Cuando el conseller Puig hizo aquellas declaraciones en las que amenazaba con que los Mossos d’Esquadra actuarían, si hacía falta, más allá de la ley, los más inocentes no supimos interpretar que aquella sería una filosofía general para el gobierno de CIU. A la Mesa Sectorial del 17 de noviembre de 2005 se acordó que […]
Cuando el conseller Puig hizo aquellas declaraciones en las que amenazaba con que los Mossos d’Esquadra actuarían, si hacía falta, más allá de la ley, los más inocentes no supimos interpretar que aquella sería una filosofía general para el gobierno de CIU.
A la Mesa Sectorial del 17 de noviembre de 2005 se acordó que el personal docente substituto del Departament d’Ensenyament obtendría un nombramiento especial para el mes de julio, siempre que hubiera trabajado un mínimo de seis meses en aquel curso (y al menos uno de ellos fuera en el último trimestre) y que acreditasen un curso de formación en julio, o bien la presentación a las oposiciones si las hubiera.
Este curso 2011-2012, el Departament comenzó su particular «caza de brujas» contra este colectivo aumentando hasta nueve los meses que tenían que trabajarse para poder cobrar el mes de julio, cosa que supuso un ahorro o expolio de unos cuantos miles de nóminas, ya que es poco probable que los compañeros y compañeras que trabajan con este tipo de contrato consigan una cifra tal de meses trabajados.
Como el avaro nunca tiene suficiente, y hacía falta frotarse un poco más las manos, el Departament d’Ensenyament decidió, unilateralmente y a finales de junio, anular este acuerdo con el que se inició el curso y decidió por su cuenta que no pagaría ninguna nómina de julio a nadie.
Desde el colectivo de l’Assemblea Groga se preparó un modelo de queja al Síndic de Greuges de Catalunya que, al recibir estos escritos y después de estudiar el caso, se ha puesto en contacto con el Departament de la Presidència, con el Departament d’Ensenyament y con el Departament de Governació i Relacions Institucionals con un informe en el que deja bien clara la deriva antidemocrática en la que estamos inmersos, especialmente, los últimos años; aparte de los centenares (o ¿miles?) de casos de corrupción en los que no se actúa para perseguir y castigar el fraude y el delito económico, el gobierno se dedica a expoliar (palabra que tanto gusta usar dirigida al gobierno central) a sus trabajadores y trabajadoras, y les expolia un sueldo aplicando de manera retroactiva un acuerdo tomado a toda prisa, todo por arañar unos cuantos miles de euros de sus bolsillos.
«La supresión, en la práctica, de un derecho reconocido al personal docente implica a la vez una vulneración del derecho a la negociación colectiva de los empleados públicos», «es contrario al principio de irretroactividad de las disposiciones restrictivas de los derechos individuales, recogida en el artículo 9.3 de la Constitución Española», «esta decisión sería nula de pleno derecho», «la seguridad jurídica (…) se ve fuertemente debilitada si (…) los efectos jurídicos ya conseguidos se desvanecen por efecto de una disposición normativa», «para determinar la fecha inicial de la suspensión tendríamos que remitirnos al principio de la publicidad de las normas»… son algunas de las «perlas» que contiene el informe del Síndic, que cada cual haga su propia lectura.
La consellera Rigau (ensenyament) quiere de cara al próximo curso: «una ‘escuela neutra’ en que los profesores no exterioricen ante los alumnos su descontento o indignación por los recortes» (El País, 13 de julio de 2012); yo también espero que no lo hagan por los recortes, que es un eufemismo de mal ver, que las y los profesores no sean tan cínicos, espero que lo digan por su nombre: estafa o expolio a la ciudadanía. Eso sí, alrededor de 3.000 docentes no lo podrán hacer, porque usted se ha desecho de ellos, enviándolos al paro con un ERE encubierto que se ha sacado de la manga; el resto, gracias a esto, tendremos unos cuantos alumnos más en clase y tendremos que hacer un montón de guardias más por menos sueldo. Continúe usted apagando fuegos con gasolina, que todavía tendremos que agradecerle con una sonrisa que deje la educación pública y la democracia como ha quedado parte de l’ Alt Empordà, como un páramo; docentes, id preparándoos para el curso que viene: patataaaaaaa…
Enric Gonzálvez es profesor de secundaria en Badalona
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