La imagen del 21 de junio de 1995 volvió a la retina de los tolosarras ayer. Decenas de ertzainas pertrechados con material antidisturbio empujaron, golpearon y detuvieron a familiares, amigos y vecinos de Joxi Zabala y Joxean Lasa, al igual que lo hicieran trece años antes en el cementerio tolosarra. «¡No conseguiréis borrarlos de nuestra […]
La imagen del 21 de junio de 1995 volvió a la retina de los tolosarras ayer. Decenas de ertzainas pertrechados con material antidisturbio empujaron, golpearon y detuvieron a familiares, amigos y vecinos de Joxi Zabala y Joxean Lasa, al igual que lo hicieran trece años antes en el cementerio tolosarra. «¡No conseguiréis borrarlos de nuestra memoria!» gritaba enfurecido uno de los arrestados.
Carteles en los que se trazaba la imagen de Joxi Zabala y Joxean Lasa fueron alzados por decenas de personas que se agolpaban a las siete de la tarde en la plaza del Triangulo tolosarra. Ante ellos, decenas de ertzainas con peloteros, porras y escudos se situaron, frente a frente. «Herriak ez du barkatuko!», «Joxi eta Joxean gogoan zaituztegu!» gritó una persona de avanzada de edad mientras mantenía la mirada a un agente. Su grito se convirtió en un clamor, hasta que el mando de la Ertzaintza dio la orden de acallarlos.
El desorden y la confusión se apoderaron de la plaza cuando los agentes, lanzando pelotazos al aire y exhibiendo sus porras, intentaron disolver a los concentrados. Jóvenes y mayores huían de la carga policial por las calles adyacentes, pero un nutrido número de personas, en su mayoría de avanzada de edad, se quedaron inmóviles en la misma plaza, alzando las fotos de Lasa y Zabala ante la Ertzaintza.
A los agentes, sin embargo, no parecían agradarles las fotografías, y empujaron y aporrearon a los concentrados hasta echarlos de la plaza, mientras les despojaban de los retratos. «¿Ésta es vuestra democracia?», preguntaba indignada una vecina, mientras que otra no dejaba de afirmar «PSOE GAL berdin da».
Seis arrestados
No tardaron en llegar los primeros arrestados: una joven que cayó al suelo mientras huía de la carga policial, dos hombres que no consiguieron sacar a empujones de la plaza… En total fueron seis las personas arrestadas, de las cuales cuatro contaban con más de cincuenta años de edad.
Uno de los arrestados lanzó al aire decenas de imágenes de Joxi y Joxean mientras de su boca salía un contundente: «¡No conseguiréis borrarlos de nuestra memoria!». La Ertzaintza intentaba arrastrarlo hacia la furgoneta mientras que la gente, que se mantenía en la plaza protestando por el arresto, se afanaba en recoger y en volver a alzar las fotografías antes de que la Ertzaintza las pisara con rabia.
Uno de los arrestados por la Ertzaintza fue Mikel Zabala, primo de Joxi Zabala. Este tolosarra también fue arrestado trece años atrás por la misma Policía. Aquella detención también se produjo en la misma localidad, pero aquella vez fue en el cementerio, cuando junto a su familia intentaba despedirse de los restos de su primo.
Muchos tolosarras recordaron aquel episodio ayer, mientras veían a Zabala forzado a entrar al furgón policial. Él mismo se dirigió desde la abertura de la furgoneta a las cámaras que lo grababan diciendo: «¡mirad, mirad que democracia tenemos!».
Los seis arrestados fueron trasladados a la comisaría que la Policía autonómica tiene en Tolosa. Vecinos de la localidad relataron a GARA que, en un primer momento, los ertzainas barajaban la posibilidad de trasladarlos a Madrid bajo la acusación de «pertenencia a banda armada». El alcalde acudió a la comisaria para tratar de evitar el traslado y, según parece, lo consiguió. Los vecinos precisaron que los arrestados saldrían, en principio, a medianoche. Al cierre de esta edición no había constancia.
GARA sí pudo confirmar que al menos tres personas tuvieron que ser trasladadas a un centro médico para que les atendiesen las lesiones provocadas por pelotazos, porrazos y empujones.
Finalmente, la Ertzaintza no consiguió su objetivo. En lugar de acallar a los vecinos consiguió el efecto contrario, multiplicando y dispersando las protestas y los gritos por todo el centro. Lemas como «Zuek ere txakurrak zarete!» y «PNV español!» se hacían eco por las calles de Tolosa, mientras que las cargas policiales no cesaron hasta pasadas las ocho de la tarde.
Los vecinos de Tolosa observaban con perplejidad el caos que se había montado y los niños lloraban en brazos de sus padres al pasar al lado de los agentes uniformados.
A paso militar, la Ertzaintza fue disolviendo las concentraciones de las calles adyacentes, lanzando pelotazos que fueron respondidos con algunas piedras y botellas. Los incidentes no cesaron hasta que la Ertzaintza optó por irse. Fueron despedidos al son de silbidos.
«Cumpliendo órdenes»
Desde el principio se pudo ver que la Policía autonómica pretendía hacer cumplir la prohibición dictada por el juez Garzón, que excusándose en que la convocatoria era de Askatasuna vetó la manifestación. Un cuarto de hora antes de la hora prevista trece furgonetas de la Ertzaintza tomaron la localidad y cinco de ellas rodearon la plaza. Pero la Ertzaintza ni esperó a que dieran las siete para actuar.
«Herrian aurrerako ekintza eskasa, etsaiak kendu zien azkeneko arnasa, Tolosako bi seme Zabala eta Lasa, gogoan ditugula 25 urte pasa» rezaba la enorme pancarta que fue arrancada desde la Casa de Cultura. Tres agentes de la Ertzaintza accedieron al edificio y desde las ventanas tiraron y arrastraron la pancarta hasta hacerse con el «trofeo». Los agentes se pasearon entre la gente que se agolpaba en la plaza, con la pancarta hecha un ovillo. Mientras tanto, las imágenes de Joxi y Joxean iban de mano en mano, y los movimientos nerviosos de la Ertzaintza hacían palpable la tensión.