La Embajada y el Consulado de Senegal en Madrid colaboran activamente con el gobierno de España para que ciudadanos senegaleses sin permiso de residencia en vigor sean perseguidos por las calles, internados en los centros de tortura llamados CIE y finalmente deportados en vuelos de la vergüenza. Desde estas lineas queremos denunciar el acoso constante, […]
La Embajada y el Consulado de Senegal en Madrid colaboran activamente con el gobierno de España para que ciudadanos senegaleses sin permiso de residencia en vigor sean perseguidos por las calles, internados en los centros de tortura llamados CIE y finalmente deportados en vuelos de la vergüenza.
Desde estas lineas queremos denunciar el acoso constante, los atropellos y las torturas que están sufriendo nuestras vecinas y vecinos del barrio de Lavapiés día tras día, barbaridades que tratan de pasar desapercibidas por cotidianas. La violencia que sufrimos no sólo se efectúa por parte de los cuerpos de policía, a los que lamentablemente ya estamos acostumbradas a ver haciendo redadas racistas, dando palizas y chuleándose en nuestras calles, sino también por parte de las instituciones legales y administrativas de los Estados, encargadas de organizarla, darle una apariencia amable y sacarle una rentabilidad económica.
Uno de nuestros vecinos ha sido encarcelado recientemente en el CIE (Centro de Internamiento de Extranjeros) de Aluche durante 27 días por el mero hecho de no tener documentación en regla (bonita excusa para encerrar y torturar a una persona). Para su puesta en libertad, los torturadores a sueldo de dicho centro le han presionado para firmar varios papeles entre los cuales se encontraba su deportación. Se le citaba para firmar en el CIE el día 27 de noviembre, habiéndose fletado un vuelo sin retorno hacia Senegal para la mañana siguiente según la Embajada. La retención de su pasaporte ha sido inminente al no caer en la trampa que se le tendía y los temores a las represalias a través de una orden de búsqueda y captura empiezan a minar severamente las pocas posibilidades de supervivencia que ya de por si ofrece esta podrida sociedad donde las mercancías resultan ser más relevantes que las personas.
La caza y captura de personas, lejos de ser un arcaísmo, una práctica remota más propia de otras épocas pasadas de esclavitud ya superada gracias al Progreso y la Democracia, alcanza por el contrario sus mayores cotas de efectividad hoy en día y constituye la aterradora realidad cotidiana de mucha gente en huida desesperada hacia las metrópolis del llamado «primer mundo», toda vez que sus territorios de origen han sido devastados y forzosamente sometidos a la economía capitalista global.
El entramado de la deportación y la regulación de las migraciones, que va desde la militarización de las fronteras hasta la creación de centros de tortura como los CIE, es un generador muy eficaz de miedo para obtener mano de obra barata, sumisa y callada a la que explotar, cuando no deshacerse de los excedentes que no puede exprimir más. Un papel fundamental en todo este sucio tinglado lo forman los acuerdos políticos y económicos como el Plan África o FRONTEX. Bajo la falsa apariencia de la «cooperación al desarrollo» se ponen en marcha los acuerdos de extradición, el control militar de fronteras en los países desde los que parte la migración o nuevos accesos a la explotación de recursos energéticos, minerales y de personas por parte de los países europeos.
Desde septiembre del año pasado se han fletado ya 5 vuelos masivos a Senegal (el más reciente este pasado 28 de noviembre en el que fueron deportadas 28 personas) aparte de las deportaciones en vuelos privados de las que no existen datos. En todas el consulado de Senegal participa activamente como parte del procedimiento de extradición y se establece como mediador entre las personas migrantes y las instituciones estatales. La posición de poder que ostenta el cónsul da lugar a una buena cantidad de prácticas mafiosas, como son la aprobación y colaboración con las deportaciones, maltratos y torturas de personas (en ocasiones sin siquiera origen senegalés) el chivateo a conveniencia de personas sin documentos o las obstrucciones en los trámites que gestiona, como la retención de pasaportes.
Es nuestra intención no seguir tolerando a ni uno solo de los colaboradores con la tortura y la infamia. A continuación señalamos a algunos de ellos:
Consulado de Senegal: C/ Luis Larrainza, 55. 28002, Madrid. Tel. 91 3095200.
Embajada de Senegal: C/ Príncipe de Vergara nº 90 1A y B. 28006, Madrid. Tel. 91 7451003.
¡Dejad a nuestras vecinas y vecinos en paz, miserables!
¡PAREMOS LAS DEPORTACIONES!
¡NI UNA REDADA RACISTAS MÁS!
¡TIREMOS ABAJO LOS MUROS DE LOS CIE!
¡ABAJO LAS FRONTERAS!
Fuente: http://lavapies.tomalosbarrios.net/2013/01/20/la-embajada-de-senegal-complice-de-la-represion/