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Sales y soles

La energía sucia

Fuentes: Gara

A todas las personas que forman parte de Endesa: Acabo de leer la carta en la que anunciáis «en nombre de los casi treinta mil empleados, de los miles de accionistas, y de los millones de clientes de la compañía» vuestro compromiso con los hijos de nuestros hijos (www.paraloshijosdetushijos.com). No me lo esperaba. Nunca pensé […]

A todas las personas que forman parte de Endesa:

Acabo de leer la carta en la que anunciáis «en nombre de los casi treinta mil empleados, de los miles de accionistas, y de los millones de clientes de la compañía» vuestro compromiso con los hijos de nuestros hijos (www.paraloshijosdetushijos.com). No me lo esperaba. Nunca pensé que llegaríais a tanto. Vuestra desvergüenza impresiona, sonroja, asquea.

«Tenemos que volver a imaginarlo todo», proclamáis al inicio de vuestra misiva. «Reinventar nuestra manera de estar y vivir en el planeta». ¡Vaya cara! Un ejemplo, sólo uno, de hace unos días. Endesa (51%) y la chilena Colbún (49%) van a construir cinco enormes presas en el sur de Chile. El proyecto incluye una línea de transmisión eléctrica de 2.200 kilómetros de largo, con 5.000 torres de 60 metros de altura y una franja talada de 70 metros de ancho. La línea eléctrica más grande del mundo (atravesará ocho regiones y afectará a doce áreas silvestres protegidas y a cientos de comunidades). «Será el comienzo de la destrucción planificada de la Patagonia», la segunda reserva de agua dulce del planeta, denuncian varias oeneges. No es la primera vez que pasa. Hace unos años, muy cerca de allí, la presa de Ralco, también de Endesa, ya robó e inundó miles de hectáreas de territorio indígena mapuche.

Volver a imaginarlo todo para no cambiar nada. «Cuántos mundos se inventan / y cuántas utopías se relatan / en los pulcros ensayos de los economistas. / Es lectura mortal: los criminales / se entrenan en sus páginas», advierte la poeta cordobesa Isabel Pérez Montalbán. La última y multimillonaria campaña publicitaria de Endesa, vuestra fraudulenta «nueva conciencia» ecocapitalista, atenta contra la inteligencia, la dignidad y los derechos humanos. Propaganda bomba. Anuncios antipersona.

«Si queremos, nos podemos poner de acuerdo», termina vuestra carta. No es fácil, la verdad. Y no es un problema de imagen o de comunicación. Endesa sobra. En un mundo más justo, limpio, mejor, compañías como la vuestra no existirían. El terrorismo empresarial (y ganar 2.675 millones de euros en 2007 lo es) algún día formará parte de la historia negra de la humanidad. Puestos a reinventar, ¿por qué no empezamos por ahí, por el capital? El dinero regalado, gratis y sin licencia para acumular. Para los hijos de tus hijos. Y para los hijos de todos los hijos.

Sin más, os envío un cálido e ilusionado saludo. Hasta muy pronto y ojalá la luz de mañana, toda la luz del mundo, vuelva de nuevo a brillar. Sana. Alegre. Y libre. Sin privatizar.