La Guardia Civil, Rubalcaba y Zapatero mienten. Por si quedaran dudas, un testigo presencial de las detenciones de Portu y Sarasola ha declarado al juez que la detención «fue limpia», sin oponer resistencia, por lo que las lesiones de extrema gravedad de Portu, así como las de Sarasola, no fueron realizadas entonces. Las detenciones se […]
La Guardia Civil, Rubalcaba y Zapatero mienten. Por si quedaran dudas, un testigo presencial de las detenciones de Portu y Sarasola ha declarado al juez que la detención «fue limpia», sin oponer resistencia, por lo que las lesiones de extrema gravedad de Portu, así como las de Sarasola, no fueron realizadas entonces. Las detenciones se realizaron sobre las 10.00, y no a las 13.00, y no había control. GARA ha podido recabar más datos sobre lo ocurrido el domingo.
El pasado domingo, 6 de enero, la Guardia Civil informaba de que dos personas que portaban dos pistolas envueltas en celofán habían sido detenidas en Arrasate, sobre las 13.00, en un control policial de los GAR. «El País» adelantaba que se trataba de dos jóvenes navarros y que no opusieron resistencia durante su detención. A primera hora de la mañana del lunes, cuando se tuvo constancia del alarmante ingreso del lesakarra Igor Portu en la UCI del Hospital Donostia, con múltiples golpes, un pulmón perforado y neumotórax, la coletilla informativa de «no opusieron resistencia» había desaparecido de todos los portales digitales, salvo en algunos blogs que calcaron la versión facilitada el domingo.
Acto seguido, la versión oficial cambió de rumbo. A tenor del informe médico de Portu, que resaltaba el elevado riesgo de morir que tenía en el momento de ser hospitalizado, el ministro español del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, comparecía por la tarde haciendo suya la versión del instituto militar de que las lesiones producidas al lesakarra fueron consecuencia del uso de la fuerza para reducir a los jóvenes cuando intentaban supuestamente huir al encontrárseles dos pistolas en una mochila. Según Rubalcaba, se trató del «uso de la fuerza reglamentaria». Pero el ministro español, además, adelantaba que Mattin Sarasola, el otro detenido, también estaba lesionado. Y omitió el lugar del arresto. La explicación oficial no apuntaba ya a ningún control.
No obstante, GARA tuvo constancia de que la versión que circulaba en las calles de Arrasate sobre los hechos contradecía la explicación de las autoridades españolas. Este diario pudo corroborar que echaba por tierra las explicaciones de Rubalcaba y Rodríguez Zapatero. Y así lo ha confirmado un testigo que declaró ayer mismo en el Juzgado de Bergara.
Continuo cambio de datos
El martes, «El País» informó de que Sarasola «no presentó resistencia alguna en el momento de ser apresado. Sarasola no tenía ninguna lesión». Sin embargo, en la edición del miércoles llevaba a su portada la noticia de que «el segundo etarra detenido -Mattin Sarasola- también sufrió múltiples heridas»; agregaba, además, el informe forense de Sarasola, del que se extraía la conclusión oficial de que «todas estas lesiones son compatibles con maniobras de una detención violenta».
El testigo presencial de la detención de Portu y Sarasola que ayer por la mañana declaró en el Juzgado de Bergara, sin embargo, desmonta toda la versión del Ministerio español de Interior.
Según el acta de comparecencia judicial del testigo ocular, la detención se produjo entre las 10.00 y las 10.30 ante la escuela Erguin de Arrasate. Explica que él estaba paseando al perro -hay un parque infantil, junto a varias edificaciones de viviendas conocidas como Las Malvinas- cuando «vio bajar, viniendo del monte, a dos montañeros». El testigo prosigue su relato agregando que «en ese momento aparecieron cinco patrols de la Guardia Civil y se dirigieron a ellos directamente» y que «les pidieron las mochilas y las registraron». Acto seguido, los militares registraron el coche de los lesakarras, «un ‘Volkswagen Caddy’ de color gris».
Tres horas antes de lo asegurado
Asegura no saber si lo sacaron de las mochilas o del coche, pero certifica que les encontraron «un paquete envuelto en celofán, que el declarante creyó que era `costo'». Pero agrega que cuando vieron lo que contenía el paquete, el Guardia Civil al mando del operativo «ordenó que les colocaran los grilletes y que les metieran en el coche».
La declaración que el testigo aportó en el Juzgado de Bergara, y que se espera sea incluida en la investigación abierta en Donostia, continúa afirmando que «no es cierto lo que ha escuchado en los medios de comunicación sobre la hora de la detención, sobre que era un control rutinario y sobre la resistencia de los chicos a la detención. Y que ésta – la detención- fue limpia», se añade.
Por lo tanto, los arrestos no se llevaron a cabo a las 13.00, sino en torno a las 10.00; tampoco en un control rutinario, sino cuando ambos jóvenes descendían desde el camino de Udala, a la altura de la escuela Erguin; y que no opusieron resistencia alguna, por lo que no huyeron, ni les persiguió la Guardia Civil, ni les produjeron lesión alguna en el momento de la detención.
Según el testimonio, facilitado por Askatasuna, Portu y Sarasola fueron detenidos en las inmediaciones de la escuela pública Erguin de Arrasate, en la calzada de Udala, bajo las faldas del monte Udalaitz, donde recibieron el alto de agentes de la Guardia Civil, cuando los lesakarras descendían hacia el pueblo.
Confirmación de los vecinos
Varios vecinos de la zona en la que se produjeron los arrestos han confirmado a GARA la presencia de los guardias civiles a primera hora de la mañana.
Así, tal y como han asegurado varios arrasatearras a este diario, entre las 9.30 y las 10.00 del domingo 6 de diciembre al menos cuatro dotaciones de la Guardia Civil fueron vistas rondando por el centro del municipio. Se encontraban en la calle Otalora de Arrasate, en concreto, ante el frontón municipal Uarkape. A la misma hora, y corroborado por otros vecinos, seis dotaciones de la Guardia Civil se encontraban paradas en la plaza Udala; se trata de una rotonda en el centro del municipio, junto a la Universidad Mondragón. Este lugar es el único por el que se puede llegar a la calle Udala, al barrio con el mismo nombre y al monte Udalaitz, que se alza sobre el pueblo de Debagoiena. En ese instante, según testigos presenciales, un policía de paisano se acerca a las dotaciones del instituto militar, y, acto seguido, los seis patrols se dirigen hacia Udala.
Sí colocaron un control policial
GARA sí ha podido confirmar la existencia de un control de carretera colocado por la Guardia Civil. Según testigos presenciales, el retén se encontraba a una distancia de cuatro o cinco kilómetros del centro del pueblo.
En concreto, estaba en la «muga» de Gipuzkoa con Araba, yendo desde Arrasate hacia Aramaio, en una curva donde hay un cruce hacia la izquierda, única senda para poder llegar a los barrios Untzilla y Suiña de Aramaio. Un control en el que la Guardia Civil retuvo y negó el paso a decenas de viandantes que paseaban. Partiendo de Arrasate hacia Araba existe un camino de viandantes que sigue el curso del río Aramaio, pasando por el barrio Garagartza, que llega al lugar del citado control.
GARA también ha podido confirmar que la presencia «notoria» de la Guardia Civil en las inmediaciones de Udalaitz y del barrio Udala se remonta a más de una semana atrás. Un vecino de Udala, sito en las faldas del monte, aseguró a GARA que varias dotaciones del instituto militar español se dejaron ver casi a diario por el barrio. Incluso varios vecinos añadieron que la Guardia Civil se adentraba en un camino de pista que lleva, además de a varios caseríos, al Udalaitz. Añadieron que fue muy notoria su presencia, ya que la Guardia Civil no suele dejarse ver nunca por esos lugares.
Aunque no fueron testigos de la detención de Portu y Sarasola, varios vecinos que viven en las viviendas situadas frente a la escuela pública Erguin también confirmaron a GARA la presencia de agentes del instituto militar español a primera hora de la mañana del domingo 6 de enero. Es más, una mujer señaló cómo su hijo pequeño le informó de que la Guardia Civil impidió el paso a un grupo de niños que estaban jugando en la calle.
Atendiendo a los desplazamientos y ubicaciones de los guardias civiles que estuvieron el domingo en Arrasate, y que ha sido posible saber por los testimonios de varios vecinos, las detenciones de Portu y Sarasola tampoco fueron «casuales», tal y como se informó desde el primer momento. Es de reseñar que, por ejemplo, en la edición del lunes 7 de «El País» ya se subrayaba que «los agentes estaban sobre la pista de ambos desde hacía tiempo, según fuentes de la lucha antiterrorista».