Como portavoz de la Asociación de Vecinos de Nazaret y residente en el barrio, Juli Moltó conoce sobre el terreno la problemática de Nazaret. La asociación nació en febrero de 1976, cuando en la puerta del cine Los Ángeles muere una vecina aplastada por un tronco. Éste es el punto de partida para 30 años […]
Como portavoz de la Asociación de Vecinos de Nazaret y residente en el barrio, Juli Moltó conoce sobre el terreno la problemática de Nazaret. La asociación nació en febrero de 1976, cuando en la puerta del cine Los Ángeles muere una vecina aplastada por un tronco. Éste es el punto de partida para 30 años de reivindicaciones y lucha vecinal en una barriada popular que, como afirma Moltó, cuenta con un «potente tejido asociativo».
Juli Moltó es, asimismo, miembro de Fòrmula Verda, colectivo que denuncia la construcción del circuito urbano de Fórmula 1 en Valencia y apuesta por «una ciudad sostenible y una nueva cultura urbana». El día inaugural del Gran Premio fueron, junto con las asociaciones vecinales de los poblados marítimos las únicas voces que, rompiendo el consenso, protestaron contra el último «gran evento» de la ciudad.
-Podrías caracterizar el barrio de Nazaret, en el contexto de la ciudad de Valencia?
En Nazaret viven 6.700 habitantes. Se trata de un barrio obrero, de la fachada marítima de Valencia, con un 19% de población inmigrante y una tasa de paro que supera el 20%. Es también el barrio más castigado de la ciudad desde un punto de vista ambiental. Tanto es así que ha perdido la playa y la huerta de La Punta por la ampliación del puerto. A pesar de ello, 30 años de luchas vecinales han conseguido un mínimo de equipamientos para el barrio.
-Ante esta realidad, las autoridades locales insisten en la política de «grandes eventos». Cómo la valora?
Ocurre en todas las grandes ciudades. Es la gran excusa para el márqueting y el lucimiento de los políticos. Se considera que los «grandes eventos» nos aumentan la autoestima aunque las cosas no funcionen en la vida cotidiana. En el caso de Valencia las grandes empresas han descubierto el mar como negocio: Copa del América, Fórmula 1, PAI del Grao, prolongación de Blasco Ibáñez. Son proyectos que forman parte de un modelo eminentemente especulativo.
-Cuál es el impacto de los «grandes eventos» y, en concreto, la Fórmula 1, en barrios como Nazaret?
Muchas molestias y mucho ruido. Rodeado de infraestructuras ferroviarias y portuarias, Nazaret ya se encontraba aislado de Valencia, y el circuito ha ahondado en este problema. Desde junio (las carreras se celebraron en agosto) ha sido cada vez más difícil acceder a nuestro barrio. Además, algunos detalles claman al cielo. Por ejemplo, en la parte sur del circuito se ha construido una grada para 3.000 personas dentro del cauce del Turia, en una zona catalogada como inundable.
-Cuáles serían las prioridades para el barrio, según los vecinos?
En la última campaña electoral el PP prometió un colegio público en Nazaret, que todavía está por hacer. También hace falta una residencia para mayores, escuelas infantiles de cero a tres años (sólo hay una actualmente, y es privada), y el soterramiento de las vías férreas. Hace falta, asimismo, un colector de aguas pluviales. El agua estancada por las lluvias produce hedores y mortandad de peces. Además, en el contexto de los poblados marítimos, en el Barrio del Grao hace falta un centro de salud y el previsto en la Avenida de Francia no se ha construido.
-A pesar de ello, la Generalitat Valenciana se ha comprometido a un «coste cero» para las obras del circuito
Se habla ya de un coste de 80 millones de euros, lo que demuestra la gran mentira del «coste cero». La Generalitat ha avanzado una cantidad que afirma recuperará con el Programa de Actuación Integrada (PAI) del Grao (cuatro rascacielos con 40 alturas y un delta navegable) y con el alquiler de la dársena. Pero el caso es que con la Copa América ya se invirtieron 500 millones de euros con créditos estatales, que no se pueden devolver y, por tanto, hay que renegociar la deuda. 580 millones de euros no son de ningún modo «coste cero». Asimismo, este gobierno está gravemente endeudado en más de 11.500 millones de euros, cuando sólo ha gastado 69,3 millones en hospitales y centros de salud.
-Fórmula Verda denuncia además que el «Valencia Street Circuit» no cuenta con Declaración de Impacto Ambiental
Son muchas las irregularidades. El nivel de ruidos está por encima de los umbrales admitidos; no hay estudio de impacto ambiental; está edificado sobre zona inundable… Todo esto cuando hablamos de bólidos que funcionan a 300 kilómetros por hora, lo que en una actividad industrial dentro de la ciudad habría que considerarla «actividad peligrosa». Pero no sólo eso. El País Valenciano es uno de los territorios de Europa que más se aleja del cumplimiento del Protocolo de Kyoto y Valencia, una de las ciudades con mayor nivel de contaminación acústica y atmosférica de Europa procedente del tráfico privado.
-Con toda esta sarta de ilegalidades, cómo se pone en marcha el proyecto?
El Proyecto se aprueba mediante un «Decreto de Excepcionalidad» por un supuesto «interés general», con fecha de 8 de febrero de 2008. Eso les ha permitido saltarse hasta 8 leyes diferentes. Las obras del circuito no figuran como tales, sino como «Actuaciones de prolongación de la Avenida Francia y la Alameda», y su conexión con el puerto.
-A pesar de que la provincia de Valencia ya cuenta con un circuito en Cheste…
De hecho, el circuito de Cheste para carreras de coches y motos se encuentra a menos de 30 kilómetros y acumula unas pérdidas de 60 millones de euros desde que se inauguró hace una década. No se entiende este despilfarro en algo que tanto va a perjudicar a la ciudad y molestar a los ciudadanos.
-Quién ha hecho el negocio en el «Valencia Street Circuit»?
Primero se ha de comprobar que el circuito es rentable. Pero es bien conocido que detrás del negocio están Bernie Ecclestone, propietario de la Fórmula 1 a nivel mundial, y la empresa «Valmor Sports», una extraña sociedad que gestiona los derechos de la prueba y detrás de la cual están Fernando Roig, presidente del Villarreal Club de Fútbol, de Pamesa Cerámica y con participación en Mercadota; Bancaixa, tercera caja de ahorros y sexto grupo financiero del país; además del ex piloto Jorge Martínez Aspar.
-Pueden aprovechar de alguna manera los vecinos el circuito de Fórmula 1?
El Gobierno Valenciano vendió a la opinión pública que las actividades de la Fórmula 1 ocuparían el circuito únicamente tres días al año, y que el resto sería de uso recreativo. Pero la realidad es que se encuentra vallado y cerrado al público durante todo el año.
-La Copa del América ha ofrecido mejores perspectivas?
Con la Copa del América ha ocurrido lo mismo que con la Expo Universal de Sevilla. Se caen a pedazos las infraestructuras por la falta de actividad.
-Cuál es la respuesta de los barrios de la fachada marítima ante la política de «grandes eventos»?
Desde Fòrmula Verda y las organizaciones vecinales hemos organizado dos manifestaciones y diferentes jornadas de sensibilización. No obstante, mucha gente se cree la propaganda oficial. Nos venden la creación de puestos de trabajo, pero sólo se han contratado 70 personas del distrito marítimo para tres días de carreras. Y eso cuando estamos hablando de una inversión de 80 millones de euros.
-Reivindican para los poblados marítimos unas infraestructuras «alternativas» al circuito?
Estamos en contra de que inviertan todo el dinero en este «gran evento» y después se olviden de nosotros. Desde las organizaciones vecinales reivindicamos el soterramiento total de las vías de ferrocarril Valencia-Barcelona; la conexión del Turia con el mar mediante el jardín del Turia y un delta verde, no mediante la prolongación de la Avenida Blasco Ibáñez; nos cuestionamos también la ampliación norte del puerto de Valencia ya que, en nuestra opinión, era más conveniente la del Puerto de Sagunto. También pedimos que se priorice el transporte ferroviario sobre el de carretera.