La Delegación del Gobierno de Madrid prohíbe una concentración Hoy 26 de enero van a reunirse en Madrid los ministros de Asuntos Exteriores de los 18 países que han ratificado el Tratado de Constitución Europea. Bajo el lema «Amigos del Tratado Constitucional: por una Europa Mejor» intentan resucitar el moribundo proyecto de Tratado que se […]
Hoy 26 de enero van a reunirse en Madrid los ministros de Asuntos Exteriores de los 18 países que han ratificado el Tratado de Constitución Europea. Bajo el lema «Amigos del Tratado Constitucional: por una Europa Mejor» intentan resucitar el moribundo proyecto de Tratado que se daba por enterrado en Europa hace un par de años. Entonces fue rechazado de plano por l@s ciudadan@s de Francia y Holanda en los referéndums de 2005, debido a su carácter antidemocrático, antisocial y antiecológico.
La comunicación pública de dicho acto por parte del Ministerio de Exteriores tuvo lugar el 15 de enero y los colectivos abajo firmantes se reunieron con carácter de urgencia tan sólo dos días después, el 17 de enero. En dicha reunión acordaron realizar una concentración para expresar su rechazo a la Constitución Europea. La petición de dicha concentración se notificó al día siguiente, 18 de enero. La concentración se solicitó en el bulevar de Recoletos, junto a la plaza de Cibeles de 16:00 a 17:00. Es decir, en un lugar y a una hora en la que no se producía ningún entorpecimiento del tráfico ni de l@s peatones.
Sin embargo, la Delegación del Gobierno denegó el permiso para dicha concentración aduciendo que se había solicitado fuera del plazo legal (10 días antes de la fecha solicitada). Como se deduce del párrafo anterior, respetar este plazo era imposible, ya que habría requerido que los colectivos convocantes se reuniesen el mismo día que se hizo pública la noticia y hubiesen notificado a la Delegación del Gobierno la petición al día siguiente.
Ante la denegación del permiso, los colectivos convocantes, solicitaron un nuevo permiso por el trámite de urgencia. Esta petición fue denegada nuevamente por la Delegación del Gobierno aduciendo nuevamente que se había pedido fuera de tiempo.
Los colectivos convocantes consideran que esta actuación de la Delegación del Gobierno dista mucho de ser democrática y cercena la visibilidad pública de los colectivos críticos con el Tratado Constitucional. Es más, dicha actuación demuestra como dicho Tratado no quiere ser sometido a una verdadera discusión pública que deje a la vista el proyecto neoliberal, militarista y antidemocrático que esconde. Un proyecto de funestas consecuencias sociales y ambientales.
Por este motivo los colectivos abajo firmantes mantienen la convocatoria y anuncian públicamente que se concentrarán el viernes 26 de enero en el bulevar de Recoletos frente a la Casa de América (de 16:00 a 17:00).
Colectivos convocantes
Asamblea contra la Globalización y la Guerra, Attac – Madrid, CGT – Madrid, CJC Madrid, Corriente Roja, Cristianos de Base, Cristianos por el Socialismo, Derechos para Tod@s, Ecologistas en Acción – Madrid, Espacio Alternativo, Liberacción, Partido Carlista de Madrid, Partido Comunista de Madrid, PCPE, Plataforma por la Defensa de los Servicios Públicos de Madrid, RCADE – Retiro, Unidad Cívica por la República, UJCE.
Contra el relanzamiento de la Constitucion Europea
Manifiesto
El viernes 26 de enero van a reunirse en Madrid los ministros de Asuntos Exteriores de los 18 países que han ratificado el Tratado de Constitución Europea.
Bajo el lema «Amigos del Tratado Constitucional: por una Europa Mejor» se intenta resucitar el moribundo proyecto de Tratado que se daba por enterrado en Europa hace un par de años. Entonces fue rechazado de plano por l@s ciudadan@s de Francia y Holanda en los referéndums de mayo – junio de 2005, debido a su carácter antidemocrático, antisocial y antiecológico.
El Tratado nace con un fuerte déficit democrático, puesto que no es producto de ningún proceso constituyente surgido desde abajo sino de una Convención hermética e insensible a las demandas de la sociedad. El texto constituye un proyecto profundamente regresivo en relación a las conquistas sociales conseguidas durante siglos por l@s trabajadores/as y l@s ciudadan@s europe@s, en su lucha por los derechos sociales y la extensión de los servicios públicos a la sanidad, la enseñanza, el sistema de pensiones, los transportes públicos o la cultura. Ahora se quieren liquidar estos avances en beneficio del mercado y los intereses de las grandes empresas, dando a éstas más peso en la decisión sobre nuestro futuro si se aprueba definitivamente este Tratado.
Además el Tratado tiene una visión fuertemente desarrollista, en la que la sostenibilidad es una alusión retórica rodeada de medidas encaminadas a aumentar el crecimiento a cualquier precio.
Si se aprueba definitivamente este Tratado, significará una vuelta de tuerca más en la consolidación de este modelo económico neoliberal – capitalista, impuesto por las grandes fortunas financieras y las mayores multinacionales europeas. Éstas dominan el espacio europeo desde Bruselas (donde hay más de 15.000 lobistas), ya que son las que realmente imponen y dictan las Directivas Comunitarias que luego son presentadas por la Comisión para su aprobación o ratificación por el Parlamento y Consejo, como ha sucedido recientemente con la aprobación de la nefasta Directiva Bolkestein.
Por otra parte, en el plano de la política internacional y militar, el Tratado perseguía aumentar la capacidad militar de la UE para que pueda ser un actor independiente cada vez más relevante a nivel internacional. Sin embargo, para evitar un enfrentamiento de intereses con EEUU, se incluía explícitamente la supeditación de la política militar de la UE a la OTAN.
En lo referente a política migratoria, la aprobación de Tratado supondría dar legitimidad a la Europa Fortaleza y al nuevo apartheid que condena a l@s inmigrantes a no gozar de iguales derechos.
El tercer aspecto fundamental (además del de fijar y profundizar las políticas neoliberales y de dotar de capacidades militares a la UE) de este Tratado es fijar un marco institucional para que el núcleo duro de la UE, los países más potentes, puedan atesorar el poder en un proyecto progresivamente más ampliado.
En España, como es bien sabido, el referéndum fue aprobado sin pena ni gloria, con el desconocimiento y el desinterés característico de la opinión pública española respecto a los dictados que vienen de Bruselas. A ello contribuyó, y mucho, la política de manipulación y desinformación que llevó a cabo el gobierno Zapatero sobre el tema y la campaña partidista y maniobrera que se saldó con el desinterés de la gente. Esto se demostró por el peor resultado de afluencia a las urnas de la democracia española (un 42 %). Como reconocieron las propias encuestas de la Unión Europea (Eurobarómetro), en España se había refrendado un tema tan importante como un Tratado Constitucional con el total o casi total desconocimiento del mismo por parte de la ciudadanía.
Este Tratado Constitucional es un paso maś en el proceso de construcción de la Unión Europea. Un proyecto que representa un serio obstáculo para los derechos humanos, la justicia social, la sostenibilidad y la seguridad de los pueblos y l@s ciudadan@s europe@s.
Por ello nos preguntamos ¿Qué Europa nos proponen los representantes de los gobiernos que se reúnen el Madrid el 26 de enero?
¿Para quién es mejor esta Europa que pretenden vendernos estos «Amigos del tratado constitucional»?
No, desde luego, para la inmensa mayoría de la ciudadanía, para l@s jóvenes, para l@s sin empleo, para l@s inmigrantes, para esa importante franja de la población española todavía sumergida en los umbrales de la pobreza y tampoco para avanzar hacia una relación armónica con el entorno que nos rodea.
CONTRA LA EUROPA DEL CAPITAL
NO A LA CONSTITUCIÓN EUROPEA