El señor Rubén Fernández Casar, responsable de organización de IU, ha expresado que en virtud del «artículo 11 de nuestros Estatutos, (…) las relaciones con otras fuerzas políticas se hace desde las direcciones de IU y no puede haber presencia de afiliados de IU en varias formaciones políticas». Por ello, quiere expulsar a todo militante […]
El señor Rubén Fernández Casar, responsable de organización de IU, ha expresado que en virtud del «artículo 11 de nuestros Estatutos, (…) las relaciones con otras fuerzas políticas se hace desde las direcciones de IU y no puede haber presencia de afiliados de IU en varias formaciones políticas». Por ello, quiere expulsar a todo militante de IU que pertenezca a Corriente Roja. El señor Fernández Casar sabe perfectamente que en IU militan gentes de colectivos (Espacio Alternativo, Nueva Claridad, POR,…) sin que sean una corriente de opinión en IU. Corriente Roja no es un partido político, su prioridad es la lucha de masas y la reconstrucción de la izquierda. Por lo tanto, su interpretación estricta y su aplicación sólo al caso de Corriente Roja, tiene una motivación vengativa y el objetivo de «soltar lastre» para la Asamblea Federal Extraordinaria.
¿La dirección de IU está en condiciones de dar lecciones de lealtad? Se puede hablar de lealtad cuando han sido y son los colaboradores necesarios para la destrucción de IU como movimiento político-social. Se puede hablar de lealtad cuando quieren construir sobre las cenizas de IU, un partido verde al servicio de las instituciones sin proyecto de transformación socialista. Tienen autoridad moral cuando en Madrid, se ha reconocido por parte de Fausto Fernández que los censos están inflados un 60% (cuestión comprobada a través de las bajas bancarias).
Si la degradación organizativa es total, la degradación política llega a tal punto que hay sectores de IU que están a favor de la Constitución Europea. Construyen sus discursos condicionados al que dirán de PRISA, PSOE, Iniciativa per Catalunya-Verds y la dirección de CCOO. ¿Eso es ser leal a IU?
El desprecio de la dirección a la militancia de base ha llegado a un punto infernal. Quiero dirigirme a ustedes: señores de oficina, de fotos mediáticas y de sillón institucional; la contradicción fundamental entre ustedes y yo, está en que subordinan toda la política de IU a los espacios electorales, y yo quiero una organización fuerte en militancia para que pueda influenciar en la sociedad y pueda construir una alternativa socialista, una alternativa sin complejos, con el objetivo de ser mayoritaria en la sociedad. Ustedes en cambio se conforman con ser un complemento verde del PSOE. Lo más lastimoso es que encima su teoría de la izquierda plural no da votos, sólo sirve para fabricar votos para el PSOE y que nos traten como sus hermanos pequeños. Lo que supone secuestrar la dignidad de IU.
La situación es la siguiente: el fracaso electoral es la anécdota esperada (la razón revolucionaria no va en función de los votos); la cuestión central del fracaso político de IU está en la huida masiva a su casa de los mejores cuadros revolucionarios. Cientos de asambleas se han quedado vacías.
Este goteo sangrante y doloroso ha sido potenciado por la dirección de IU desde el 2000. Tenemos una izquierda desmantelada, esto es lo más dramático y realista. Una izquierda que sólo podrá tener referente político hasta que a lo largo de los años y al calor de movilizaciones masivas, se materialice un proyecto político. De momento, Corriente Roja lo tiene claro, quiere contribuir de manera no sectaria a ese proyecto histórico de reconstrucción de la izquierda anticapitalista. Nos costará años, pero hay que empezar por algo.
La purga se ceba contra los que hemos defendido a IU como un proyecto autónomo cuya garantía era la centralidad de un programa socialista y la democracia interna.. Queríamos que fuera un movimiento que a través de las luchas y del debate interno fuera superando sus contradicciones (Marx). Esto no se pudo materializar, aunque se iba por ese camino,… ahora vamos por un sendero en dirección contraria. Llamazares, lo confirma, al decir que: el «programa, programa, programa» es «una tontería».
Los contenidos de la IU originaria han sido derrotados y triturados por las direcciones de IU desde el 2000. La actitud sectaria del responsable de organización, simplemente tiene una lectura: la coherencia y la lealtad al proyecto originario de IU, ya no tiene cabida dentro de la actual IU (Izquierda Verde). El rojo, código genético de IU, tiene que ser extirpado y expulsado. La «caza de brujas» comienza.
* Pagove. Militante de Corriente Roja y afiliado a IU.