No sé si coger muchacha o ponerme a servir. ¿Cierro la presente columna ideológica porque me da puerta con la victoria por goleada del PP, gran desarme ideológico y de conciencia política? ¿O tal victoria es un rearme ideológico (camastrón)? Uno tituló esta sección «rearme ideológico» en 1.990, cuando se iba a caer el krato-marxismo […]
No sé si coger muchacha o ponerme a servir. ¿Cierro la presente columna ideológica porque me da puerta con la victoria por goleada del PP, gran desarme ideológico y de conciencia política? ¿O tal victoria es un rearme ideológico (camastrón)? Uno tituló esta sección «rearme ideológico» en 1.990, cuando se iba a caer el krato-marxismo europeo, empujado por sus insuficiencias, de un lado, y por el despiadado derechismo de Thatcher, Reagan, Bush senior, de otro. A más que, al hundirse el Titanic, se traga cuanto hay alrededor durante un tiempo (el Titanic de la Unión Soviética). Mas ¿bajo cuál de las acepciones del término «ideología» hemos escrito aquí estos años, dos siglos después de acuñarse el concepto?
¿Ideología como visión del mundo o la sociedad, como sistema de construcciones mentales colectivas que funcionan en plan cemento de agregación social? ¿Ideología en tanto instrumento de dominación (Althusser), totalizador/totalitario, con sus aparatos ideológicos (el religioso, el de la información, el familiar, el escolar… ¿no les suena a PP?). O, yendo a Weber y a Giddens: ¿instancia legitimadora?, ¿legitimación del poder? En «La ideología alemana«, Marx criticó aquella que generaba somnolencia del pueblo, y el gran Gramsci analizaba su función de tapadera de intereses no confesables. En suma, unas veces se habla de «ideología» con el sesgo que solemos por esta columna (armazón, consciencia, solidaridad), y otras en referencia a pensamiento mentiroso, engaño, sabotaje de ideales progresistas. O sea, el sentido «ideológico» del PP, el de la «derechización del mundo» (Vidal-Beneyto), alienación de mentes, manipular la sangre de las víctimas del terrorismo para alcanzar el poder, llegando a utilizar partidos políticos filiales disfrazados de Foro de Ermua o de esa sucursal que preside FJ Alcaraz. Gran invento: una derecha huérfana de otra ideología que sus ancestros franco-mussolinianos, y, más reciente, el sometimiento al terrorismo internacional de Estado de Bush, construye una ideología ganadora en las urnas a base de dos o tres grandes mentiras: que Zapatero y Conde-Pumpido son los grandes padrinos de ETA, el Gobierno enemigo de Valencia, y nos roban el agua. ¡Ah!, y mangar desde altos cargos públicos es prueba de valía para gobernar. Más una televisión roma, mucho ruido, coches de carreras, regatas de ricos, obras faraónicas (con sustanciosas comisiones), Valencia ya es Mónaco, el Papa, «circenses»… Aunque falle la salud pública, aunque mueran 43 personas por una espantosa negligencia de quienes no encuentran dinero para la línea pobre del metro. Pero son congruentes: rechazan la asignatura «Cultura de paz».
(Cuando tengo cerrado, llega ETA-Casandra con sus agüeros sin futuro, aunque Tele-Esperanza y Tele-Camps le darán todo el plató. ¡Qué moral de derecha!: lo que más le preocupa no es el terrorismo, sino lograr, como sea, el poder).