Recomiendo:
0

Entrevista con Michael Löwy, sociólogo y filósofo

«La crisis ecológica es más grave que la económica»

Fuentes: La voz de Galicia

El autor del Manifiesto Ecosocialista Internacional planteó en la Semana de Filosofía una revolución social frente al capitalismo. Michael Löwy, sociólogo y filósofo marxista franco-brasileño, es profesor de la École des Hautes Études en Sciences Sociales de París y coautor del Manifiesto Ecosocialista Internacional. En su intervención de ayer en la Semana Galega de Filosofía […]

El autor del Manifiesto Ecosocialista Internacional planteó en la Semana de Filosofía una revolución social frente al capitalismo. Michael Löwy, sociólogo y filósofo marxista franco-brasileño, es profesor de la École des Hautes Études en Sciences Sociales de París y coautor del Manifiesto Ecosocialista Internacional. En su intervención de ayer en la Semana Galega de Filosofía habló sobre la crisis del modelo capitalista de consumo asociada a la crisis ecológica y defendió la alternativa ecosocialista.

¿Cuál es su planteamiento respecto a la crisis del modelo capitalista?

Trato de plantear que las crisis económica y ecológica están muy vinculadas y son aspectos de una misma crisis fundamental de la civilización occidental capitalista e industrial moderna, que ha llegado a un punto dramático. Para mí la crisis ecológica es la más grave, aunque menos aparente, que la financiera porque pone en peligro la vida en el planeta. Y se necesitan cambios muy radicales.

¿Qué propone el ecosocialismo?

La necesidad de un cambio profundo, revolucionario, no solo de las relaciones de propiedad, sino del mismo aparato productivo, del paradigma de consumo y de todo lo que representa la civilización del capitalismo industrial moderno. La alternativa es una sociedad ecosocialista, en la que es la población la que decide las prioridades de la producción y del consumo en función de sus necesidades sociales y del respeto a los equilibrios ecológicos, no en función del beneficio del capital.

¿A ese modelo se puede llegar en los países occidentales con los actuales partidos socialistas o de izquierdas?

Más que por los partidos hay que empezar por la gente, la población, los trabajadores. Y no solo en los países ricos. En América Latina las luchas ecosociales están más avanzadas y tienen gran eco en comunidades indígenas que defienden los bosques en contra del capital multinacional. Aquí en Europa hay que empezar por luchas locales concretas. Por ejemplo, la lucha por transportes colectivos gratuitos en vez del coche privado, que ya se está llevando a cabo en varias ciudades. No es aún el ecosocialismo, pero es un primer punto. Hay una dialéctica entre luchas concretas locales como esas y una visión de conjunto más amplia de transformación de la sociedad.

¿Las medidas que están adoptando los gobiernos sirven para algo?

Las políticas que aplican los gobiernos no creo que vayan a resolver la crisis, son medidas que se quedan en los marcos de la misma lógica del capitalismo neoliberal. Necesitamos medidas más radicales que se enfrenten a los intereses privados del capital y una reorganización de la economía. Pero eso, los gobiernos no lo van a hacer y los mercados tampoco.

¿Lo que procede, entonces, es otra revolución?

Procede una transformación social radical y si se quiere se puede llamar revolución. Ahora, eso no significa que en tanto no haya una revolución no podemos hacer nada. Hay que plantear, como decía, medidas concretas en función de los intereses de los trabajadores, que sean sociales y ecológicas. Sabemos que los gobiernos no las van a tomar, pero si hay presión social suficiente algo se verán obligados a hacer.

¿Marx ha resucitado?

La idea de que Marx ha muerto es vieja y cada vez que lo matan resucita. Los economistas oficiales creen hoy que es interesante para entender las crisis. Pero más allá de utilizarlo para entender la crisis, Marx da un análisis y un diagnóstico de cómo funciona el capitalismo y la perspectiva de una alternativa radical.

Si no se produce el cambio ¿Qué futuro nos espera?

Los analistas sociales ya tenemos dificultad para entender el pasado y el presente, y mucho más el futuro. Lo que podemos hacer son predicciones condicionales. Como decían los profetas del Antiguo Testamento, si no cambiamos viene una catástrofe. Podemos prever que si seguimos con este sistema, con los negocios de siempre, vamos a tener una crisis aún más grave, económica y ecológica. Tenemos que tomar conciencia de la necesidad de un cambio de rumbo, confiando en la racionalidad de los seres humanos, sobre todo de los oprimidos y explotados, para que las cosas cambien.

Fuente: http://www.lahaine.org/index.php?p=44660