Traducido para Rebelión por Caty R.
Realmente opino que se trata de una buena noticia y considero que hay que analizarla a varios niveles. En primer lugar, señalar claramente la complejidad del problema, sólo deshacer el bloqueo aparece como una tarea difícil dado el enmarañamiento de leyes dictadas en diferentes épocas, pero el hecho de que hayan existido negociaciones al respecto, al igual que sobre otros asuntos, puede ser de ayuda. No partimos de cero. De ahí el primer interés de la aparición de esos documentos secretos.
Pero esta salida no es la única, asistimos en la administración estadounidense a un efecto general que quiere dejarnos «con la boca abierta», así, al mismo tiempo aparece el cuestionamiento con respecto a los gastos del Pentágono por la apertura del dossier del programa JSF (Joint Strike Fighter) que seguramente es uno de los más importantes de este nuevo siglo en materia de aviones de combate. Dos constructores se reparten actualmente el programa, Boeing y Lockheed, el ganador (Lockheed y su X-35) tendrá ciertamente el mayor mercado del siglo XXI, porque los pedidos seguramente podrían superar los ¡5.000 aparatos sin contar la exportación! A través de este dossier se denuncia el coste de los gastos de armamento. Es incluso más importante que los documentos desclasificados sobre Cuba, porque afecta a los privilegios enloquecidos del complejo industrial militar en un momento en el que la cuestión principal es el desastre económico y financiero que vive Estados Unidos. Por lo tanto, estamos en una época en la que salen los cadáveres del armario en ruptura con la administración Bush.
Hay que señalar que en los expedientes de los archivos sobre Cuba, Bush aparece como el único presidente que nunca ha buscado una salida del atolladero con Cuba y lo único que hizo fue agravarlo. En cambio Kissinger, a pesar de ser republicano, tenía un punto de vista contrario, el de la normalización, porque el símbolo de Cuba daña a Estados Unidos y le acarrea la condena de la comunidad internacional. Ésa es, con la economía, una de las orientaciones prioritarias de Obama: restaurar la imagen de Estados Unidos completamente degradada por el reinado de Bush.
Sin embargo la decisión de desclasificar ciertos documentos sobre Cuba no muestra gran cosa, los propios cubanos difundieron los documentos que revelaban esos contactos, hablo de la traducción que hice para la revista Pensée de un artículo de P. Gleijes, el profesor de historia de las relaciones entre Cuba y EEUU, de John Hopkins, sobre las negociaciones con Carter bloqueadas con el pretexto de la historia de Tshombé y Katanga, pero en realidad porque Carter no tuvo la valentía de enfrentarse a las poderosas fuerzas que se oponían a esta reconciliación. Por lo tanto eso era conocido por los especialistas, lo que yo no conocía era la conversación con el Che. Por otra parte estaban especialmente las discusiones sobre la inmigración y de la lucha contra el tráfico de drogas y el terrorismo., incluso parece que en el marco de esas discusiones fueron arrestados los cinco como espías, lo que constituye una doble traición puesto que los hechos que les incumben revelados por dicha negociación sobre todo demuestran que no había ninguna voluntad de dañar a Estados Unidos, sino de proteger a Cuba del terrorismo de la mafia cubana.
Por lo tanto la novedad es la decisión de mostrar a la opinión pública que Obama no hace más que seguir el camino trazado por la mayoría de los presidentes y que la mayoría de los presidentes desearon esa misma línea sensata que entra claramente en la lógica de «privilegiar la diplomacia sobre el enfrentamiento».Se trata de invitar a la ruptura con la política de Bush y de inaugurar nuevos tiempos donde la vía ya estaba trazada por los presidentes considerados como razonables.
La discusión parece haber comenzado0 y eso explica la retirada de Fidel que no quiere que sus palabras influyan sobre dichas negociaciones, es únicamente Raúl quien lleva las riendas. Pero es probable que trabajen juntos como siempre lo han hecho.
Sin embargo, creo que Fidel ha querido dar dos importantes señales por medio del encuentro con la presidenta de Argentina. Estamos en el terreno de las especulaciones pero no parecen nada descabelladas. Después de todo, Fidel concede un interés particular a Argentina y más todavía en este período en el que el hambre amenaza al continente. Argentina es un país que produce muchos alimentos y tiene un nivel de desarrollo que puede ayudar a la resistencia. Fidel quiso apoyarse sobre Argentina en su lucha contra el reembolso de la deuda, en 1983 entabló negociaciones con el presidente de la época, Alfonsín, pero eso no tuvieron éxito. Fidel no sólo buscaba un socio, que encontró después en la Venezuela de Chávez, sino que además Argentina le parecía un país capaz de resistir gracias a su capacidad de autosuficiencia alimentaria e industrial. Dada su preocupación sobre el crecimiento de los problemas agrícolas en América Latina y en Cuba, considero que ese encuentro se enmarca en la lógica de sus preocupaciones frente a la crisis en expansión.
La segunda señal importante es exactamente la unidad de América Latina la no ruptura entre los «duros» y los «moderados» que Argentina simboliza más claramente que Brasil. Relean el texto publicado por la agencia cubana sobre el nuevo contexto que Obama va a encontrar en América Latina, la unidad del continente recuperada. Los cubanos no hablan por hablar, indican al presidente de Estados Unidos que la situación ha cambiado, que América Latina está lista para la paz pero que está unida en torno a su soberanía y lo ha manifestado integrando a Cuba en el grupo. El encuentro con la presidenta argentina también significa eso, y no es casualidad si el mensaje enviado es: Obama tiene buenas ideas, ha tenido que superar grandes obstáculos para ganar, pero el obstáculo principal lo tiene frente a él, el propio sistema estadounidense con sus intereses privados, el ansia que le corroe, como lo describió Martí, o la bestia salvaje de los intereses privados desenfrenados que describió Hegel.
Obviamente existe un campo de la paz en Estados Unidos que intenta crear condiciones favorables para otra política donde se prefiera la diplomacia a las armas pero ¿Será bastante fuerte? Esa es la esencia de la reflexión de Fidel, es necesario escuchar siempre lo que dice Fidel. Y no podemos decir que el tono de lo que dice sea especialmente optimista. El Comandante matiza lo que ha contado la presidenta argentina sobre su conversación en relación con Obama: «A pesar de todas las pruebas soportadas, Obama no ha pasado por la principal de todas ¿Qué hará, pronto, cuando el inmenso poder que ha tomado en sus manos sea absolutamente inútil para superar las insolubles contradicciones antagónicas del sistema?