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La despenalización del aborto en Venezuela

Fuentes: Rebelión

Enfrentándonos con una oposición hipócrita, basada en principios religiosos, usos e ignorancia sobre el tema, las mujeres venezolanas hemos venido luchando desde hace ya bastante tiempo, por la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo. Despenalización indispensable para evitar la muerte y los daños irreparables que sufren las mujeres que se practican abortos en condiciones […]

Enfrentándonos con una oposición hipócrita, basada en principios religiosos, usos e ignorancia sobre el tema, las mujeres venezolanas hemos venido luchando desde hace ya bastante tiempo, por la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo. Despenalización indispensable para evitar la muerte y los daños irreparables que sufren las mujeres que se practican abortos en condiciones inadecuadas e insalubres porque su situación económica no les permite acudir a médicos y clínicas, como lo hacen quienes tiene mayores niveles de ingreso.

Aprovechando la discusión de unas modificaciones al Código Penal en la Asamblea Nacional, hemos introducido una propuesta para la despenalización parcial del aborto en los casos de incesto, violación, daño fetal y peligro para la salud de la mujer. Hemos conversado personalmente con diputadas que apoyan esta posición, nos hemos pronunciado ante distintos foros, hemos escrito artículos sobre el tema y disertado en diversos medios de comunicación.

Sin embargo, el miércoles pasado, en ocasión de la última manifestación ante las puertas de la Asamblea, las luchadoras que participaron en el acto, descubrieron que «alguien» había retirado el punto de la discusión. Afortunadamente, lograron introducir nuevamente el tema en la agenda y obtuvieron un derecho de palabra en la Plenaria que se celebrará el próximo miércoles.

No nos extraña el retiro de la moción, pues hemos visto a las y los diputados, incluso a la mayoría supuestamente revolucionara, dejarse llevar por argumentos éticos, religiosos y personales que nada tienen que ver con su responsabilidad como legisladores y protectores de los derechos de todos y todas en una República laica, en pleno proceso de transformación revolucionaria. Sus reacciones reflejan una vez más el pretendido dominio patriarcal sobre el cuerpo de la mujer, la discriminación de clase y de genero, así como la incomprensión de la importancia que tienen el amor, la vida y la maternidad para las mujeres.

Exigimos respeto por la capacidad ética de la mujer, aparentemente más clara que la de nuestros legisladores. Entre las características propias de la feminidad, reforzadas por la experiencia de la maternidad, están la comprensión, la solidaridad y el respeto hacia los demás. Sabemos perfectamente que no todas las mujeres creen que está bien abortar, pero también, entendemos que todas tienen el derecho a tomar su propia decisión.

Por ello seguimos insistiendo y nos sumamos a las luchas que en este mismo sentido mantienen nuestras compañeras latinoamericanas en Argentina, Bolivia, Brasil Colombia, El Salvador, Guatemala, México, Nicaragua, Paraguay y Perú, así como con las que está librando las mujeres de otras partes del mundo.