la ilegalidad de Batasuna

Batasuna es ilegal desde que personajes del talante democrático de José Maria Aznar, George Bush o Baltasar Garzón así lo decidieron.

Batasuna no es ilegal por lo que ha hecho, por sus proyectos o por sus estatutos, esta ilegalizada, que dicho sea de paso no es lo mismo, por no decir lo que otros quieren que diga, léanse referencias anteriores, y como debe decirlo. Tambien estaría ilegalizada, que nadie lo dude, si lo hubiese dicho o si ahora lo dijera ahora.

Batasuna, Euskal Herritarrok o Herri Batasuna, como coaliciones electorales solo podrían ser ilegalizadas por motivos políticos al ser una coalición electoral, nunca por lo que han hecho, o por aquello que les acusan de haber hecho, a sus dirigentes o simpatizantes.

Batasuna esta ilegalizada como prueba de un estado no democrático si entendemos por democracia como la «doctrina política favorable a la intervención del pueblo en el gobierno. En este régimen político la soberanía reside en el pueblo y es ejercida por éste de manera directa o indirecta», esta definición la he capturado desde una enciclopedia en Internet.

Batasuna no ha sido ilegalizada por el pueblo, ni a petición del pueblo.

Batasuna tampoco ha sido ilegalizada por la justicia, olvídense del auto del juez Garzón que pueden ser, sus autos, todo menos justicia o legalidad, necesitando de una dudosa ley de partidos elaborada según guión para poderla aplicar a la carta.

Batasuna ha sido vetada en la ultimas elecciones y se va a quedar fuera del espectro político del estado español dejando sin representación política a la tercera fuerza política dentro del ámbito de Euskal Herria, seria igual si el numero o la representación fuese muchísimo menor o mayor. La ley D’Hont permite repartirse entre todos los votos nulos, la abstención y ahora los ilegalizados.

Batasuna engroso esta lista de organizaciones terroristas el 5 de junio del año 2.003 bajo las indicaciones de George Bush que agradecía de esta manera el apoyo de José Maria Aznar a su guerra, la de Bush, en Irak. Favores especiales o personales que tienen como fondo una guerra montada sobre mentiras. ¿Existe alguna verdad que pueda justificar una guerra.?.

Desde aquel día la vulneración de los derechos mas democráticos, mas elementales han sido violados, vulnerados, ninguneados y burlados, sobre todo burlados, una y otra vez por el estado español, por el poder central y el poder local, léase gobierno vasco y gobierno navarro, el pp, el psoe, el pnv y upn han aplicado una y otra vez su propia versión de la ley de partidos para negar a la izkierda abertzale sus derechos políticos.

A George Bush, José Maria Sanar y Baltasar Garzón tendríamos que añadir a Juan José Ibarretxe, Miguel Sanz y José Luís Rodríguez Zapatero como representantes de los poderes que las han aplicado y aplican. Seguro que podríamos añadir a otros muchos y seguro que nos dejaríamos a otros tantos.

Todos ellos, lean por favor sus nombres, tienen un bagaje democrático que los pone fuera de dudas en sus talantes democráticos.

Seguramente que existe una definición que nos dice que no son las organizaciones, coalición electoral en este caso, las que comenten delitos sino las personas que las forman o componen, al igual que tenemos definiciones que define terrorismo como ‘la dominación por el terror’ o ‘sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror’, que nos amplia la definición de terrorismo al  ´uso calculado de la violencia o la amenaza de la misma contra la población civil, normalmente con el propósito de obtener algún fin político o religioso´. Seguro que no es este el terrorismo que dicen que tiene que condenar Batasuna para ser legal, para dejar de estar ilegalizada.

Seguro que si los anteriormente nombrados tendrían que condenar el terrorismo con una mirada sincera al ejercicio del poder iban a tener muchas dificultades para justificar sus actuaciones, o la de sus subordinados, políticas, policiales y/o militares.

El talante democrático no se demuestra pidiendo que a otros les apliquen la misma ilegalidad que nos aplican a nosotros mismos, el romper la baraja lo que impide es el juego, se puede demostrar peleando, no solo de dicho, para que las ilegalidades sean revocadas. La abolición de la Ley de partidos es una de ellas.

La Unión Europea tiene su responsabilidad no solo por entrar en el juego de la ilegalización según ordenes, tiene la responsabilidad de mirar hacia otro lado, de no pedirle a uno de sus estados miembros que guarde las formas y los hechos, que respete las leyes, incluso sus propias leyes, y sobre todo que los Derechos Humanos, con fecha 10 de diciembre de 1948 de elaboración y publicación, deben de ser respetados por todos y cada uno de los miembros, especialmente por los estados y el poder.

Batasuna tampoco podrá estar en las elecciones del 17 de abril y el porcentaje de votos prohibidos será el festín de los demócratas de toda la vida, los del juego de la democracia y vulneración sistemática de los Derechos Humanos,. Nosotros volveremos, seguramente, a votar en blanco o nulo y Euskal Herria volverá a perder una vez mas la posibilidad de normalizar esta situación política de terror, terrorismo, amenazas, muertes y negación.