En mi recorrido diario por los medios de comunicación españoles no puedo dejar de fijarme en los numerosos comentarios que los distintos lectores de los múltiples medios van plasmando. Quizá en un afán de colaborar en la conformación del «big data» y aportar a esa gigantesca nube de información sistematizada la ranciedad, xenofobia, ignorancia y […]
En mi recorrido diario por los medios de comunicación españoles no puedo dejar de fijarme en los numerosos comentarios que los distintos lectores de los múltiples medios van plasmando. Quizá en un afán de colaborar en la conformación del «big data» y aportar a esa gigantesca nube de información sistematizada la ranciedad, xenofobia, ignorancia y miedo, sobre todo mucho miedo a lo diferente, a lo que nos hace pensar y cuestionarnos nuestro lugar en el mundo, de esa España de la visión única. La que se alegra en las desgracias ajenas, la del pensamiento político equivalente al futbolístico donde se adhiere a unas siglas antes que a unas ideas, donde se es de un partido político hasta la muerte cual hincha exacerbado…
Leyendo desde los diarios más fastizoides hasta los supuestos progresivos. La forma en la que se trata la llegada de inmigración proveniente de África es detestable, sus razonamientos se basan en una regla general: evitar el quid de la cuestión, ¿su misión? Aportar datos cuantitativos sin mojarse en la realidad que describen, lo que junto a la mansalva de artículos de cada uno de dichos medios y al corte ideológico de éstos provee a lectores curioso/masoquistas como un servidor un caudal de comentarios de un número para nada despreciable de sin sentidos cargados de racismo e ignorancia quizás superados, como dije en el anterior párrafo, de miedo.
Las noticias que se dan respecto al tema del cruce de éstas personas a las colonias españolas en África ofrecen la visión de que vienen porque sus países son pobres per se, incluso diría que poseen rasgos de superioridad racial al llevar implícito en su discurso que si van a España puerta de entrada a Europa es por qué éste es mejor país que los olvidados rincones de los que proceden. Aunque en ella no quieran quedarse debido a su precaria situación respecto a otros países de la UE.
También se puede apreciar otros razonamientos implícitos que dan a entender que sus países son pobres debido a que no son lo suficientemente aptos para lograr que funcionen por lo que deciden viajar a Europa, jamás dirán que han sido empobrecidos tras siglos de saqueos por parte de Europa y las multinacionales de turno o el financiamiento de tal o cual dictador para fines los fines lucrativos de tal o cual empresa.
Por un lado éstos implícitos remiten a la meritocracia a la que camina ésta Europa coja, por el otro da muestras del pensamiento xenófobo que portan donde las personas africanas, en este caso, están bien siempre y cuando estén lejos. Lo que me recuerda a un antiguo profesor que tuve en la secundaria el cual le dijo, y cito literalmente, a un compañero centroamericano de tez negra: «Yo no soy racista. Soy ordenado, cada uno en su país».
Volviendo al meollo de la cuestión, en los comentarios que estuve analizando había una tónica y ésta era el llamado a las FF.AA. españolas para que se hicieran cargo de la avalancha de personas que quieren cruzar la frontera. Se exige al gobierno de turno, de la pesadilla popular, que actúe contra ésta «invasión» ya que para algo lo han elegido; además de para que evite que España se convierta en Venezuela y un par de milongas por el estilo.
A lo que no me queda otra cosa que decir que manda cojones. Valiente ignorancia. Hay que tener o mucho atrevimiento o mucha ignorancia para decir semejante idiotez. En un mundo hiperconectado, globalizado hasta la saciedad donde la mayoría de cosas son fabricadas en otros lugares del planeta, donde adoptamos modas, gustos, palabras y un sinfín de aspectos más de otros países; vienen a decirnos que la llegada de gente a territorio español es una señal de invasión y una clara señal de hostilidad hacía la cultura occidental e integridad de España.
Al margen de estos dos últimos aspectos sobre los que habría mucho sobre lo que decir y debatir, lo curioso es que no se menciona nada sobre los CIE, centros de internamiento de extranjeros, salvo que uno de ellos en una de las dos colonias españolas ha superado con creces el nivel permitido de internados en sus instalaciones, aspecto al que nadie le ha dado el más mínimo interés y que bajo mi punto de vista es sumamente importante. Los CIE, para la que no lo sepa, son instituciones penitenciarias maquilladas de diversas formas pero no son más que cárceles en pésimas condiciones, donde las personas extranjeras en territorio Español se encuentran en situaciones de vulnerabilidad extrema.
En cuanto a la invasión de la que se supone que somos víctimas, es curiosa la actitud que se toma frente a este grupo de personas que se encuentran escapando de una situación económica angustiante, de una situación de vulnerabilidad importante y de una vida complicada a fin de cuentas, ya que poca gente se va a jugar el pellejo en un territorio que te repudia a no ser que sea por una necesidad acuciante. Quisiera ver cuál sería la actitud de estas personas que buscan una intervención militar si estuvieran en la situación de las personas que se juegan todo por pisar un suelo que les han vendido como la salvación y donde trabajaran de sol a sol en condiciones precarias.
En cambio frente a otro tipo de lo que se podría denominar invasión no dicen ni la enésima parte aunque los afecte de forma más abrupta. Quizá la diferencia es que la llegada de inmigración económica se percibe de forma más directa y la pérdida de soberanía nacional es más indirecta aunque ésta sea más perjudicial y dañina que la llegada de personas que van a trabajar a un país.
¿Acaso no es más flagrante la pérdida de soberanía nacional? Bajo la lógica de éstas personas ¿No deberíamos invocar a las FF.AA para que tomen cartas en el asunto enfrentándose a los poderes fácticos que mandan en esta Europa exclusiva?
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