Fotos de Aritz para Rebelión
La Ertzaintza realizó ayer un gran despliegue policial en las calles más céntricas de Bilbo para impedir que miles de manifestantes hicieran pública su oposición a las suspensiones decretadas por Baltasar Garzón. La Policía autonómica obedeció las órdenes del magistrado y, tras cargar contra los manifestantes, detuvo a cuatro personas. Una de ellas fue trasladada al hospital de Basurto.
La manifestación convocada por electos independentistas el pasado viernes tuvo como obstáculo un gran despliegue policial de la Ertzaintza.
Miles de personas se dieron cita en la plaza Aita Donostia, en Bilbao, tal y como llamaron los convocantes de la marcha. Bajo el lema «Euskal Herriaren eskubideen alde. Salbuespen egoerari Stop», personas anónimas y políticos independentistas (entre los que se encontraban Karmelo Landa, Eusebio Lasa y Arantza Urkaregi) intentaron llevar a cabo el objetivo de realizar el recorrido de la manifestación.
No obstante, la Policía autonómica desplegó varios cordones policiales que, además de aumentar la tensión entre los manifestantes, impidieron a toda costa que la protesta fuese llevada a cabo.
Los portadores de la pancarta, ante esta negativa, decidieron realizar una sentada en medio de la calle, y corear lemas en favor de la independencia y en contra de las ilegalizaciones.
Posteriormente, los miles de ciudadanos vascos que habían acudido a la capital vizcaina, optaron por transcurrir por las calles paralelas a la calle Autonomía (por donde estaba previsto que pasase la marcha) en dirección a la zona de Indautxu.
Allí, agentes de la Ertzaintza cortaron el paso a los asistentes y cargaron contra ellos, además de arrebatarles la pancarta que portaban.
Numerosas cargas y detenciones
Tras estos incidentes, los manifestantes se dispersaron por las calles adyacentes del centro de Bilbo, y desconocidos cruzaron contenedores en el camino hacia el Arenal y en el casco viejo.
La Ertzaintza no dudó en continuar cargando contra los ciudadanos por lo que se registraron momentos de tensión.
La Policía autonómica, además de cargar contra los asistentes, detuvo a cuatro personas que, según la agencia Efe, les acusa de participar en los altercados registrados tras la manifestación.
Askatasuna informó de que una de estas personas se encuentra en el hospital de Basurto.
El organismo antirrepresivo criticó duramente la actuación de la Ertzaintza, y la del PNV que ha «enseñado su aportación» a la «apuesta represiva del PSOE».
Jornada de huelga general el próximo jueves contra el «estado de excepción»
La izquierda abertzale ha convocado una jornada de huelga general para el próximo jueves «contra las agresiones que sufre Euskal Herria por parte del Estado español» y que vienen acompañadas del «beneplácito de los partidos regionalistas». Aseguran que el «activo» que se consiga durante la movilización será trasladado a las elecciones del 9 de marzo. Las últimas actuaciones judiciales protagonizadas por la Sala del 61 del Tribunal Supremo y el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, que han propiciado la suspensión de actividades de EAE-ANV y EHAK y la prohibición de la manifestación convocada hoy en Bilbo, suman algunas de las ofensivas más importantes que la izquierda abertzale en su totalidad viene sufriendo en los últimos tiempos.
Estas «agresiones» que la izquierda independentista vasca sufre «por parte del Estado español» vienen acompañados del «beneplácito de los partidos regionalistas», según han explicado los representantes políticos Mikel Etxaburu y Karmele Aierbe.
A su juicio, la razón de estos ataques surge del objetivo de «callar» la Propuesta de Marco Democrático lanzada por la izquierda abertzale para dar una solución definitiva al conflicto de Euskal Herria.
Asimismo, han considerado que el origen de esta ofensiva nació en las negociaciones de Loiola, donde el Gobierno español, el PNV y el PSOE «no quisieron abrir las puertas a la independencia».
Etxaburu y Aierbe, que han comparecido acompañados por un gran número de históricos militantes independentistas, han alertado de que esas mismas formaciones están ahora «preparando un nuevo fraude» para este país y, por ello, han reiterado que es la izquierda abertzale la única que ofrece una alternativa a esta situación.
Ante estas nuevas ofensivas, han alertado de que «es hora de unir fuerzas contra este estado de excepción», y eso pretenden conseguir mediante la jornada de huelga general que han convocado para este jueves, 14 de febrero.
Esta convocatoria tendrá como objetivo responder a la «inminente lista de ataques y agresiones» que ha sufrido la izquierda abertzale, entre las que han citado el encarcelamiento de dirigentes de Batasuna, el macrojuicio 18/98, las torturas sufridas por ciudadanos vascos, la dispersión y la suspensión de actividades de EAE-ANV y EHAK.
«Éste es el balance del Gobierno de Zapatero. Todo ello con el beneplácito de los partidos regionalistas, tanto del PNV como de Nafarroa Bai», han sostenido.
Consideran que «no se podrá acabar con el movimiento independentista» y que «el activo» que se consiga de esta jornada de movilización tendrá que ser trasladado a las elecciones del 9 de marzo.