Carlos Ominami, ex senador, ex ministro de Ricardo Lagos y ex encargado del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) en París durante los primeros años de su exilio, declara «tener la conciencia totalmente tranquila» después de haber recibido dineros de Soquimich (confirmados por Milton Lee, ex tesorero del PS*) para financiar su campaña de senador en […]
Carlos Ominami, ex senador, ex ministro de Ricardo Lagos y ex encargado del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) en París durante los primeros años de su exilio, declara «tener la conciencia totalmente tranquila» después de haber recibido dineros de Soquimich (confirmados por Milton Lee, ex tesorero del PS*) para financiar su campaña de senador en 2009.
Como ya nadie ignora, la gran empresa SQM, que se ha especializado en el pago de boletas truchas, cuyos montos van a dar a los bolsillos de conspicuos miembros del gobierno de la Nueva Mayoría, es propiedad de Julio Ponce Lerou, el ex yerno de Pinochet.
Como si fuera poco, las empresas de Ponce Lerou, que también han sido acusadas por la SVS de infracciones a las normas del mercado de valores, tienen entre sus directores a neoliberales pinochetistas como Hernán Büchi y a Wolf von Appen.
¿Tendrá conciencia Ominami del impacto moral de sus actos y palabras en los miles de ciudadanos que permanecen leales al proyecto de un mundo mejor y de una política democrática libre del poder corruptor del dinero?
El pueblo ciudadano y la juventud consciente compara y percibe. Se da cuenta que el tipo de declaraciones con la que Carlos Ominami interviene en los medios se encuentra en el disco duro de la ultraderecha y de pinochetistas, militantes de la UDI-RN, que como Moreira, Novoa o von Baer nunca han escondido sus preferencias por la dictadura que les regaló a los Andraca, Délano, Lavín, Ponce Lerou y otros, empresas del Área Social que pertenecían a todos los chilenos para que hicieran fortuna privada gracias al infortunio de miles de hombres y mujeres perseguidos, torturados y asesinados.
Afirmar cómo lo hizo Ominami, quien en su momento fue un revolucionario que compartió luchas y sueños con los pobres del campo y la ciudad y, más tarde, se comprometió -según escribió en sus columnas en La Tercera- con la «pasión de la igualdad», que no debe responder directamente a los chilenos por recibir dinero mal habido y manchado con sangre de parte de los cómplices civiles de la dictadura, para financiar sus campañas, es una actitud que no ayuda a hacer avanzar la causa de la democracia y a combatir las amenazas que la acechan.
Ominami no ha sabido hacer distinciones ni establecer diferencias. Un político como él puede haber abandonado ciertas teorías o hipótesis revolucionarias marxistas acerca de cómo acceder a sociedades más justas e igualitarias para adoptar otras como el reformismo, el social liberalismo o el progresismo, pero tal cambio doctrinario-político no conduce necesariamente a perder la consciencia. En otros términos a desoír los valores de la ética política que nos ponen en guardia contra esos poderes que encarnados en empresas como Penta y SQM, buscan colonizar las subjetividades, a encerrarnos en las lógicas de la jaula de hierro del capital y destruir así nuestros ideales de democracia, justicia, libertad (ser libre de las lógicas corruptoras del dinero y del poder de sus propietarios) e igualdad.
Si de algo podemos estar seguros es del placer de Ponce Lerou al comprobar que la máxima amoral de su clase , de que «todo hombre tiene un precio», se ha visto verificada una vez más en un político sin conciencia democrática ni convicciones éticas sólidas.
(*) Milton Lee Guerrero, prestó declaración ante la Fiscalía Nacional en el marco de la arista SQM del Caso Penta. En la ocasión, reconoció pagos por $150 millones por parte de Soquimich a su empresa Alerces Talleres Gráficos por trabajos realizados para la campaña senatorial de Carlos Ominami en 2009.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.