso para los millones de personas paradas y los cientos de miles de desahuciados y desahuciadas que en cualquier situación se encuentran en un claro camino inexorable hacia la exclusión social.
El hecho de que ciertas fuerzas políticas dominantes y neoliberales estén colaborando por acción, omisión o como en el caso del PP por pura y dura coherencia ideológica, no nos debe hacer olvidar que los culpables claros y directos de la crisis son los bancos, las grandes fortunas del mundo y las grandes empresas transnacionales. Los partidos del turno dinástico en el caso del Estado español han defraudado a las clases populares y sufren su desprestigio y desafección. A pesar de ello, las incoherencias y renuncias de cúpulas neoliberales del partido del Gobierno han provocado que muchas y muchos ciudadanos, no encuentren otra opción de cambio más que en la extrema derecha y ultraliberalismo que aquí y ahora representa el PP, a pesar de que éste ya está avisando en las autonomías y gobiernos en los que gobierna de cuál será su política y ello debido al profundo rechazo que suscita la política colaboracionista de la dirigencia socioliberal respecto a la banca, los poderosos y las embajadas de los EE.UU. de América, de Francia y Alemania.
Es por eso, por lo que el 15 de octubre debemos salir y hacernos visibles. Pero creo que no debiéramos hacer ningún favor a los causantes, responsables y encima beneficiarios de esta crisis que son: LOS RICOS, LOS BANCOS PRIVADOS Y LOS GRANDES CONGLOMERADOS EMPRESARIALES DE EUROPA Y ESTADOS UNIDOS.
Sin la estrategia de dominio y desmoche democrático y social de los ricos y grandes fortunas que llevan varias decenas de años pensando, elaborando e implantando sus políticas a través de sus centros de pensamiento y mando, como el Club Bildelberg, la Comisión Trilateral, sus Fundaciones y expertos ultraconservadores y ultraliberales, la desregulación económica y laboral, no se habría producido. Para ello han contado con la colaboración necesaria de políticas y políticos, conservadores y socioliberales, si, pero sobre todo con su inmenso poder y capacidad de chantaje.
Los ricos del mundo ejercen una presión y una capacidad de extorsión casi sin límites en las potencias centrales, en los USA y en la UE, y esto se nota y sobre todo se sufre por parte de las clases trabajadoras y populares.
Así pues, no olvidemos, que para que haya corruptos antes debe haber corruptores y que éstos, los corruptores, que son los ricos y ricas del mundo y del Estado español, son nuestros verdaderos enemigos, pues han lanzado una guerra de clases contra nosotros. Ellos saben que para dominar y obtener aún más riquezas necesitan en primer lugar acabar o domesticar la soberanía popular y en segundo lugar no pagar impuestos o hacerlo solo de forma ridícula, pues los impuestos no solo recaudan sino que también controlan y eliminan la opacidad en la que se mueven.
Por todo esto y por qué el sistema-mundo está cambiando, el 15 de octubre a las calles y plazas.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
rCR