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La esforzada lucha de un ministro contra bellacos y malandrines

Fuentes: Rebelión

No debe de ser fácil para nuestro insigne Ministro del Interior -incapaz, como el resto del PP, de condenar con la boca grande los crímenes del franquismo- que un juez en España tenga la osadía de colocarse del lado de las víctimas de la tortura y diga que los tribunales no han estado a la […]

No debe de ser fácil para nuestro insigne Ministro del Interior -incapaz, como el resto del PP, de condenar con la boca grande los crímenes del franquismo- que un juez en España tenga la osadía de colocarse del lado de las víctimas de la tortura y diga que los tribunales no han estado a la altura que requiere un estado de derecho. Cosa que viene a decir también el forense Francisco Etxeberria cuando habla estos mismos días de una cierta sensación de culpabilidad por parte de los médicos forenses y de la Administración de Justicia en general por no haber sido suficientemente beligerantes contra la tortura (pueden verse estas declaraciones en https://www.youtube.com/watch?v=9omBc0jmmfk , minuto 3:50-4:00); claro, que tampoco fue fácil, porque -sigo con Etxeberria en la misma entrevista- en los años ochenta la policía aprendió que no había que dejar marcas, que los golpes en los oídos, muy dolorosos, hay que darlos sin reventar los tímpanos.

Nuestro Ministro del Interior se ha apresurado a pedirle al Consejo General del Poder Judicial que tome medidas contra el juez José Ricardo de Prada, que no solo hizo estas terroríficas declaraciones que ofenden su exquisita sensibilidad, sino que además las hizo una fecha tan poco inocente como el 14 de abril… ¿será que el juez De Prada es, encima, republicano?, seguro que para nuestro avispado ministro eso no debe de andar muy lejos del «entorno del terrorismo». Ahí está nuestro ministro, al que no se le escapa una, vigilando nuestra democracia, que debe de ser una de las más avanzadas del mundo gracias a los cuatro últimos años de gobierno del PP. Aquí no pasa como en México, donde, gracias al Premio Cervantes Alfonso del Paso, nos hemos enterado que la policía tiene una ley que le permite «apresar e incluso disparar en manifestaciones y reuniones públicas»… ¡qué barbaridad!, menos mal que en España no tenemos leyes así, ni torturas… jamás se ha visto por aquí algo parecido.

El caso es que en mayo de 2015 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenó al Estado español por no investigar denuncias de torturas (caso Arratibel), y que en 2014 fueron otros dos casos (Etxebarría Caballero y Ataun Rojo), y que en 2009 el comisionado de Naciones Unidas Contra la Tortura decía que «las prácticas de tortura o tratos crueles, inhumanos o degradantes continúan ocurriendo en España de manera más que esporádica». A más a más, en 2013 el Comité Europeo para la Prevención de la Tortura exhortó a España para que llevase a cabo una «acción decidida de las autoridades españolas para abordar los malos tratos por parte de la Guardia Civil». Citaba el comité testimonios de patadas y golpes en la cabeza y en el cuerpo, así como la práctica de «la bolsa». Recordó, por demás, que los problemas sobre las torturas siguen sin resolverse después de dos décadas «llamando la atención» al estado español; y, por último, un detalle que lo mismo es anecdótico: el comité encontró palos y bates de béisbol en salas de posibles interrogatorios de comisarías de Madrid y Cádiz. En fin, todo un logro la atención que nos dedica este personal.

Quizás nuestro ministro pueda pedir a Naciones Unidas y al Consejo de Europa que tomen medidas contra los autores de tan bellacos informes y recomendaciones, y así, muerto el perro se acabó la rabia. Aunque quién sabe si nuestro ministro, que ve mucho más allá que nosotros, simples mortales, está pensando no solo en lo que tenemos delante de nuestras narices, sino en que dentro de unos meses el juez De Prada esté formando parte del tribunal que debe juzgar el caso Gürtel ( http://www.elplural.com/2016/04/21/el-caso-g-rtel-detr-s-de-la-arremetida-de-jorge-fern-ndez-d-az-contra-un-juez-de-la )

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