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La CUP decide rforzar la lucha municipalista antes de dar el salto a las autonómicas

Fuentes: Gara

La izquierda independentista catalana ha decidido no concurrir a las próximas elecciones autonómicas al Parlament de Catalunya con el objetivo de reforzar primero su proyecto municipalista de cara a las municipales de 2011. Lo decidieron la semana pasada los más de 300 militantes que acudieron a la Asamblea General de la CUP (Candidatura d’Unitat Popular) […]

La izquierda independentista catalana ha decidido no concurrir a las próximas elecciones autonómicas al Parlament de Catalunya con el objetivo de reforzar primero su proyecto municipalista de cara a las municipales de 2011. Lo decidieron la semana pasada los más de 300 militantes que acudieron a la Asamblea General de la CUP (Candidatura d’Unitat Popular) celebrada en Girona.

No es compatible la dinámica que tenemos en el ámbito municipal y de repente vernos inmersos en una dinámica poco controlable a nivel nacional. Si lográbamos algún escaño, habría sido fácil pasar de la alegría inicial a una absoluta deshinchada que nos convirtiera en un partido tradicional más, pero siendo el más pequeño del Parlament». La reflexión es de Abel Caldera, uno de los redactores de la enmienda que ganó en la asamblea. Tras una larga jornada de debate apasionado sobre cuándo dar el salto a unas elecciones autonómicas, los resultados de la asamblea se refrendaron con 200 votos a favor, 53 en contra y 35 abstenciones.

El debate en la asamblea de la CUP, celebrada el 21 de junio, giró únicamente alrededor de una ponencia base que proponía empezar a trabajar para concurrir a las elecciones autonómicas catalanas previstas para otoño de 2010. Pero se presentaron dos enmiendas a la totalidad, cuya discusión se prolongó hasta la tarde y culminó con una votación muy ajustada a favor de una de ellas: 161 votos a favor, 148 en contra y 4 abstenciones.

El debate en el seno de la izquierda independentista catalana sobre cuándo concurrir a unas elecciones supramunicipales ha sido intenso en los últimos meses, pues en 2004 se intentó por primera vez desde hacía más de 15 años y el resultado no fue demasiado satisfactorio. Eran las elecciones europeas y la CUP no llegó a los 10.000 votos en todos los Països Catalans. En aquella ocasión se concurrió sin el convencimiento ni el apoyo activo de toda la izquierda independentista. En los comicios europeos de este año la izquierda independentista ha preferido no repetir la experiencia, y muchos de sus militantes han participado en la campaña de Iniciativa Internacionalista. Se rozaron los 22.000 votos. Otros datos a tener en cuenta son los cerca de 30.000 votos obtenidos en las municipales de 2007.

No debería sorprender que se hagan cálculos de los votos qué se podrían sacar. La izquierda independentista catalana comparte que a unas elecciones se debe concurrir para sacar un buen resultado que implique lograr representación o quedarse muy cerca. Ésta ha sido la premisa con la que se han conseguido concejales los últimos años. El cálculo que se hace para las autonómicas es que sólo es realista lograr votos en la circunscripción de Barcelona, pero la cifra necesaria es muy elevada: unos 65.000 votos para el primer escaño. Realmente lejos de lo que ha conseguido hasta ahora este movimiento. Aunque no hay que olvidar que a las municipales se ha concurrido en pocas poblaciones y que el discurso para las recientes europeas no era en clave catalana sino en clave internacionalista.

Cansada del autonomismo

Pero para los defensores de la ponencia base que proponía presentarse a las autonómicas es especialmente importante tener en cuenta el contexto actual, donde una parte de la población catalana está cansada del camino sin salida del autonomismo y muy descontenta con el papel de ERC en el Govern. En este sentido, Lluís Sales, uno de los ponentes del texto, considera que «es importante concurrir por una cuestión de visibilidad política de unas siglas y de un proyecto en un momento en que nosotros analizamos (y creo que es un análisis compartido por los que presentaron las enmiendas) de debilidad y desgaste del autonomismo y del liberalismo». Sería una manera, dice, de «dar visibilidad al proyecto y a las siglas más allá de los municipios donde tenemos presencia como CUP». Pero una mayoría (aunque ajustada) no compartió su análisis.

Y si no concurren a las autonómicas, ¿qué propone la enmienda aprobada? Abel Caldera explica que «nuestra ponencia no se debe interpretar como un miedo al fracaso, porque el reto que nos imponemos para 2011 es también un riesgo. Si para las elecciones de 2011 no damos otro salto importante como lo hicimos en 2007, habremos fracasado». Y qué plan tienen para lograrlo? La presentación de candidaturas que hace tiempo que se están gestando en poblaciones importantes en las que nunca antes se ha concurrido. Abel Caldera concluye que ahora van a trabajar para «construir la organización con discursos nacionales, basados en experiencias locales de las distintas CUP, en temas como vivienda o servicios públicos. A partir de las experiencias locales y la construcción de un programa político para las elecciones de 2011 haremos un trabajo ideológico tocando de pies al suelo muy importante».

Más allá de los militantes de la CUP, la decisión ha satisfecho a la mayoría de organizaciones de la izquierda independentista, que consideraban que era prioritario afianzar la lucha municipalista y también estructurar un movimiento aun fragmentado antes de dar el salto a las autonómicas.