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La cuestión republicana. Pongamos un poco de orden

Fuentes: Rebelión

No sería bueno hoy por hoy, el que ninguna fuerza política tratara de monopolizar el sentimiento republicano. Pienso que es una flor que está renaciendo con fuerza, luego merece nuestro mimo y generosidad sino se desea mediatizar. El que la causa republicana está siendo aceptada cada vez por mayor numero de jóvenes, por anacrónica y […]

No sería bueno hoy por hoy, el que ninguna fuerza política tratara de monopolizar el sentimiento republicano. Pienso que es una flor que está renaciendo con fuerza, luego merece nuestro mimo y generosidad sino se desea mediatizar. El que la causa republicana está siendo aceptada cada vez por mayor numero de jóvenes, por anacrónica y represora, pues últimamente esta demostrando esta faceta, puede aclarar a muchos y muchas el verdadero cariz de la monarquía del 18 de Julio, como recuerdo muy bien se definió en su momento. Pero no por eso la formulación de la organización del estado, debe convertirse en slogan electoral, lo cual no es contradictorio con que determinados partidos formulen su vocación republicana.

En cualquier caso los y las partidarias de la Republica, son diversos y se encuentran entre un amplio abanico político, que puede ir desde independientes a liberales, socialdemócratas o marxistas revolucionarios o marxianos. Esta pluralidad hay que respetarla, porque si conseguimos un Referéndum sobre la formula de estado y su jefatura, lo importante será que los y las ciudadanas voten a favor de la Republica independientemente de su adscripción partidaria o del partido del que puedan ser votantes habituales.

Se tiende además simplificar en muchas ocasiones o pensar que por que alguien se presente como republicano, captará los votos de otras fuerzas que tal vez fueron republicanas, pero que sus actúales dirigentes están en otras cosas. Eso sería un muestra de infantilismo.

Pienso, que es el momento de un Frente amplio y diverso republicano. Es el momento de profundizar en las contradicciones de la monarquía con respecto a la Democracia y sus profundas cargas de desigualdad, así como el lastre que para la universalización de derechos supone un sistema arcaico y hereditario que cercena el derecho cívico a ser jefe o jefa de estado.

Hay que informar y formar a la ciudadanía , acerca de las actitudes despóticas y corruptelas de la familia actualmente reinante. Su profunda ambición, el circo mediático y rosa que la rodea, sus despilfarros y derroches no conocidos y los «regalos» que reciben.

Debemos informar de lo que es y significa una Republica, pero no solo de lo que supuso la II, que nos fue cruel y felonamente arrebatada, sino de lo que puede representar y beneficiar en nuestro futuro. Hay que recuperar la retórica de la libertad e igualdad que esta supone y cantar sus posibilidades de que sea un instrumento cívico de superación y búsqueda de la felicidad.

Es por eso por lo que me permito pedir mucha unidad en la acción, para la consecución del objetivo republicano y ningún intento de monopolización de los ideales de Pí y Margall, Manuel Azaña, Indalecio Prieto, Fernando de los Rios, Juan Negrin, Fransesc Maciá, Lluis Companys, Casares Quiroga, Clara Campoamor, José Diaz o Dolores Ibarruri, entre otros y otras muchas incluidos los nuestros, que callada pero constantemente ponemos nuestro grano de arena, por una causa y nos solidarizamos públicamente con los dibujantes de El Jueves o los y las jóvenes de Girona.

La lucha por la Republica de los y las Iguales, es apasionante y se puede formalizar, pero uniendo voluntades, no dejando de influir y sobre todo siendo conscientes aquellas y aquellos que no nos conformamos solo con una republica burguesa y liberal, que el socialismo hoy solo es posible en un marco democrático y la democracia solo es posible en la republica. Pero para ello hay que sumar y no restar. Pido además que nadie me malinterprete, un partido como no podía ser de otra manera puede manifestarse como republicano, claro que sí, ahí tenemos el caso paradigmático de E.R.C, pero ellos con buen criterio nunca se han presentado como los únicos y exclusivos republicanos.

* Carlos Martínez es polítologo