Las empresas tecnológicas de defensa, aeronáutica y espacio redujeron en 2014 un 5% sus ventas, aunque el balance del último lustro es positivo y la facturación se ha duplicado desde comienzos de siglo. Piden a la Administración un marco estable y recuperar la inversión en nuevos programas. «Nuestro cliente no son los Gobiernos, son los […]
Las empresas tecnológicas de defensa, aeronáutica y espacio redujeron en 2014 un 5% sus ventas, aunque el balance del último lustro es positivo y la facturación se ha duplicado desde comienzos de siglo. Piden a la Administración un marco estable y recuperar la inversión en nuevos programas.
«Nuestro cliente no son los Gobiernos, son los Estados», afirma Adolfo Menéndez, presidente de la Asociación Española de Empresas Tecnológicas de Defensa, Aeronáutica y Espacio -TEDAE-. La frase equivale a una estrategia a largo plazo, lo que permite ver más allá de una reducción de negocio coyuntural, aunque el balance económico de cada empresa prima en el día a día.
Esta patronal ha presentado recientemente sus principales indicadores: la facturación de las empresas de TEDAE en 2014 fue de 9.400 millones de euros, correspondiendo el 82% a exportaciones. La inversión en I+D+i se situó en el 10% y la cifra de empleo en 49.994 personas. La contribución al PIB de los sectores Aeronáutico, Espacial y de Defensa alcanzó el 0,9%, y el 7% en el PIB industrial.
Estas cifras, según el presidente de TEDAE, «constatan una estabilización y que vamos manteniendo la tendencia. Lo determinante es la tecnología, independientemente de donde se aplique. De hecho, la cifra de facturación se distribuye casi en la misma proporción entre el ámbito civil (4.600 millones de euros) y el de la Defensa (4.800)».
En este punto, dos aclaraciones. La mitad de los sistemas y productos de la conocida popularmente como industria militar o de armamento lo componen productos de uso civil. Insisten además en el alto componente tecnológico de estas empresas -«tecnología de vanguardia»- y además que el sector lo componen tres subsectores cercanos pero con cierta independencia: industria aeronáutica, espacio y defensa. Empresas como Airbus, Navantia, Tecnobit, SENER, Indra, Expal, Instalaza o Thales forman parte de la asociación.
Adolfo Menéndez destaca la resistencia de esta industria en los ciclos económicos desfavorables y se declara «moderadamente optimista, lo peor ha pasado», teniendo en cuenta algunos indicios favorables como la reciente puesta en marcha por parte del Gobierno de las primeras inversiones en dos programas de interés, como la próxima fragata F-110 para la Armada o el blindado 8×8 para el Ejército de Tierra. «En lo que respecta I+D+i – añade- representamos el 7,6% de todo el gasto en innovación que se realiza en España. La apuesta decidida por el I+D+i es la ventaja competitiva más duradera».
Respecto a las perspectivas de futuro, el presidente de TEDAE afirma que las empresas se están preparando para nuevos escenarios invirtiendo en innovación, apostando por la especialización, la competitividad orientada al cliente, la máxima eficiencia de las cadenas de suministro y por ganar nichos en el mercado global. Adolfo Menéndez añade como factor imprescindible un diálogo permanente con las administraciones, «a las que seguimos demandando disponer de políticas industriales de apoyo a la I+D+i a largo plazo, un marco regulatorio claro, poder competir en igualdad de condiciones en el mercado global y seguir contando con su respaldo para mantener y mejorar nuestra posición internacional».
La industria aeronáutica duplica ventas en plena crisis La industria aeronáutica es la estrella de este sector empresarial, por peso y evolución. La facturación del subsector en España se ha duplicado desde 2006, incremento de actividad muy ligado a grandes programas multinacionales y la instalación de factorías en España de consorcios europeos como Airbus o Eurocopter, que generan actividad para otras empresas menores. Madrid concentra la mitad del empleo y la facturación de este subsector, Andalucía la cuarta parte y destacan también País Vasco y Castilla-La Mancha con un 10% del total nacional.
El volumen de negocio de este sector industrial creció en 2014 un 1,8%, alcanzando los 7.600 millones de euros. La exportación también subió al 85% -un 3,6%- , el empleo se situó en 40.297 personas y la inversión en I+D+i del 9,5%.
En relación a la alta productividad del sector, Alfredo Martínez -responsable de TEDAE para esta actividad- señala que el volumen de negocio se distribuye al 50% entre la aeronáutica civil y la militar, y que el descenso de la demanda en Defensa, en España y en otros países, lo han visto compensado por el auge en la aviación comercial. «Lo que tenemos que hacer -subrayó – es seguir invirtiendo en esas tecnologías que nos van a permitir estar en nuevos desarrollos».
En el objetivo de esta industria se encuentran los sistemas pilotados a distancia, los conocidos como drones, y entre las sombras figura que España no participa aún en el desarrollo de ningún gran programa europeo y que las perspectivas de los presupuestos públicos de Defensa no son de crecimiento.
Subsector espacio La facturación se mantuvo en el último año en 700 millones de euros, como en el anterior ejercicio, la exportación subió al 74%, la inversión en I+D+i fue del 12%, y empleó 3.384 personas.
Adolfo Menéndez confía en que la recuperación del nivel de inversión pública en la Agencia Espacial Europea «nos abre oportunidades que se están concretando ya en las empresas. En España estamos en condiciones óptimas para participar del ecosistema económico que se genera en torno al sector espacial. Las infraestructuras espaciales son sin duda el futuro porque nos van a servir para múltiples actividades como la energía, el transporte, turismo o el medio ambiente», y menciona como ejemplo la red europea de satélites Galileo.
Subsector Defensa En 2014 las empresas de Defensa de TEDAE facturaron 4.800 millones de euros. La cifra de empleo fue de 18.805 personas, la inversión en I+D+i fue del 10% y la exportación del 67%. Javier Pradere, de la Comisión de Defensa de TEDAE, explica que estas cifras «responden a una contracción de la demanda interna – un 8%-, aunque vemos que están empezando a haber buenas expectativas a futuro».
Pradere subrayó que el sector sigue teniendo expectativas favorables, y destacó que cada euro invertido en Defensa genera 2,5 de actividad económica y que es 3,6 veces más productivo que la media española, «lo que da idea de que es un sector potente».
También se manifiesta moderadamente optimista de cara a futuro. «Básicamente -explica- por la definición de las capacidades industriales estratégicas aprobada por el Consejo de Ministros, que facilitará la consolidación de la oferta además de ordenar la demanda».
«La contribución de esta industria en la crisis han sido las reprogramaciones», señala el presidente de TEDAE, en referencia a las decisiones tomadas durante la legislatura por el Ministerio de Defensa para alargar plazos de entrega y en algún caso reducir pedidos de competencia nacional, ya que los compromisos de los programas multinacionales son muy difíciles de modificar.
Fuente original: http://contextospnd.blogspot.com.es/2015/07/la-industria-de-defensa-capea-la-crisis.html