Con la Ley fundacional creando el CSIC el 24 de Noviembre de 1939, se le transfirieron los locales y competencias de la Junta para Ampliación de Estudios, de la Fundación Nacional de Investigaciones científicas y Reformas, los que habían sido creados unos meses antes por el Instituto de España y todos aquellos que perteneciendo al […]
Con la Ley fundacional creando el CSIC el 24 de Noviembre de 1939, se le transfirieron los locales y competencias de la Junta para Ampliación de Estudios, de la Fundación Nacional de Investigaciones científicas y Reformas, los que habían sido creados unos meses antes por el Instituto de España y todos aquellos que perteneciendo al Ministerio de Educación Nacional no estaban vinculados a la Universidad.,dando por válido el Decreto del 19 de Mayo de 1938 que disolvía a la JAE en plena guerra civil.
Es interesante observar lo que pone dicha Ley en la exposición de motivos, en donde se hace una valoración negativa del periodo anterior, con en claro interés de desprestigiar la labor llevada a cabo por la JAE, proponiendo como alternativa una institución con planteamientos ideológicos opuestos, que fueron los que llevaron a la ciencia española a un retraso , del que todavía somos deudores, con una economía que al carecer de una base industrial y sin una potente investigación teórica, no puede reaccionar antes la actual depresión , demarcándose de los grandes países industrializados europeos como Francia, Italia, Alemania, etc. Pongamos algunos párrafos de dicho preámbulo:»…En las coyunturas más decisivas de su historia concentró la hispanidad sus energías espirituales para crear una cultura universal. Esta ha de ser, también, la ambición más noble de la España del actual momento, que frente a la paralización y pobreza pasadas, siente la voluntad de renovar su gloriosa tradición científica… Tal empeño ha de cimentarse, en la restauración de la ciencia clásica y cristiana unidad de las ciencias destruida en el siglo XVIII. Para ello hay que subsanar el divorcio y discordia entre ciencias especulativas y experimentales, y promover en el árbol total de la ciencia su armonioso incremento y su evolución homogénea, evitando el monstruoso desarrollo de algunas y anquilosamiento de otras…Hay que imponer , en suma ,al orden de la cultura , las ideas esenciales que han inspirado nuestro Glorioso Movimiento , en las que se conjugan las lecciones más puras de la tradición universal, y católica con las exigencias de la modernidad…..»
El CSIC representa, por tanto, la conexión ideológica entre el régimen franquista y lo que este consideraba que debía ser la ciencia: siempre vinculada a la religión y a la política y sin ningún criterio de independencia, todo lo contrario a lo que había sido la Junta para Ampliación de Estudios, imbuida del espíritu de la Institución Libre de Enseñanza.
El químico especializado en agricultura José María Albareda sería el primer secretario del CSIC, y quien insuflara el espíritu de los vencedores , siendo sin duda la persona más poderosa en la política científica del franquismo .Fue miembro destacado del Opus Dei., y actualmente hay una escultura suya en el Campus del CSIC .
Un claro ejemplo de dicha nueva política científica la tenemos en que uno de los primeros edificios del nuevo CSIC fue la transformación del Auditórium de la JAE en una iglesia dedicada al Espíritu Santo. Su artífice fue el arquitecto también del Opus Dei, Miguel Fisac. La iglesia, en la calle Serrano de Madrid, sigue actualmente en uso, y dentro se encuentra una escultura de Monseñor Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei.
Según palabras del propio Fisac «…ante el problema de proponer una adaptación del auditórium para algo que pueda ser útil, surge la idea de su demolición…es el procedimiento más radical y fácil… pero estéril… Si de las basílicas romanas surgieron las primitivas iglesias cristianas, por que de un teatro o cine, en donde se pensaba ir ensuciando y envenenando, con achaques de cultura y de arte, a la juventud española, no puede surgir un oratorio, una pequeña iglesia para que sea el Espíritu Santo, el verdadero orientador de esta nueva juventud de España..»
Con motivo de la inauguración del CSIC en Octubre de 1940, el ministro franquista y del Opus, José Ibáñez Martin dijo:
«…Los actos religiosos con los que hemos inaugurado las tareas de este Consejo significan, en el orden de la vida cultural española, la expresión auténtica de la plena armonía entre la fe y la cultura, …Gracias al apoyo de nuestro egregio Caudillo-que vive en plena y absoluta entrega al servicio de la Patria-el Consejo es hoy un poderoso instrumento puesto al servicio de los valores espirituales del estado …Queremos una ciencia católica , esto es una ciencia que por sometida a la razón, suprema del universo, por armonizada con la fe, alcance su mas pura nota universal. Liquidamos, en esta hora, todas las herejías científicas que sacaron y agostaron los cauces de nuestra genialidad nacional y nos sumieron en la atonía y la decadencia» (1)
Pero lo terrible es que ese mismo discurso de una manera resumida lo encontramos hoy en día plasmado en el frontispicio del edificio principal del CSIC de Madrid, construido por Fisac en 1942, en donde traducido del latín pone, más ó menos:
Parte izquierda:»EL victorioso Francisco Franco fundó y auspició el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. M .Diciembre de 1939″
Parte derecha:»El mismo Franco erigió felizmente el edificio de la administración y biblioteca en el 5º año de la Victoria. M. Diciembre de 1944″
Lo que esta muy claro es que aunque el edificio se construyó en 1942 sobre los terrenos de los campos de deportes de la Residencia de Estudiantes, quisieron dejar patente que dicho CSIC fue fundado en 1939, esto es por la Ley fundacional de Noviembre de 1939, basada en la disolución ilegal de la JAE propuesta por el Decreto del 19 de Mayo de 1938.
Como clara consecuencia de todo esto, es el no reconocimiento, mediante este texto del frontispicio, que la JAE siguió funcionando hasta Marzo de 1939, y que mi abuelo el Dr. Luis Calandre Ibáñez, fue el Delegado de la JAE en Madrid por nombramiento oficial del gobierno legítimo de la República en Octubre de 1938. Una verdadera ofensa actualmente a la vista de todos, a su honor y al de los científicos de la JAE del Frente Popular., así como a la historia de la II República.
Pero no es el único exponente de dicha política manipulada de la historia republicana, dado que hay otros más en dicho Campus del CSIC, tan evidentes como una placa en donde se rinde homenaje a la JAE por parte del CSIC en el año 1986, siendo Presidente del CSIC, Enrique Trillas y Ministro de Educación y Ciencia José María Maravall, en vez de poner año 1939 como final de la JAE pone 1938:
«A la junta para ampliación de estudios e investigaciones científicas 1907-1938 Consejo superior de Investigaciones científicas, 1986.
Por todo ello, y a través de una Plataforma que he fundado para Defender a la memoria, la Historia de la JAE y la ILE, y en aplicación de la conocida como Ley de la Memoria Histórica, he solicitado junto a otras personas de familias institucionistas ó vinculadas a la JAE que se quiten ó corrijan dichos símbolos que van contra el honor de nuestros antepasados.