La epidemia de Ébola que en la actualidad se extiende por diferentes países centroafricanos ha puesto en primer plano las graves carencias sanitarias y asistenciales en estos y otros países. Hospitales que no merecen este nombre, ausencia absoluta de medicamentos y equipamientos esenciales, e incluso enfermos de Ébola que fallecen por las calles. Como muchos […]
La epidemia de Ébola que en la actualidad se extiende por diferentes países centroafricanos ha puesto en primer plano las graves carencias sanitarias y asistenciales en estos y otros países. Hospitales que no merecen este nombre, ausencia absoluta de medicamentos y equipamientos esenciales, e incluso enfermos de Ébola que fallecen por las calles. Como muchos epidemiólogos señalan, la calamitosa situación sanitaria que tienen estos países agrava, todavía más, la extensión de estas graves enfermedades e impide atender a los enfermos. Muchos nos preguntamos qué está haciendo la cooperación española por mejorar esta situación en línea con sus compromisos internacionales y sobre todo cuando ha montado un costoso despliegue para repatriar a uno de los misioneros infectados por el Ébola.
La salud es un componente esencial porque determina las condiciones de vida, de enfermedad y las posibilidades de morir. Por ello, el acceso a unos servicios sanitarios básicos delimita en muchos países la diferencia entre la vida y la muerte. No es casual que los compromisos internacionales en materia de cooperación al desarrollo identifiquen la salud como una de las prioridades mundiales a apoyar por los países donantes.
Se entenderá por tanto que la ayuda sanitaria sea una de las prioridades mundiales en materia de cooperación internacional, en la medida en que determina de forma directa las posibilidades de vida o de muerte de cientos de millones de personas en todo el mundo que dependen directamente de estos dispositivos sanitarios, evitando al mismo tiempo la extensión de epidemias y enfermedades prevalentes, como vemos ahora.
Numerosos países focalizan sus esfuerzos en programas preventivos y de atención primaria básicos en África Subsahariana que es, sin ninguna duda, la región del mundo con mayores carencias y tasas de morbilidad. Más aún, esta región es la máxima prioridad internacional para agencias, donantes e instituciones multilaterales de la ayuda al desarrollo en la medida en que desde hace años informes y estudios son unánimes a la hora de valorar la extrema gravedad por la que atraviesa esta región. Hambrunas, guerras, migraciones, sequías y pandemias caracterizan el escenario en el que millones de personas tienen como único horizonte en toda su vida, no morir.
Es así que el brote de Ébola que en la actualidad se extiende por Liberia, Guinea, Sierra Leona y Nigeria preocupa no sólo por su virulencia, sino por la incapacidad de los sistemas sanitarios de estos países para hacer frente a un brote epidémico y atender correctamente a las personas enfermas. Basta simplemente con ver las imágenes de los lugares donde se reúnen a los enfermos de Ébola para darnos cuenta que todo ello añade mayor gravedad a una epidemia tan devastadora.
El insólito despliegue que ha montado España para repatriar a un misionero español infectado por esta enfermedad ha sorprendido por su complejidad y coste, además de realizarse cuando otros muchos casos anteriores que requerían menos medios fueron denegados por las autoridades sanitarias españolas. Sin duda, la certeza de que cualquier persona infectada de esta enfermedad en los países afectados no va a poder recibir una atención básica ha pesado en esta decisión de traslado. Ahora bien, algunos nos hemos preguntado qué esta haciendo el Gobierno que ha realizado este costoso traslado a favor de la salud de estos países mediante su política de cooperación sanitaria, dentro la Ayuda Oficial al Desarrollo que España lleva a cabo, una ayuda que ha sido desguazada por el Gobierno del Partido Popular, al recortarla hasta un escaso 0,1% del PIB llevándola así a su nivel más bajo de la historia y a uno de los últimos puestos a nivel mundial.
La pregunta por tanto es sencilla: ¿Qué ha hecho el Gobierno del PP por mejorar la situación sanitaria en los países afectados por la epidemia de Ébola que vivimos, en Liberia, Guinea, Sierra Leona y Nigeria? Para ello acudiremos a los últimos datos oficiales difundidos por la cooperación española, referidos al año 2012. Y tras consultar los datos, la respuesta es también muy sencilla: nada, es decir, el Gobierno del PP no ha dado ni un solo euro en materia de cooperación sanitaria a estos países a lo largo del año 2012, en lo que se denomina como cooperación bilateral. A la vista de ello, toca preguntarse qué ayuda es la que ha proporcionado el Gobierno del PP a estos mismos países en conceptos de prioridad social básica, y la respuesta es también muy sencilla, nada, ni un euro, veamos. A Liberia nada, cero euros. A Guinea tampoco nada, únicamente 4.415 euros gastados por el Ministerio del Interior, junto a una cantidad superior, de 2.456.395 euros en operaciones de deuda del Ministerio de Economía y Hacienda. A Sierra Leona nada, cero euros. Y a Nigeria también nada, salvo otros 4.515 euros, en este caso desde el Ministerio de Hacienda. Es evidente que decir que España ha dado a un país africano como cooperación al desarrollo durante un año 4.415 euros es un escándalo, pero así está la cooperación española y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). Si bien, esta cifra responde casi con seguridad a un billete de avión y dietas de algún funcionario que viajara a estos países.
Pero entonces, ¿esa es toda la ayuda que España ha dado a esos países en el año 2012? No. Hemos hablado de la ayuda bilateral del Gobierno español que es responsabilidad directa del mismo. A ella, habría que sumar la ayuda procedente de otras administraciones como Comunidades Autónomas, Ayuntamientos y Universidades, que han sido mucho más generosas que el Gobierno de Rajoy. Así, a Liberia, la Comunidad Autónoma Vasca dio 299.121 euros (frente a 0 euros del Gobierno estatal); a Liberia, diferentes ayuntamientos dieron 28.387 euros (frente a los 4.415 euros del Ministerio del Interior); a Sierra Leona, las Comunidades Autónomas de Asturias, Extremadura, Madrid y Navarra dieron 353.453 euros, los ayuntamientos otros 132.865 y las universidades 16.951 (frente a los cero euros del Gobierno central); y finalmente, Nigeria, recibió 6.130 euros de las universidades (frente a los 4.515 del Ministerio de Hacienda).
Ayuda al Desarrollo bilateral concedida por España en 2012 a los países afectados por el brote de Ébola de 2014 |
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Cooperación estatal |
Comunidades Autónomas |
Ayuntamientos |
Universidades |
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Ayuda Sanitaria |
Otras ayudas |
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Liberia |
0 |
0 |
299.121 € |
0 |
0 |
Guinea |
0 |
4.415 € 2.456.395 € (deuda) |
0 |
28.387 € |
0 |
Sierra Leona |
0 |
0 |
353.453 € |
132.865 € |
16.951 € |
Nigeria |
0 |
4.515 € |
0 |
0 |
6.130 € |
(Fuente: Carlos Gómez Gil a partir de datos de PACI Seguimiento, 2012. Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, Secretaría General de Cooperación Internacional para el Desarrollo)
Creo que estas cifras hablan por sí mismas del grado de descomposición en el que se encuentra una política de cooperación española que no merece este nombre. Y también creo que debería llenarnos de vergüenza saber que el Gobierno de Rajoy no destina un solo euro a mejorar la atención sanitaria en los países afectados por el Ébola que reúnen a cerca de 185 millones de personas. Por ello mismo, sorprende todavía más el despliegue y el gasto empleado en atender y cuidar al misionero español afectado que falleció en Madrid, a la vista de la ausencia completa de ayuda no solo para atender esta enfermedad, sino en general destinada a la atención sanitaria básica en estos países.
Si la solidaridad internacional por la vía de la cooperación con los más débiles marca nuestra personalidad, es evidente que España atraviesa una gran crisis, pero de moral, indiferencia, desprecio e incumplimiento de nuestros compromisos como país donante.
Carlos Gómez Gil (Twitter: @carlosgomezgil) es profesor de cooperación al desarrollo en la Universidad de Alicante. Puedes leer otros textos suyos en su Blog Palabras Gruesas)
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