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Entrevista a Ramón Fernández Durán, militante ecologista y profesor de la Universidad Carlos III de Madrid

«La crisis y la falta de liquidez de los bancos han sentenciado la muerte del proyecto de refinería en Tierra de Barros»

Fuentes: Rebelión

Ramón Fernández, miembro de Ecologistas en Acción y profesor de la Universidad Carlos III de Madrid, acudió a Villafranca de los Barros (Badajoz) para ofrecer una charla magistral sobre el petróleo, con motivo de la presentación oficial de la nueva coordinadora de Tierra de Barros. Fernández es experto en Europa, ingeniero de Caminos, urbanista y […]

Ramón Fernández, miembro de Ecologistas en Acción y profesor de la Universidad Carlos III de Madrid, acudió a Villafranca de los Barros (Badajoz) para ofrecer una charla magistral sobre el petróleo, con motivo de la presentación oficial de la nueva coordinadora de Tierra de Barros. Fernández es experto en Europa, ingeniero de Caminos, urbanista y miembro de Ecologistas en Acción desde hace treinta años. La solidez de sus argumentos y la fuerza que transmitía contagió a los asistentes y les devolvió la ilusión. Las razones: la crisis económica y la falta de liquidez de los bancos y cajas de ahorro para asumir la inversión que necesita el Grupo Alfonso Gallardo han sentenciado la muerte del proyecto. Estos ciudadanos, que llevan años inmersos en una batalla de fondo contra la refinería, concluyeron la jornada con un gran brindis con el que celebraron el fin de la era Gallardo.

Ha comenzado su intervención con una sentencia firme: «La refinería no se construirá». ¿Cuáles son sus argumentos?

La crisis económica no permite a los bancos disponer de liquidez y estoy convencido de que la refinería del Grupo Alfonso Gallardo no se construirá. Ni Caja de Extremadura ni Caja Madrid, ni el BBVA -los grandes avales con los que contaba Alfonso Gallardo- pueden asumir el elevado coste que implica su construcción. Una refinería de estas características necesita una inversión de quince mil millones de euros.

¿Y qué ocurre con el apoyo mostrado desde el Gobierno central y la Junta de Extremadura?

El aumento de la deuda pública y su dependencia monetaria con el Banco Central Europea hace inviable un apoyo de la Administración pública a un proyecto como la refinería. Una cosa es que la Junta haya afirmado que vaya a asumir el 20 por ciento del coste su total y otra que vaya a aportarlos, si tenemos en cuenta sus problemas para abordar los gastos corrientes.

Se rumoreaba que la petrolera Shell apoya el proyecto de la refinería o, al menos, así lo señala Alfonso Gallardo.

No ha habido ningún socio tecnológico-una petrolera-que haya el proyecto de manera explícita. Gallardo puede hacer todas las afirmaciones que le vengan en gana. Si hubiera detrás algún interesado, ya hubiera salido a la palestra. Exijo a la Junta que confirme si hay alguna petrolera mundial que apoye el proyecto y si los actores financieros tienen dinero para comprometerse.

¿Existen reservas de petróleo suficientes para garantizar la apertura de nuevas refinerías?

La Agencia Mundial de la Energía ha reconocido que la extracción masiva de crudo ha desembocado en el «pico del petróleo», el punto donde las existencias petrolíferas decrecen. Las reservas restantes presentan un nivel de pureza inferior y generarán unos costes de explotación muy elevados.

El aumento de los costes de extracción vendrá acompañado de un aumento del protagonismo de los países integrantes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que prevén controlar todo el proceso productivo, desde la extracción hasta su refino.

De este modo, se limitará la producción en países importadores, ya que se espera una «sobreoferta» mundial de refinerías de los países de la OPEP ante la que los países importadores, como España, tendrán que adquirir el crudo refinado.

Si el petróleo será de baja calidad, ¿qué tipo de peligros podría implicar su transformación en Extremadura, teniendo en cuenta que se trataría de una factoría de interior?

Junto a los efectos nocivos que tiene una refinería sobre la salud y el medio ambiente, por los productos químicos que genera, hay que tener en cuenta que el crudo será de baja calidad, de modo que será rico en compuestos químicos corrosivos como el azufre.

Se trata de un compuesto que puede dañar al oleoducto, que conectará Extremadura con el Puerto de Huelva. Estas tuberías atravesarían numerosas poblaciones y áreas protegidas e incluidas en la red Natura 2000.

Hemos asistido a una crisis económica global. ¿Para cuándo prevé que haya una crisis energética del petróleo?

La crisis energética está directamente relacionada con la financiera y económica y, una vez que se haya superado los problemas económicos, vendrán los energéticos. Aunque haya bajado el precio del crudo, es muy probable que, en un plazo de dos años, comience el declive energético que provocará una subida pronunciada del precio del petróleo.

El petróleo es la principal fuente energética mundial, ya que el 40 por ciento del consumo energético se obtiene de este combustible fósil. Si falla el petróleo, asistiremos a un impacto mundial que generará la caída más pronunciada del crecimiento económico.

¿Qué consecuencias tendrá?

El petróleo se usa para la movilidad motorizada y la agricultura industrializada, que garantiza la alimentación de una población urbana cada vez mayor. Si empieza a fallar el petróleo, habrá problemas para garantizar todo el parque móvil mundial, que asciende a 800 millones de coches. También habrá un problema alimentario.

¿Existe una fuente energética capaz de sustituir al petróleo?

Hasta ahora se ha pensado en el hidrógeno, aunque no es una fuente de energía, sino una forma de almacenamiento energético que requiere de la electrolisis (su separación del oxígeno), que es eléctrica. Producir hidrógeno tiene una eficiencia en la actualidad del 20 por ciento.

Se volverá a dar protagonismo a al uso del carbón. En la actualidad este mineral puede transformarse en elementos parecidos al petróleo.