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Entrevista a Julio Anguita, donde analiza la actualidad española y la situación de IU y el PCE:

«La Constitución de 1978 sólo sirve para que mantener el cuarteado edificio de la II Restauración borbónica»

Fuentes: LaRepublica.es

-¿En qué situación se encuentra en este momento Izquierda Unida? El pasado 12 de Abril planteé por escrito en el Comité Federal del PCE mi valoración de la situación de IU. Han pasado más de dos meses y medio y debo decir que la situación se ha agravado debido a la búsqueda de soluciones que […]

-¿En qué situación se encuentra en este momento Izquierda Unida?

El pasado 12 de Abril planteé por escrito en el Comité Federal del PCE mi valoración de la situación de IU. Han pasado más de dos meses y medio y debo decir que la situación se ha agravado debido a la búsqueda de soluciones que siguen insistiendo en el entendimiento entre fracciones o grupos diversos. El problema de IU es total: filosófico, político, ideológico, organizativo y de una actitud de inhibición total ante lo que está ocurriendo. Creo que estamos ante el umbral de su desaparición.

-Tal y como se está planteando la próxima Asamblea de IU, ¿cree que de ella saldrá la solución a sus problemas ideológicos y organizativos?

En el citado documento propuse la Refundación de IU desde un proceso abierto, de carácter constituyente que no cayera por tanto en la tentación de buscar la respuesta a través de u procedimiento endogámico. De no ser así ahora o tras la Asamblea Federal, se cumplirá lo dicho anteriormente por mí.

-Tras el último Consejo Político Federal no hay un texto único para el debate, sino tres. ¿Y ahora qué?

He manifestado en Mundo Obrero que la falta de decisión del Consejo Político Federal sobre la aprobación de un texto único puede ser paradójicamente una oportunidad para que en estos meses inmediatos y hasta finales de Noviembre haya un proceso de participación y discusión abiertos y con las características que ya he expuesto en la anterior pregunta.

– Parece que la situación está muy enquistada y hay posiciones irreconciliables dentro de la organización. Me refiero a los cientos de militantes del PCE que no podrán participar en este proceso asambleario, por haber sido expulsados o por no permitírseles la afiliación. Además, gran parte de los militantes comunistas que ya no creen en IU y no participan en las asambleas de base. Ante todo esto, ¿cree que hay entendimiento posible entre todas las posiciones?

Junto a esos problemas que son reales hay otros de mayor calado: falsificación de censos, intrigas palatinas, escamoteo de documentación, poca o nula información documentada, prácticas sectarias que sustituyen la información por bulos, rumores o consignas sin respaldo orgánico, etc. La interiorización y por tanto el desligar la situación de IU y su solución de los problemas graves que existen marcan a la organización (que ya no es tal) con el sello del sectarismo.

-¿Sigue siendo válida IU?

No, esta IU no sirve. La Refundación será la salida si IU se incardina en el espíritu, contenidos, prácticas e ilusiones que marcaron el nacimiento de Convocatoria por Andalucía en 1984 e IU en 1986 y que fueron concretándose en línea política, valores, programas, actitudes y esfuerzos organizativos. Y todo ello sin idealizar lo más mínimo aquella época que también tuvo sus errores.

-Usted ha dicho que «es preceptivo hacer una Convocatoria abierta a colectivos, personas, ex -militantes, etc. para comenzar un proceso por el cual se debatirán y fijarán los ejes, compromisos y características de la nueva IU». ¿Desde donde habría que hacer dicha convocatoria?

Desde IU como organización, desde sus dirigentes y militantes y sobre todo desde la asunción por parte de los mismos de que estamos en una situación y en una época que ya no admiten más dilaciones. Es la realidad que tocamos: paro, marginación, crisis, valores hegemónicos de la derecha, involución de la democracia, etc, etc, etc. la que nos está convocando. Si ante esto no reaccionamos no podemos hablar de convocar a nadie.

Constato también el silencio y la quietud propios de Don Tancredo, de los sindicatos mayoritarios. Su salida de la hibernación podría también ayudar a esa convocatoria.

-Una encuesta publicada por LA REPÚBLICA indica que la mayoría de los militantes y simpatizantes creen que la cuestión republicana podría ser el principal elemento de cohesión de la izquierda transformadora, ¿comparte esta visión?

Sí, totalmente, pero con la condición que sepamos qué tipo de III República queremos y para qué la queremos. Es hora de ir concretando colectivamente los ejes en torno a los cuales el proyecto republicano debe articularse. Hay miedo y pereza a entrar en lo concreto, en planificar, idear, convocar, organizar el proceso constituyente, marcar las líneas para una futura Constitución republicana, etc. Seguimos anclados en lo puramente declamatorio cuando no en una visión unidimensional de la República desde la historia de la II República. Desde la nostalgia no se puede construir un proyecto para hoy.

-Usted siempre ha hablado de mirar hacia el futuro y construir la Tercera República, ¿en qué se ha avanzado durante los últimos años?

Creo que la pregunta ya está contestada pero voy a añadir algo más. Se constata que ha ido en aumento el número de foros, organizaciones y referencias colectivas al ideal republicano; la misma existencia de esta feliz idea de crear la República digital (laRepublica.es) es una muestra. Lo que ocurre es que ese avance ha sufrido un parón ante el reto de concretar y de encontrar acuerdos entre los grupos republicanos para intentar crear un proyecto compartido. Quiero decir que si la idea de construir la III República no se llena de contenidos, apoyos y movilización no pasará de esta fase.

-Ya se habla de romper el pacto constitucional.

Recuerdo el mitin de la Fiesta PCE de 1996. En nombre de mi partido ya avisé de que la Constitución estaba siendo gravemente incumplida en materias de derechos humanos, económicos, sociales y democráticos. Creo que el pacto lleva roto bastante tiempo. Se trata simplemente de elevar a categoría de conciencia un hecho que es indiscutible: la Constitución de 1978 sólo sirve para que se mantenga como pueda el cuarteado edificio de la II Restauración borbónica.

-¿Que valoración hace del trabajo y los objetivos de la Red de Municipios y cargos públicos por la Tercera República?

Es una iniciativa feliz e interesante. Creo que debe dotarse de contenidos concretos referidos a las líneas que pueden informar la Constitución de la III República y el papel de los municipios en ella. Al día de hoy son los ayuntamientos las instituciones que más están necesitando un cambio radical en la conformación de la estructura del estado y sus tres administraciones.

– Es el momento de hacer converger el trabajo político, institucional, cultural y mediático en una apuesta unitaria a favor de la República?

El momento hace tiempo que ha llegado, somos nosotros los republicanos los que no estamos a la altura de las circunstancias y las necesidades.

-Hablemos sobre el Partido Comunista, ¿cual es la importancia de un Partido Comunista en este momento histórico?

Hablar de IU desligándola del PCE es contemplar la mitad del problema que afecta a la izquierda revolucionaria o transformadora. El PCE debe asumir que debe ir a un proceso de Refundación con las características de no endogamia que le he asignado a IU.

Sobre esta cuestión ya he planteado en la dirección del PCE una propuesta; lo que ocurre es que nos ha alcanzado el tiempo con el problema de IU. No oculto que la intención subyacente a la hora de concebir el proceso del Manifiesto-Programa, era esta cuestión. Por ahora el proceso está paralizado por la crisis de IU.

-Parece que el debate sobre la reconstrucción del PCE empieza a cobrar importancia, ¿Cual es su posición al respecto?

Al concebirse IU como un Movimiento Político y Social en el que confluye a través del Programa toda la amplia pluralidad de la izquierda alternativa y revolucionaria se hace necesario para los que somos comunistas un marco de reflexión, creación y difusión específico según nuestras ideas. Concibo a IU como el marco por excelencia para la lucha política y de masas a la cual todos debemos lealtad y nuestras mejores aportaciones. El PCE para mí es uno de los elementos de reflexión, desde una óptica marxista, que aglutina, impulsa y organiza nuestra específica cosmovisión. IU y PCE no se autoexcluyen se complementan.

-Usted ha dicho en alguna ocasión que ha elaborado un documento titulado «¿Y el PCE?» en el que pide una transformación del Partido ¿en qué sentido? ¿qué cambiaría usted del PCE?

Las circunstancias que rodean al documento citado me llevan a no explicarme. Algo he apuntado ya. Espero que en breve se pueda discutir sobre él. Lo que si aventuro es que el PCE también necesita un proceso de Refundación.

-¿Qué opina de que haya dirigentes con carné del PCE que no respetan las decisiones ni las posiciones de su Partido dentro de IU?

Ese mal lleva ya mucho tiempo instalado entre nosotros. La historia de todas las versiones de Nueva Izquierda lo acredita. No es un mal importado es nuestro. Deberá abordarse con seriedad.

-¿Que camino debería tomar el PCE en su XVIII Congreso?

Obviamente el de su Refundación. Lo que ocurre la palabra en sí no dice nada. Los contenidos de la misma son los que marcan la concepción de Partido Comunista que cada uno podemos tener ahora. Soy de los que apuestan por un PCE realmente existente y actuante pero no así como ahora.